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(EN ROJO INFORMACIÓN FACILITADA POR LA COMPAÑÍA / TEATRO):

Parece un momento más que propicio para hablar de narcisismo. Ese narcisismo que todo lo inunda; ese que agranda nuestra percepción de nosotros mismos y nos empuja a hacer todo a lo grande, aunque hayamos olvidado muy bien la razón por la que lo hacemos.

Partiendo de un humor negro sin concesiones, Je suis narcissiste nos presenta a una organizadora de eventos culturales (Clotilde) que vive cada día como una carrera de obstáculos que se interponen entre ella y su felicidad. Clotilde tiene un problema. O dos. O tres. Un mal día lo tiene cualquiera, pero cuando los acontecimientos se precipitan fatalmente, dramáticamente, hiperbólicamente, uno puede acabar preguntándose por los dioses, el destino, el precio de la fruta y otros elementos inquietantemente imprevisibles. No importa qué haga o a donde vaya, Clotilde no hace más que topar con personajes que le hacen más difícil la vida. Ya sean parejas, mascotas, jefes, ascensoristas, artistas o empleados de pompas fúnebres, siempre acaba encontrándose con el mismo tipo de personas. Individuos (e indivíduas) con capacidades óptimas para hablar pero capacidades ínfimas para escuchar. ¿Acaso lleva incorporado sin saberlo una especie de imán que atrae a este tipo de egos? ¿Existe alguna solución posible? Clotilde pide ayuda al doctor Giovanni, psiquiatra excéntrico de fama cósmica. ¿Será finalmente él la solución a sus cuitas? ¿Conseguirá Clotilde vencer lo que parece ser una cruel broma del destino?

Una producción de Òpera de Butxaca i Nova Creació en coproducción con Teatro Real, Teatro Español y Teatre Lliure. Con la colaboración de Mondigromax, la SGAE y el acompañamiento de la Fundació Catalunya Cultura. Con el apoyo del Instituto de Cultura de la Barcelona y el Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya.

El Teatro Real y el Teatro Español se unen, por primera vez, en un proyecto cultural que supondrá el estreno absoluto de la obra Je suis narcissiste, ópera bufa de la compositora española Raquel García-Tomás, con libreto de Helena Tornero, en el que se denuncia, en clave de humor, el delirante narcisismo imperante en la sociedad actual.

comentario:

JE SUIS NARCISSISTE, ópera bufa con música de Raquel García Tomás, libreto de Helena Tornero, dirección musical de Vinicius Kattah y dirección de escena de Marta Pazos, se ha presentado en el Teatro Español de Madrid gracias a la colaboración del Teatro Real y el Teatro Español, en un proyecto común que ha dado como resultado el estreno de esta obra.

Cuando hablamos de ópera parece que todo se encuentre envuelto en una especie de seriedad o solemnidad, aunque también de excelencia. Los montajes clásicos se intercalan con otros más experimentales que parecen (la mayoría de las veces), conservar la esencia del ‘clasicismo’ que aparenta llevar implícita la ópera (incluso en propuestas de destacada innovación).  Pero, en esta ocasión, con JE SUIS NARCISSISTE, Raquel García Tomás junto a Helena Tornero y Marta Pazos, dan un salto al vacío para poner sobre las tablas una ópera bufa, ópera cómica, colorista, amena, irónica y crítica sobre el narcisismo en la época que nos ha tocado vivir.

Llegados a este punto, solo puedo decir, gracias por saltar, por el ejercicio de exponerse a un género muy poco tratado en nuestro país, de apostar por la renovación y por mostrar un trabajo diferente, que pone la fuerza en la música y en la calidad de las voces, pero también en la estética, el humor, el color, la crítica social, etc.

La vida de Clotilde, nuestra protagonista, cambia drásticamente y dramáticamente en poco tiempo, el desencadenante de este cambio es la muerte de su gato, a partir de ese momento todo irá de mal en peor, hasta el punto de que Clotilde decide visitar a un psiquiatra al que pedirá ayuda. Así, los espectadores seremos testigos de lo que ocurre y lo que ocurrió, es decir, viviremos la acción en dos tiempos, el presente en la consulta y la visualización de las situaciones que han llevado a Clotilde a estar en el punto en el que se encuentra y todo ello, manteniendo el foco en un humor suave y fresco que sirve de hilo conductor.

Pero vamos poco a poco, partimos de la música de Raquel García Tomás, una composición fresca y dinámica. En general, tanto la composición musical como la estética de la propuesta, su humor, su ritmo, los movimientos de los intérpretes en escena, etc., recuerdan enormemente a las películas y series norteamericanas de los años 50 – 60 (con algunas reminiscencias francesas). La música mezcla estilos llevándonos desde el clasicismo operístico a la música electrónica, pasando por variedad de estilos, lo que otorga a la propuesta una frescura especial sobre todo por la forma en que su composición resalta los momentos cómicos y, separa y personaliza la interacción de los diferentes personajes. No debemos olvidar, en ningún momento, que estamos ante una ópera bufa y no ante una ópera ‘seria’.

La interpretación musical es llevada a cabo por la Orquesta Titular del Teatro Real, dirigida por Vinicius Kattah, quien asume su papel dentro de la propuesta con total naturalidad y desparpajo, ya que además de dirigir la orquesta, posee un parte activa dentro de la misma. Así, con vestuario blanco y su cuerpo pintado del mismo color, dirige e interacciona con los espectadores mientras marca y remarca el tono humorístico de las escenas de forma muy adecuada, dibujando musicalmente situaciones muy cercanas al comic. Efecto que se ve también en el uso de colores planos, vivos y muy intensos, buscando resaltar la relación entre colores, música y la construcción de los propios personajes, para ello, cada personaje viste de un color diferente (naranja, azul, etc.) de forma que queda definido por un color que cubre todas las partes de su cuerpo. De esta forma, las partes del cuerpo que quedan al aire, están pintadas o recubiertas por un tejido del color asignado al personaje.

Marta Pazos es responsable de la dirección escénica de JE SUIS NARCISSISTE (con Alberto Trijueque como ayudante de dirección), realizando un trabajo muy coherente con la concepción general del resto de elementos de la propuesta. Ya conocemos su trabajo dentro de la compañía Voadora con propuestas como GARAGE donde es responsable de la escenografía y dirección al igual que en SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO, demostrando poseer un sello especial y característico que también se deja ver en esta propuesta. Así, partiendo de un libreto, en general, original y fresco, somos testigos de momentos realmente reseñables, aunque existen otros que se mueven rozando peligrosamente un tono algo infantil o hacia instantes ligeramente vacíos sobre todo en las transiciones entre escenas, sin embargo, otras escenas nos atrapan inmediatamente como el comienzo de la propuesta (con los labios que cantan), los diferentes personajes narcisistas, el ascensorista, el engaño del novio, la carrera de fondo de Clotilde, etc., son momentos cargados de imaginación, frescura, humor negro, etc., que mantienen una esencia característica que nos hace recordar momentos estelares de películas de la época dorada de Hollywood.

La escenografía de Fernando Ribeiro, ofrece los elementos justos y necesarios para recrear de forma eficaz la acción y se ayuda del excelente diseño de iluminación de Nuno Meira. Desde el comienzo de la propuesta, parece que en escena hay muchos actores-cantantes-interpretes sin embargo, solo son cuatro, Elena Copons (soprano) que da vida a la protagonista principal Clotilde,  Toni Marsol (barítono) que da vida al doctor Giovanni, María Hinojosa (soprano) y Joan Ribalta (tenor), entre los cuatro dan vida a unos 27 personajes diferentes, todo un reto. Pero, el resto está en algo más que conseguir interpretar a esta treintena de personajes, está en mantener un alto nivel vocal en todo momento, ya que está ópera es exigente en muchos sentidos. Ciertamente este elenco realiza un trabajo más que digno y muy disfrutable.

JE SUIS NARCISSISTE, es una ópera bufa y como tal, se sale de la dinámica de los montajes habituales, es una propuesta sustentada en el humor, pero sin obviar la crítica a una sociedad cada vez más narcisista e individualista que vive de cara a la imagen que se proyecta al exterior, alimentándose de amistades virtuales y momentos artificiales y/o ficticios, que difuminan la verdadera soledad existente en nuestra vida, y lo hace mediante una propuesta fresca, curiosa, simpática, con humor negro y desenfadado y con un discurso plástico y musical colorista y coherente entre sí. Así que, si podemos ir al cine a disfrutar de una película de humor o al teatro a ver una comedia, no debería resultar extraño o incomprensible poder disfrutar de una ópera cómica, por ello, si somos capaces de dejarnos envolver por los colores, la historia, las interpretaciones, las voces, el humor y la música, podremos apreciar esta simpática propuesta y salir del teatro con una sonrisa en la cara.

 

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