valoración: 7

Tres policías, sin conexión entre ellos y con carreras muy diferentes, coincidirán durante una multitudinaria redada en la zona más peligrosa de Brooklyn.

El hecho de que sus caminos se crucen dejará al descubierto sus historias: Eddie (Richard Gere) es un hombre autodestructivo y honesto que ha perdido el respeto de sus compañeros; Sal (Ethan Hawke) ha caído en la corrupción y vive con la culpabilidad de haber asesinado a un traficante por dinero; y Tango (Don Cheadle) trabaja encubierto en un caso de drogas y deberá traicionar a Caz (Wesley Snipes), un traficante que se ha convertido en su mejor amigo.

Relato duro sobre tres historias independientes que se entrecruzan y mezclan en el desenlace final. Las tres historias son duras, sus protagonistas conviven en una atmósfera constante de presión, culpabilidad, amargura y desolación.

La amistad y el amor que inexorablemente llevan a la pérdida y al dolor. Partimos de un guión interesante, con una historia que te mantiene enganchado buena parte de la película, sin embargo, no esta lo suficientemente trabajado, pulido o como queráis llamarlo, te presenta un mundo de violencia constante pero no termina de cuajar, esto, unido a una duración excesiva desmerece una cinta que podría haber sido excepcional, yo directamente le quitaba entre 20 y 30 minutos de recreaciones sin sentido sobre remordimientos y otras cosas que no aportan nada, ya que las circunstancias han quedado claras desde el principio y hacen que la película sea demasiado larga y pesada en algunos momentos.

Aunque el guión podría mejorarse, la realidad es que el valor de la película esta en los actores que la interpretan, todos ellos bordan sus papeles, creíbles en todo momento, sorprendentes, sin embargo, no puedes evitar salir del cine con un sabor amargo en la boca. Si esperar algo en la línea de 'Training day', sí, está en la línea pero no llega.