Revista cultural   -   Critica teatral   -   ISSN 2255-3894



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información:

(EN ROJO INFORMACIÓN FACILITADA POR LA COMPAÑÍA / TEATRO):

Zaragoza. En el año siguiente al del día en que vemos la función, sea este cual sea. Una joven protagoniza un altercado en la plaza donde se encuentran los cañones conmemorativos de los sitios durante la guerra de la Independencia, y que hoy apuntan a las puertas de un conocido centro comercial. Durante el suceso se produce un acto de resistencia a la autoridad y agresión a un agente de la misma, además de una flagrante alteración del orden público, por lo que la autora de los hechos es trasladada a un centro de detención.

Tras comprobar que va indocumentada y dado que se identifica con el mismo nombre de la Agustina que protagonizó la hazaña de 1808, se dictamina someterla a una evaluación psicológica que acabará sembrando dudas incluso entre sus interrogadores, a la vez que el suceso que da origen a todo ello va cobrando una notable repercusión en la vida pública a través de las redes sociales y los medios de comunicación.

Los recuerdos y también los fantasmas de Agustina se entreveran en esta trama principal que vertebra el relato en torno a las decisiones que cambian el rumbo de toda una vida, y también a la necesidad del heroísmo en una era cada vez más pragmática, en un mundo donde se acumulan demasiados cadáveres innecesarios, donde demasiados actos de justicia quedan pendientes. Agustina dialoga e interpela a los suyos y a los otros, cuestiona y se cuestiona hasta que… No podemos decir más.

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comentario:

AGUSTINA, obra teatral con texto de Fernando Sansegundo llega a la cartelera teatral bajo la dirección de Verónica Mey con Silvia Domínguez como ayudante de dirección e interpretada por Raquel Pardos.

Una joven realiza un acto espontáneo de rebeldía en plena calle, su acción reivindicativa, aunque meramente anecdótica, pasa a ser algo más serio cuando los medios de comunicación y las redes sociales lo convierten en un mediático motivo de debate. Agustina es detenida y debe explicar los motivos de su acto, pero algo extraño sucede ya que en sus explicaciones entrelaza momentos presentes con recuerdos y fantasmas del pasado, de un pasado que parece propio, pero que corresponde con la vida de Agustina de Aragón.

La propuesta se plantea a partir de lo que sucede en un simple instante, en este caso concreto, el momento en el que Agustina toma la decisión de actuar, un instante desencadenante de una situación en la que se solapan y entrecruzan los recuerdos de la vida de Agustina de Aragón (aquellos momentos que tuvieron como consecuencia el disparo del cañón durante los Sitios a Zaragoza en la Guerra de la Independencia Española) y la vida actual de Agustina. Una persona con dos realidades, la presente y la pasada. Nuestra Agustina actual debe hacerse responsable de sus decisiones y sus actos, y de las consecuencias de los mismos de forma valiente, y de esta forma, al analizar sus actos, presente y pasado se entremezclan y solapan uniéndose para alcanzar una línea de actuación común que apuesta por la necesidad de tomar las riendas de nuestra vida.

Un punto de partida que pone el protagonismo en la persona, una única mujer (interpretada por Raquel Pardos) como eje que une pasado y presente (personaje histórico frente a persona anónima actual), como nexo de unión entre la moderna Agustina y la arrojada Agustina de Aragón. Así, el personaje de Agustina nos ofrece un pequeño misterio, ¿será Agustina la reencarnación de Agustina de Aragón?, ¿ha realizado un viaje en el tiempo?, ¿es como los personajes de LOS INMORTALES y ha conseguido sobrevivir a través de los siglos?, etc., pero entonces, ¿es Agustina una mujer de gran imaginación?, ¿padece alguna enfermedad mental? o ¿está reproduciendo documentos que ha leído previamente?... Efectivamente, nos podemos plantear estas preguntas y algunas más, aunque en realidad, no tiene importancia, lo importante es el juego planteado entre pasado y presente a través del cual, se elucubra sobre la posible personalidad de las protagonistas y se dejan al descubierto temas como los contrastes de sus vidas, el papel de la mujer en la sociedad, la toma de decisiones, las cosas que asumimos como ciertas cuando se nos inculcan desde la niñez para que mantengamos un comportamiento social ‘aceptable’, etc., existiendo también una visualización de los roles sociales, reivindicaciones, falsas creencias, etc. Cuestiones que se visualizan mientras se va recorriendo y desentrañando todo aquello que supuestamente ha sucedió tanto en el pasado como en la actualidad. En este paseo a través de los dos personajes, un aspecto efectivo es que se tienen en cuenta dos factores, los externos (sociedad, entorno, época, etc.) y los propios de las protagonistas (valores, educación, amistad, familia, etc.).

El texto se muestra acertado en su visión de los personajes. Así, partiendo de un punto de vista contemporáneo del personaje de Agustina, nos enfrenta con una mujer actual cuya normalización nos sugiere que cualquier persona puede, en un momento determinado, realizar una acción que suponga un cambio decisivo en su vida o/y en la propia sociedad. Para ello, partiendo de una mujer de hoy en día, nos ofrecen un acercamiento a la que podría haber sido la parte más humana de Agustina de Aragón, no la mitificada en películas o libros, dejando así a un lado la visión de heroína, para bucear por sus pensamientos y motivaciones, y por aquello que hubiera podido ser su vida y la de su entorno.

La historia recreada (tanto de la joven actual como los recuerdos de Agustina de Aragón), posee un punto de vista diferente y parece buscar un efecto de intriga entre el pasado y presente (y la propia personalidad de su protagonista narradora principal, Agustina), un efecto que aunque tiende a dilatarse en exceso consigue que, más que intriga sintamos el efecto que genera el contraste narrativo entre la inconcreción de las palabras de Agustina frente a la concreción de las palabras de Agustina de Aragón. Así, lo realmente interesante viene del juego narrativo, el texto y los diferentes saltos temporales, siendo especialmente reseñable la recreación de cuatro versiones sucesivas de un mismo momento, especialmente efectivo tanto por su construcción, interpretación y desarrollo.

En la definición de los personajes de Agustina y de Agustina de Aragón, encontramos elementos en común que van más allá de ser personajes luchadores e reivindicativos, ya que se construyen a partir de la mirada de quien descubre, de quien nunca se ha cuestionado aquello que aprendió desde la niñez, hasta vivir un momento ‘desencadenante’, que les enfrenta a descubrir la diferencia entre lo aprendido y lo real, a través de la mirada ‘del otr@’. Así, nace el cuestionamiento de los roles, de sus papel en la sociedad, etc., apareciendo preguntas y cuestionamientos como: ¿por qué el hecho de que una mujer disparara un cañón se convirtió en un acto heroico, si era algo que los hombres hacían habitualmente?, ¿fue por la necesidad, en épocas oscuras, de héroes, de distintos referentes?, o tal vez, ¿fue por el asombro al considerar, de forma institucionalizada, cobardes, débiles o incapaces de un acto valeroso a las mujeres?, etc. Muchas cuestiones se plantean y pasan por la boca de Agustina y por la mente de esta particular Agustina de Aragón, cuestiones que pasan rápido, pero dejan su poso en la mente del espectador/a que este dispuest@ a escuchar.

En general, el personaje de Agustina de Aragón es más completo en sus vivencias que el personaje de Agustina. Partir de un personaje historio tiene sus ventajas a la hora de ser dibujado y construido, aunque se haga desde una perspectiva diferente. De esta forma, la escenificación de las escenas protagonizadas por Agustina de Aragón consiguen más seguridad argumental frente a la confusión de Agustina, una confusión basada en la existencia de un misterio que se va desentrañando poco a poco, pero que tiende a disminuir la fuerza del personaje de Agustina para incrementar la aportada al personaje de Agustina de Aragón, de forma que finalmente, conforman un todo.

Estas Agustinas nacen del cuerpo y la voz de Raquel Pardos, a la que ya conocemos por su participación en propuestas como ‘Mujeres de Paciencia Salvaje’ de Ximena Vera o ‘La chica del guante’ de Verónica Mey. Raquel Pardos evidencia su energía y su capacidad para hacer suyo un texto complejo tanto por su contenido como por su extensión, un trabajo meritorio que no pasa desapercibido. Es cierto que, al comienzo de la propuesta, el tono de la interpretación está muy alto (demasiado), aunque poco a poco, Raquel Pardos se va haciendo dueña del espacio escénico y demostrando su capacidad para mantener en solitario la fuerza del relato. Laura Contreras, Carmen Gutiérrez y Jorge Usón, son los responsables de las voces en off que se escuchan durante la propuesta.

La escenografía de María D. Alba es austera, un manto de hojas secas que cubre la parte central del espacio escénico. Pocos elementos aunque suficientes para mantener la acción propia de Agustina de Aragón, ya que, con un simple cambio de posición (fuera de la zona de hojas secas), de iluminación (responsable de iluminación: Ion Aníbal) y de tono por parte de Raquel Pardos nos hacer volver al siglo XXI para escuchar a Agustina y su propia historia. Todo ello se completa con el vestuario diseñado por Yeray González, los audiovisuales de Nando Pardos y el espacio sonoro de Ana Coll Miller.

Agustina es una propuesta en la que pasado y presente se combinan para sumergirse en la figura de Agustina de Aragón, a partir de un personaje actual y desde un punto de vista diferente. Agustina es una obra correcta que demuestra poseer todavía margen para crecer, ajustar, medir y evolucionar en su recién estrenado camino. La propuesta se deja ver con agrado gracias, especialmente al texto, a la honestidad de su concepción y al meritorio trabajo interpretativo de Raque Pardos, en este pequeño homenaje a las personas anónimas (o no), que mediante grandes o pequeños actos son capaces de cambiar positivamente su entorno. Una invitación a perder el miedo y actuar cuando la ocasión lo requiera.

 

ficha:

INTÉRPRETE       Raquel Pardos
CON LA COLABORACIÓN ESPECIAL DE   Laura Contreras, Carmen Gutiérrez y Jorge Usón
LIBRETO               Fernando Sansegundo
ESCENOGRAFÍA             María D. Alba
DISEÑO DE ILUMINACIÓN  Ion Aníbal
AUDIOVISUALES             Nando Pardos
ESPACIO SONORO         Ana Coll Miller
VESTUARIO        Yeray González
AYUDANTE DE PRODUCCIÓN    Pablo Villa Sánchez
FOTOGRAFÍA    Pilar Martín Bravo
DISEÑO GRÁFICO   Photoinstant
AYUDANTE DE DIRECCIÓN  Silvia Domínguez
DIRECCIÓN        Verónica Mey

 

autor/a

img

ESTRELLA SAVIRÓN (alias Agolpedeefecto).

 

Hago crítica teatral, pero sobre todo amo el teatro, e intento lograr la difusión veraz de la cultura. He colaborado en varios medios en España y fuera de nuestras fronteras y en programas de radio dedicados a las artes escénicas. En 2007 creé Agolpedeefecto.com, una revista digital que tenía como objetivo la difusión de la cultura, con amplitud de miras y aún sigo en el empeño.

 


 

fecha:

Marzo 19

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