valoración: 6.5

Frente de Rusia, invierno de 1943. Un batallón de la División Azul se topa con una serie de cabezas de caballos esparcidas sobre la superficie congelada de un lago. Los cuerpos están sumergidos bajo el hielo. Junto a uno de los caballos, el cadáver de un soldado español. Un tajo le atraviesa el cuello de lado a lado, y en el pecho tiene una inscripción grabada a cuchillo: "Mira que te mira Dios". Los mandos encargan la investigación al soldado Arturo Andrade (Juan Diego Botto) exinspector de la policía, que asume la tarea con rigor y profesionalidad, ayudado por el sargento Espinosa (Carmelo Gómez).

Ambos pronto descubren que detrás de este asesinato se oculta una perversa venganza, que se remonta a agravios acontecidos en el pasado, y que no parece que se vaya a detener en un único cadáver. Nadie está libre de sospecha ni nadie puede sentirse seguro. Y así, en medio de la cruel contienda, se inicia la caza del asesino, una búsqueda donde hasta el final no descubriremos quién es el cazador y quién el cazado.

Al empezar la película ya te sorprende la magnifica escena de los caballos, nos coloca en un mundo fantasmal y de misterio, que enseguida pasa a la más cruda realidad.

Thriller por momentos interesante, la historia que al principio se cocina a fuego lento tiene después un desenlace algo precipitado, la única diferencia con otros thrillers está en la ambientación, en como y donde ha sido rodada y desde luego eso marca la diferencia. Tratar de buscar un asesino cuando a tu alrededor se mata en una guerra sin tregua es como tratar de poner un poco de cordura entre tanta barbarie, en pedazo de normalidad en el caos.

La fotografía de Alfredo Mayo es espectacular, el tratamiento de la luz con toda la nieve merece ser visto; el vestuario, los objetos, hasta los tanques te transportan a un lugar absolutamente lejano y a la vez cercano y creíble, algo digno de verse, muy poco habitual en películas españolas.

Una historia de honor, de compañerismo, de esa lealtad difícil de encontrar hoy en día. Pero a parte de la magnifica ambientación y las estupendas interpretaciones queda un mensaje muy actual y al que estamos poco acostumbrados en el cine, aunque en la vida “real” es el pan nuestro de cada día. Sí, el “mal” vence sobre el “bien”, el malvado, el corrupto queda impune mientras el justo es vencido por el destino.

Muy buenas interpretaciones, sin excepción, lo único reseñable respecto a los protagonistas es la ausencia de un acercamiento al espectador, sin datos sobre sus vidas o sus caracteres cuesta un poco identificarse.

Un thriller, ambientado en la guerra, rodada en condiciones muy duras, que muestra una parte de la historia sin partidismos, probablemente algunos aspectos de la película son bastante discutibles, pero sales del cine con el gustillo del cine bien realizado. Te sorprenderá, merece la pena pasarse por el cine.

Puedes consultar la rueda de prensa de presentación de la película aquí.