valoración: 9

LA JAULA DE ORO está dirigida por el burgalés afincado en México, Diego Quemada-Diez. La película que ha contado con el beneplácito de crítica y público en todos los festivales en los que se ha presentado, ha ganado más de 25 premios incluyendo el premio al Mejor Reparto en la sección “Un Certain Regard” del Festival de Cannes. El director se embarca, junto a los tres protagonistas en “La bestia”, el tren en el que cada año viajan miles de inmigrantes desde Centroamérica hasta los Estados Unidos.

Sinopsis: Tres jóvenes de los barrios bajos de Guatemala viajan a los Estados Unidos en busca de una mejor vida. En el camino a través de México conocen a Chauk, un indígena de la sierra de Chiapas que no habla español. Viajando juntos en trenes de carga, caminando en las vías del tren, pronto tendrán que enfrentarse a la dura realidad.

Comentario:

Hay películas que pudiera parecer que están hechas "simplemente" para remover conciencias, para abofetear al espectador. Te secuestran durante un par de horas impidiéndote mirar a otro lado, obligándote a ver la realidad, cruda, desnuda y sin concesiones.

"La jaula de oro" podría parecer una de esas películas, pero es mucho más. Pese a toda la brutalidad, pese a las dosis de tragedia, toda la película tiene un tono optimista que te libera del cautiverio y te reconcilia con la vida. De otro modo, sería casi insoportable.

Con un tono casi documental por momentos, vemos El Viaje. Cuatro jóvenes guatemaltecos intentando llegar a la tierra prometida, a Estados Unidos, atravesando México en tren, sin dinero, sin contactos, sin siquiera saber bien cuál es el camino... Mitad viaje iniciático, mitad huida hacia delante, rebosante de miedos apenas soportables si no fuera por enormes dosis de esperanza y la imposibilidad de, realmente, concebir la propia muerte que todos hemos tenido a los 16...

Y, sin envidiarle nada a las Doce pruebas de Hércules, o las de Astérix, lo mismo da, vemos como, pese a todo, los seres humanos estamos hechos para disfrutar, para divertirnos, para estar rodeados de nuestros semejantes... que somos esencialmente buenos. Pese a todo. Mucho todo.

Imprescindible.