PasoAzorínTeatro ha conseguido algo de lo que pocas compañías pueden presumir, tener tres obras en la cartelera madrileña al mismo tiempo, durante estos meses de verano, ‘La Ramera de Babilonia’ en el Teatro Lara, ‘Retablo Pánico’ en La Nao 8 y ‘Hazlo, nena, hazlo!’ en la Sala Tu. Y es que estas chicas no dejan indiferente a nadie, todas sus obras están impregnadas de una energía, una simpatía y un fuerte sentido reivindicativo que se transmite con absoluta pasión.

Sinopsis:

El primer regalo de las mujeres a los hombres, fue la manzana. LA RAMERA DE BABILONIA es una comedia ácida, de coños y manzanas, que critica el papel que la Iglesia ha otorgado a la mujer a lo largo de la Historia. Porque a la Iglesia no le gustan las mujeres que piensan, que sienten, que deciden… A la Iglesia, en definitiva, no le gustan las mujeres que hacen… lo que les sale del coño. Cuatro chicas, cuatro manzanas y muchas risas.

Comentario:

Esta compañía cuyo elenco está formado únicamente por jovencísimas mujeres, llama la atención porque el director y responsable de los textos es un hombre, Ramón Paso; un autor que se caracteriza por lo incisivo de sus textos y por su claro entendimiento y compromiso con el universo femenino.

Ramón Paso conoce y expone ante el mundo lo que muchas mujeres sufren y la manera como lo sufren, creando textos comprometidos que muchos llamarían, en este caso, feministas, aunque ya sabemos que en cuanto se sacan a la luz claras desigualdades, se reivindican los derechos de las mujeres o simplemente se intenta conseguir la igualdad de los mismo, much@s se ponen a la defensiva y se les llena la boca con la palabra ‘feminismo’ tratando así de desacreditar a la persona que expone sus argumentos…..

En esta obra, cuatro mujeres (Ana Azorín, Inés Kerzan, Ángela Peirat y Titania Campuzano) denuncian, con un lenguaje directo y sin tapujos, la misoginia y el machismo de la Iglesia católica a lo largo de los tiempos. No es una obra que ponga en duda a Dios ni la fe de los creyentes de cualquier religión, todo lo contrario, se muestra muy conciliadora en ese sentido e incluso complaciente y tiene un constante cuidado por dejar clara la diferencia entre la creencia y la fe por un lado y la iglesia como institución por otro.

La obra está dividida en monólogos que van interpretando uno o uno las diferentes actrices, desde los absurdos mitos creados por las interpretaciones sesgadas de algunos textos utilizados por la iglesia, pasando por Adán y Eva, las brujas, la inquisición, el aborto, la pederastia, etc.

Los temas son escabrosos, efectivamente, requieren un ejercicio de mentalidad abierta para muchos espectadores no acostumbrados a una realidad presentada de forma tan directa y descarnada, curas, iglesias, manzanas y coños, pueden ofender a algunas personas, desde luego no lo voy a negar, pero la obra no pretende eso, pretende que profundicemos más allá de la primera capa de la herencia de años de rigurosos dictámenes éticos y morales y educación castrante y comencemos a utilizar ese maravilloso arte de cuestionar las cosas, razonar y pensar, y todo a través de una obra llena de humor, descaro y denuncia.

La escenografía como es habitual en esta compañía, prácticamente inexistente, toda la fuerza se encuentra en el trabajo de las actrices, como siempre estupendas, que saben sacar partido a un texto efectivo aunque desigual, y como he dicho en más de una ocasión, estas chicas disponen de una frescura y una energía que engancha, no sé lo que toman, pero yo también quiero…… y todo ello para reivindicar la libertad de la mujer y del ser humano en general por encima de instituciones y estamentos que prefieren los siervos a los libre pensadores.

Sin duda una obra para disfrutar.

FICHA:

Autor: Ramón Paso
Elenco: Ana Azorín, Inés Kerzan, Ángela Peirat y Titania Campuzano
Compañía: PasoAzorínTeatro.