información:

(EN ROJO INFORMACIÓN FACILITADA POR LA COMPAÑÍA / TEATRO):

Fredo, Rober y Dani, empleados de una multinacional, se reúnen cada tarde en AFTERWORK, el bar de moda al que acuden oficinistas de la zona financiera con sus trajes elegantes y sus afiladas lenguas. Entre cerveza y cerveza, Fredo y Dani le cuentan a Rober un nuevo proyecto vital, una idea que cambiará sus vidas y la de muchos de los que los rodean, la opción de nitiva para salir de los grises despachos en los que se agostan.

Pero esta noche algo es diferente. Esta noche todo puede cambiar para siempre en las vidas de Rober, Fredo y Dani, protagonistas de nuestra historia, y ponerles en un sitio mucho mejor o mucho peor. Todo depende de ellos. ¿Sabrán jugar bien sus cartas e identificar dónde está el enemigo?.

comentario:

El dramaturgo David Barreiro (escritor, periodista, guionista y dramaturgo), es el responsable de AFTERWORK, un texto que recibió el Premio de Teatro Castelló a Escena en 2015, aunque no es el único premio que David Barreiro ha recibido en los últimos años, destacando el Premio Raúl Moreno Fatex en 2016 por Nora, el Premio Agustín González de Teatro en 2014 por El Candidato o el Premio Asturias Joven de Textos Teatrales por Percebes.

David Barreiro comenta en su web que: ‘Uno de los temas de la literatura (y la vida) que más me interesan son las expectativas’ y ese interés queda claramente reflejado en la propuesta que nos ocupa. En AFTERWORK, las expectativas tienen protagonismo desde el primer minuto, la pretensión de un puesto mejor, un sueldo mayor, mejor coche, mejor posición social, mayor control sobre el futuro, autonomía, crear algo diferente, etc. Las expectativas existen, otras se van creando, generando, construyendo, trabajando, etc., aunque finalmente haya que renunciar a ellas (o no) ya sea de forma obligada o de forma voluntaria.

Así, en AFTERWORK se plantea un juego constante con las expectativas a través de los diálogos de los protagonistas, pero también se juega con la propia definición de los personajes y su cambio de rol, un cambio que sustenta la idea de que nada es tan evidente ni tan seguro como pueda parecer a primera vista, teniendo la propuesta la cualidad de que este cambio se realiza ante nuestros ojos y de forma casi sorpresiva, pero a la vez muy cercana a lo que podría suceder en el competitivo mundo empresarial.

Tres amigos y compañeros de trabajo en una multinacional, Fredo, Rober y Dani, se reúnen cada tarde en Afterwork, el bar de moda de la zona financiera, pero esa tarde en concreto, Fredo y Dani le cuentan a Rober un nuevo proyecto vital, una idea cuya puesta en marcha implicará poner al descubierto secretos y mentiras que cambiaran el destino de estos tres amigos.

La compañía MILLER PRODUCCIONES TEATRALES bajo la dirección de BRUNO CIORDIA, pone sobre las tablas esta propuesta en la que destaca acertada concreción de las pautas de funcionamiento en ciertas multinacionales (en especial consultoras) respecto a su forma de trabajar, las motivaciones de sus integrantes, sus dinámicas, sus roles, los puestos y posiciones (junior, sénior, gerentes, etc.), la separación por plantas, la numeración de las mismas y su significado en el status dentro de la empresa, etc., de forma que esta aproximación a lo que puede pasar (desde una mirada irónica), le otorga a la propuesta el toque de realidad y de cercanía necesario para implicar en la historia a los espectadores, incluso cuando estos sean ajenos a este tipo de dinámicas. Además, la propuesta se sustenta sobre tres personajes cuyos roles se encuentran fuertemente marcados desde el principio, pero cuya construcción y desarrollo les permite mutar hacia posiciones diferentes.

Se dice que un trepa es aquella ‘persona que intenta ascender profesional o socialmente aprovechando cualquier circunstancia y sin importarle los medios que utilice para ello’ y hay mucho de ello en esta propuesta, aunque no sea de la forma que inicialmente pensamos, y este es otro de los aciertos de la propuesta, ser capaz de sorprender con un resultado final no evidente, modificando las expectativas de los espectadores que en principio parecían muy claras.

En ello, la dirección de Bruno Ciordia tiene mucho que decir, el manejo de la puesta en escena, el ritmo, los tiempos y la forma equilibrada de presentar la propuesta, es todo un acierto y sirve para que el texto funcione con un reloj, presentándose ante nosotros como una comedia negra, que remarca esos giros del destino que, tiene a veces la vida cuando, se ríe de nuestra aparente y ficticia seguridad y nos pega una buena colleja.

Una parte de la culpa de que esta propuesta funcione, la tiene el elenco formado por Vicente Camacho, Fernando Coronado y José Carretero, dando vida a tres especímenes claramente reconocibles, desde el más cínico pero de objetivos claros, al más soñador pasando por el más veleta (aunque en realidad no hay que fiarse de la piel de cordero que visten estos lobos, ya que en nada es lo que parece…). La principal cualidad de este elenco es la adaptación de sus propias características físicas e interpretativas a la naturaleza de cada uno de los personajes, lo que les convierte en protagonistas creíbles, una característica que ayuda al correcto desarrollo de la historia hasta su final, momento de diálogos más condensados en su contenido, tal vez demasiado respecto al desarrollo general de la propuesta, pero que incluyen y sostienen la ‘moraleja’ de la historia…

La escenografía es simple pero correcta, unos taburetes y una mesa de luz que se convierte sin problemas en un bar de moda gracias también, al diseño de luces y sonido de Jorge Kent y la música original de José Luis Bergia.

En AFTERWORK no hay lugar para el ‘buenismo’ (aunque lo pueda parecer), es una propuesta que parte de un planteamiento simple (tres amigos y compañeros de trabajo, de cháchara con unas cañas), y que pone su peso en unas interpretaciones bien medidas y creíbles que permiten disfrutar de una obra donde toda la acción se sustenta en unos diálogos que construyen y reconstruyen presente, futuro y pasado. Una propuesta de construcción inteligente, irónica y cínica, simpática pero con ese punto de mala leche que tan bien funciona y tanto nos gusta, aunque más allá de lo puramente teatral dispone de una ‘moraleja’ cuanto menos ‘amarga’ respecto a la integridad de nuestros protagonistas. Así que, cuidado con lo que hacéis para subir de planta, que os puede pasar factura….

 

ficha:

autor  David Barreiro
dirección  Bruno Ciordia
Reparto  Vicente Camacho, Fernando Coronado y José Carretero
producción  Miller Producciones Teatrales
diseño de luces y sonido  Jorge Kent
música original  José Luis Bergia
diseño gráfico  Studio Duermevela
fotografía  Olaya Pazos.

Afterwork obtuvo el Premio Nacional de Textos Teatrales Castelló a Escena 2015.