Basándose en esta mezcla entre cuento y realidad, Ana de Nevado ha escrito Mordrake, canción de cuna, una tremenda historia que, partiendo de la figura de Eduard y su madre, entreteje una historia plena de misterio y terror en la mansión de Darlington.

El montaje de la directora Ana Cavilla trasladará al espectador a un lugar mágico y misterioso en el que una palabra, un gesto o una mirada, conmoverán al espectador. Eduard Mordrake, conocido y bufoneado como el monstruo; se convirtió en leyenda por ser el único hombre con dos caras. Aunque nadie jamás le vio.

Darlington, Inglaterra. Siglo XIX. Edward Mordrake, conocido y bufoneado como el monstruo, se convirtió en leyenda por ser el único hombre con dos caras. Aunque nadie jamás le vio. Edward vive recluido por voluntad propia en su lúgubre estancia, mientras que su madre Eleonor, Condesa de Darlington, le aguarda a la espera de volverlo a ver, aun sin saber si vive o muere. Hasta que un día, Wilmer, el solicito mayordomo de la familia contrata a la joven Alice para que preste servicio en la casa, cambiando para siempre el destino de los Mordrake.

Comentario:

Mordrake es una fábula gótica escrita por Ana De Nevado con dirección de Ana Cavilla basada en la historia real de Edward Mordrake (el hombre de las dos caras), que fue heredero de un par inglés esposo de la condesa de Darlington, en Inglaterra. Edward Mordrake sufría una deformidad que consistía en poseer una cara adicional en la parte posterior de su cabeza. Ésta no podía ni comer ni hablar, pero sí podía reír y llorar. Edward Mordrake rogó a los médicos que le extirparan esta ‘cabeza diabólica’ porque, según él, le susurraba por las noches ‘cosas tales que sólo se oyen en el infierno’, su deformidad no era debida a una alteración embrionaria, sino al resultado de una anormalidad en una proteína que marca el patrón cráneo facial normal. Edward Mordrake se suicidó a los 23 años, ahorcándose, algunos expertos dicen que por culpa de los susurros de la otra cara que tenía detrás de la de este. Una historia que en si misma genera multitud de leyendas, miedos, tensiones, incertidumbres, etc.

Ahora, Ana Cavilla nos propone una versión de esta historia que introduce nuevas tramas bastante llamativas, una trama económica, otra sentimental y mucho humor negro y macabro que recuerda de alguna manera, a la forma y estética de las historias de Edgar Allan Poe. Una casa señorial, con un mayordomo un poco raro, una condesa sumida en el dolor, una sirvienta peculiar y un extraño ser, que más se puede pedir para comenzar este thriller gótico, una historia con muchos elementos para hacen pasar al espectador un rato entretenido.

La escenografía de Elena Alexandre nos sitúa en una habitación de la mansión, un par de sillas, una mesa y un inquietante cuadro, la reproducción de ‘Saturno devorando a su hijo’ de Francisco de Goya, es todo lo que se necesita para presentarnos esta historia que se construye utilizando un muro traslucido que nos permite ver, oír e imaginar lo que sucede al otro lado de la pared, en la habitación de Edward Mordrake que permanece encerrado voluntariamente.

Charo Gabella, Elena Rey, Guillermo Llansó y Karlos Aurrekoetxea son los protagonistas de esta obra, todos realizan un trabajo honesto y de calidad, y saben sacar partido a las limitaciones y peculiaridades del espacio de la sala donde se representa. Charo Gabella da vida a Eleonor, una madre obsesionada por proteger a su hijo Edward. Karlos Aurrekoetxea que da vida a Wilmer, el mayordomo, cómplice y guardián de Eleonor, ambos forman una pareja con química y ofrecen los momentos con más humor de la obra aunque sea un humor muy negro. Elena Rey da vida a Alice, la sirvienta, su interpretación es convincente, llena de energía y desparpajo que consigue ser creíble en su papel de mujer que conquista el corazón de Edward y finalmente Edward Mordrake, intepretado por Guillermo Llansó que realiza un buen trabajo dando vida a un personaje complejo, no solo por tener la cara vendada y caracterizada, ni por los gestos exagerados para enfatizar ciertos momentos, sino por la necesidad de una perfecta sincronización con el resto de los integrantes del elenco para que las escenas que transcurren a ambos dos lados de la pared funcionen a la perfección.

El vestuario de época se ajusta a la temática tratada y ha sido creado por Agujainquieta, que se ayuda con la caracterización de los Hermanos Almuedo y la música original de Aitor Almuedo.

Una obra diferente y trabajada, que aprovecha la leyenda creada alrededor del ‘hombre de dos cabezas’, para ofrecernos una propuesta entretenida, oscura, gótica y con puntos de humor, que además ofrece un trabajo actoral digno y varias tramas que, sin llegar a profundizar excesivamente en ellas, consiguen hacernos disfrutar de la propuesta y ser capaces de agradecer el trabajo de un equipo comprometido.

FICHA:

Autora: Ana De Nevado
Dirección: Ana Cavilla
Intérpretes: Charo Gabella, Elena Rey, Guillermo Llansó y Karlos Aurrekoetxea
Escenografía e iluminación: Elena Alexandre
Vestuario: Agujainquieta
Caracterización: Hermanos Almuedo
Música original: Aitor Almuedo
Producción: Compañía Mordrake
Distribución: Óscar Arroyo Produce