El sector de la aceituna y específicamente la aceituna negra no está pasando por su mejor momento. Las exportaciones españolas de aceituna negra a Estados Unidos se desplomaron dramáticamente durante 2018 por la aplicación de los aranceles impuestos por la Administración Trump, tendencia que continúa en la actualidad y que está poniendo en serios problemas al sector.

La aceituna negra se produce en buena parte de nuestro país aunque existe mayor concentración de productores en Andalucía, y aunque se consume más cantidad de aceituna verde, lo cierto es que la aceituna negra posee grandes propiedades nutricionales por su contenido en vitamina A y E, fosforo, hierro, sodio, fibra, etc. Además de ser un alimento que contiene grasas saludables monoinsaturadas que reducen el colesterol 'malo'. Aunque como todo producto, debe consumirse con moderación y responsabilidad (los expertos recomiendan que la cantidad diaria no debería superar las 7 aceitunas), teniendo en cuenta su alto valor calórico y las precauciones en los casos de hipertensión arterial severa, retención de líquidos, enfermedades del hígado o de riñones o niveles de triglicéridos muy altos.

Actualmente podemos encontrar en el mercado aceitunas en su formato tradicional (con hueso, sin hueso o en rodajas) y en nuevos formatos muy sugerentes para nuestro consumo como mermeladas, confituras, pasta, patés, etc., ideales para desayunos, meriendas, aperitivos, etc., incluso para incluirlas como ingrediente en nuestros platos de cocina más elaborados.

Así que este es un buen momento para incluir este alimento en nuestra dieta habitual y poner nuestro pequeño granito de arena para ayudar a un sector que necesita más que nunca que le hinquemos el diente a la aceituna y si es negra, mejor.