(EN ROSA INFORMACIÓN FACILITADA POR LA COMPAÑÍA / TEATRO)

Pensar una cosa, decir otra y hacer la contraria es un ejercicio de equilibrismo mental al alcance de pocos. Hay quien lo consigue, al resto siempre le queda ir a protestar a la Gran Vía.

Puede que el  rasgo más apasionante del ser humano es su capacidad para ser absolutamente incongruente, pero, sin duda, el segundo y aún más inquietante, es su incapacidad para darse cuenta  de ello. Al fin y al cabo, los errores nunca son culpa nuestra.

Todos ellos se deben a ese colectivo tan omnipresente como enigmático que es… la gente. Un colectivo en boca de todos, pero absolutamente inaprensible. La gente tal, la gente cual, es que la gente, menuda gente… ¡joder con la gente! Nosotros, en nuestro afán por ser absolutamente humanos, vamos a explorar las esquinas de nuestras incongruencias parapetándonos precisamente en la gente. Y, por supuesto, en su enorme talento para la protesta, que ya se sabe, otra cosa no, pero quejarse, ¡se queja mucho la gente!

COMENTARIO:

Es difícil conocer la trayectoria de LOS ABSURDOS TEATRO y no sentir por ellos una simpatía especial, esta compañía que estrenó su primer montaje a principios de 2010 (‘Desnudo, nadie es perfecto’) ha marcado desde sus comienzos una forma de trabajar y un criterio propio y personal, tratando los problemas y preocupaciones cotidianas, esas que a todos nos afectan desde el humor, un humor fresco, crítico, irónico y muy natural que se ha convertido en ese toque absurdo característico de ‘Los absurdos’.

Pero, mucho trabajo hay detrás de cada montaje, muchas horas de analizar, probar, sincronizar, partiendo de textos propios de la compañía, escritos en su mayoría por ALFONSO MENDIGUCHÍA y que son puestos en escena con una estructura definida por su agilidad, la rapidez de unos diálogos que interaccionan, chocan, fluyen y se cruzan constantemente, y su análisis social, con unos protagonistas que juegan con la complicidad y el sentido crítico.

Y así, descubrimos propuestas como ‘Demasiado al este es el oeste’, ‘Manténgase a la espera', ‘Desnudo nadie es perfecto’, ‘Tierra de nadie’ y la propuesta que nos ocupa ‘A protestar a la Gran Vía’. Además de un infantil, y otros montajes de dinamización de lugares patrimoniales y un buen número de propuestas ‘de calle’. No es de extrañar que exista una buena cantidad de seguidores ‘absurdos’ que disfrutan de lo lindo con la naturalizad y simpatía de los miembros de esta compañía y sus montajes.

‘A protestar a la Gran Vía’ nos presenta a PATRICIA ESTREMERA y ALFONSO MENDIGUCHÍA en un montaje con varias partes bien definidas. Estas partes, a su vez, están formadas por una sucesión de pequeñas historias o sketches, donde multitud de personajes ponen ante nuestra mirada sus pensamientos, que son al fin y al cabo, una crítica social llena de humor, y de paso, se da un repaso a los comportamientos individuales, a las creencias y las contradicciones del ser humano y de la ‘gente’, esa entidad que son ‘los otros’ en la que inexorablemente estamos incluidos.

Pero voy a empezar por el principio, el texto escrito por ALFONSO MENDIGUCHÍA es dinámico e irónico, un ejercicio o un juego de agudeza mental que partiendo de lo obvio, va analizando lo concreto, hasta sacar lo más absurdo de las situaciones. Y en este caso, partiendo de ese deporte nacional que es la queja, va dando vueltas y vueltas en la salten a una tortilla, para demostrarnos que nos quejamos por todo, por una cosa y por la contraria, ya que parte de razón y sinrazón hay en los dos lados, así que mejor aprovecharlo para hacer unos cuantos estiramientos de queja y re-flexiones de gente.

A ritmo muy rápido, con juegos de palabras, rápidas replicas, personajes absurdos y esa luz tan especial que desprenden PATRICIA ESTREMERA y ALFONSO MENDIGUCHÍA en sus montajes (y que tan bien ha sabido aprovechar César Maroto, director de la propuesta, marcando los tiempos y las pautas), se va redondeando una propuesta fresca, alegre, simpática, entretenida, reflexiva y con una energía muy positiva.

La escenografía es la justa y necesaria, complementos de ropa, elementos para construir mobiliario al uso, proyecciones, alguna voz en off, etc., siendo en general, lo justo para vestir las escenas pero sin distraer de lo verdaderamente importante, un texto al que tenemos que están muy atentos para no perdernos detalle.

Una propuesta dinámica, entretenida y crítica, de la mano de una pareja que cautiva por su simpatía, su complicidad y su particular humor, todo un aliciente para disfrutar de esta propuesta. Ahora, que si al final no te agrada, ya sabes, A protestar a la Gran Vía…

FICHA TÉCNICA Y ARTÍSTICA:

TÍTULO: A protestar a la Gran Vía.
AUTOR: Alfonso Mendiguchía.
DIRECTOR: César Maroto.
ACTORES: Patricia Estremera y Alfonso Mendiguchía.
VOZ EN OFF: Ana Velez.
VESTUARIO: Reme Gómez.
ATREZZO: Patricia Estremera.
ESCENOGRAFÍA: Los Absurdos Teatro.
FOTOGRAFÍAS ESCENOGRAFÍA: Ocho Creativos.
TRATAMIENTO FOTOGRAFÍAS ESCENOGRAFÍA: Luis Moreno.
DISEÑO VOZAFÓNICA: Óscar Andrés.
COMUNICACIÓN: Saray Neila.
CARTELERÍA Y FOTOS: Manolo Pavón.
VÍDEO: El Ojo Mecánico.
DISEÑO DE ILUMINACIÓN Y TÉCNICO: Víctor Mones Azpeitia.
PRODUCCIÓN: LOS ABSURDOS TEATRO.