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información:
Verano de 1927. El transatlántico Île de France parte rumbo a Nueva York. Un viaje de placer, de lujo, de derroche, de alegría. Entre los pasajeros, una mujer. Es su viaje personal: el camino hacia el triunfo. Por fin, su talento ha sido descubierto. Despegándose de la música del salón de fiesta, sale a la noche de la cubierta. Allí está él, su acompañante en este camino hacia el éxito. Todo es incredulidad, anhelo, deseo, entusiasmo. Él es un hombre taciturno. Parece compartir con ella su alegría. Pero quizás su visión sea otra. Quizás no todo sea belleza. Quizás en esa cubierta del Île de France se digan cosas que no debieron ser expresadas. ¿En qué quedan los sueños entonces? ¿Cuál es la cruda realidad?
(EN ROSA INFORMACIÓN FACILITADA POR LA COMPAÑÍA / TEATRO).
comentario:
Carlos Atanes, cineasta, dramaturgo y escritor, es el responsable de la dramaturgia de LA LÍNEA DEL HORIZONTE, una propuesta que llega a la cartelera teatral madrileña, con un tono algo más dramático del que nos tiene acostumbrados Carlos Atanes, que siempre ha dado muestras de su particular sentido del humor, su ironía, sarcasmo y ese tono de surrealismo tan característico en muchas de sus propuestas, y del que ha muestras, en mayor o menor medida, en sus últimos trabajo teatrales como: Un genio olvidado (Un rato en la vida de Charles Howard Hinton), La quinta estación del puto Vivaldi, Ciclos atánicos, El triunfo de la mediocridad, Secretitos, etc.
Bajo la dirección de Joaquín Hinojosa y la regiduría y dirección técnica de Juan Miguel Alcarria, nos encontramos ante una propuesta muy austera en su puesta en escena. La escenografía representa la cubierta de un barco, concretamente la cubierta del transatlántico Île de France. Está cubierta, se presenta construida con muy pocos elementos pero muy bien escogidos ya que inmediatamente nos evoca elementos conocidos de nuestro imaginario colectivo, momentos estelares de películas y situaciones románticas que nos ayudan a construir y reconocer ese espacio como, el justo y necesario para el desarrollo de la acción. Además de estos elementos físicos (barandillas, etc.), los diálogos de los dos protagonistas nos ayudan a sitúanos inmediatamente en la cubierta del barco, una solución efectiva y con una cierta carga de romanticismo y nostalgia.
La propuesta se desarrolla en varias partes bien definidas, cada una de estas partes se caracterizan por dar protagonismo en los diálogos a uno de los personajes, de esta forma, en este encuentro entre una joven actriz y un hombre maduro en la cubierta de un trasatlántico con rumbo a América, vemos como el personaje femenino comienza dominando la acción, un protagonismo que posteriormente pasará al protagonista masculino para terminar con un final más o menos abierto, según el criterio del espectador.
En la situación planteada durante el encuentro de estos dos personajes, existe una construcción de los mismos que en principio, no parece tan coherente como cabría esperar, sus palabras y sus actos no parecen concordar completamente, así que, de esta forma empieza a plantearse el juego de los personajes, en primer lugar tenemos una mujer valiente y con experiencia, que se embarca sola hacia un destino esperanzador pero desconocido. Durante la primera parte de la propuesta esta mujer no deja de hablar, habla constantemente de cuestiones superficiales, vacías e increíblemente ingenuas para la situación planteada, lógicamente parece un efecto buscado, pero no deja de resultar raro o de dudosa credibilidad en algunos momentos. La parte del protagonismo masculino, comienza bien, sus palabras son primero amables y cordiales para pasar a ser duras e incluso crueles en algunos momentos, algo que pone sobre el tapete todos los elementos necesarios para un verdadero enfrentamiento entre ambos, un cara a cara con una gran fuerza dramática que no se produce, manteniendo constantemente un ritmo excesivamente lineal y sosegado que no parece estar acorde con las palabras y la propia construcción inicial de los personajes.
Existen muchas palabras, pero también muchos elementos metafóricos y cierta musicalidad en toda la composición, que tratan diversos temas a tener en cuenta a medida que se van desarrollando, desde el mismo título de la propuesta hasta el final de la misma. Veamos:
¿Quién no se ha quedado ensimismad@ mirando LA LÍNEA DEL HORIZONTE?, ese lugar aparentemente hermoso pero lejano, siempre al final del camino por mucho que avancemos, es un lugar inalcanzable, pero no por ello dejamos de intentar llegar. Ese lugar, el de nuestros sueños, está allí en la lejanía,y para la protagonista femenina ese lugar es América, una nueva oportunidad donde piensa demostrar lo que vale y conseguir fama y reconocimiento.
Otro punto de análisis y de juego, es que ambos personajes son totalmente opuestos, aunque ambos cargan con pesadas maletas emocionales, poseen dos visiones opuestas de la vida. Un hombre maduro, vivido, desencantado, cínico y escéptico frente a una joven cantante con un extenso recorrido profesional que no le ha permitido conseguir grandes resultados, pero que aún está llena de ilusión, esperanzas y entusiasmo por conseguir un futuro mejor.
Ante esta dicotomía en la personalidad, naturaleza, estructura y composición de los personajes, se remarca también la idea del reconocimiento y la 'fama', teniendo muy presente la contextualización de la acción, es decir, el estar situada en la década de los años 20, donde la posibilidad de un reconocimiento real, en la búsqueda de la fama una vez estancada la carrera o tocado el techo dentro de tu propio país o simplemente como intento para salir de la precariedad de la profesión, conllevaba la necesidad de viajar a otro país, ya fuera en Europa o embarcarse a ‘hacer las américas’.
Nuestros dos protagonistas cobran vida de la mano y cuerpo de Beatriz Arjona y Joaquín Hinojosa, vestidos elegantemente aparecen en escena, y desde el principio queda claro el mérito de ambos por el gran esfuerzo de memorización de un texto profuso que no deja espacio a la improvisación ni al despiste. Las interpretaciones son correctas y existe buena química entre ambos intérpretes lo que ayuda a mantener la credibilidad de la historia, a medida que el tono de los personajes va cambiando. Entablando un dialogo a modo de relación amor-odio, poder-opresión que desemboca en un final abierto, algo simplista aunque eficaz.
Una propuesta de ritmo sosegado que se ve con agrado, mientras presenciamos el cara a cara entre dos personajes que acentúan la idea de la ingenuidad frente a oportunismo, y plantean la incógnita de lo que seriamos capaces de hacer para conseguir nuestros sueños, cual serie el precio que estaríamos dispuestos a pagar, en una propuesta que espero irá creciendo y consolidándose con el rodaje y en la que se puede disfrutar especialmente de las interpretaciones de Beatriz Arjona y Joaquín Hinojosa.
ficha:
Dramaturgia: Carlos Atanes
Director: Joaquín Hinojosa
Intérpretes: Beatriz Arjona y Joaquín Hinojosa
Música: Marc Álvarez
Fotografías: Jacobo Medrano
Regiduría y dirección técnica: Juan Miguel Alcarria
Producción escénica: Marta Timón Herrero
Una producción de Fortknox Audiovisual