Ésta es una comedia fantástica sobre conspiranoias reales (conspiranoias de todos los colores, locas, cuerdas, exóticas y familiares). Sobre el fin del mundo como espectáculo pirotécnico. Sobre tornillos sueltos. Sobre linternas que no funcionan bien cuando más se las necesita, cerillas, fogonazos y seres de luz. Sobre encuentros fortuitos en un bosque tenebroso lleno de misterios (como todos los bosques bañados por la luz de la Luna). Sobre peligros remotos que nos conmueven o nos dejan indiferentes y peligros imaginarios que sólo habitan en nuestra fantasía y peligros inminentes que nos amenazan sin que lo advirtamos. Sobre tres personajes inocentes y terribles, divertidos y escalofriantes.

Tres personajes excéntricos, obcecados y locuaces que expresan sus delirios sin freno ni pudor alguno porque apenas tienen conciencia de que exista alguien más aparte de sí mismos. Pero que, no obstante, disimulan. Porque ésta es, sobre todo, una comedia sobre fingimientos, sobre falsas apariencias, sobre malicia camuflada de ingenuidad y sobre secretos. Secretos acerca de cositas que es mejor no airear. Cositas… ¡Espeluznantes!

Comentario:

Una comedia loca, llena de giros y de psicópatas que por un guiño del destino se encuentran en una noche de luna llena en un bosque. Tres sabios y al mismo tiempo ignorantes, tres mentirosos que expresan, en algunos momentos, sus verdades. Tres personajes excéntricos, extraños y psicópatas que pasan desapercibidos en la normalidad de la sociedad y en los círculos del poder.

Si las casualidades no existen, este encuentro en el bosque, es más que eso, ¿una casualidad? o como dice el refrán: Dios los cría y ellos se juntan, en cualquier caso, este encuentro generará situaciones y conversaciones delirantes, que te llevan del razonamiento más locuaz a la locura más absoluta.

María Kaltembacher, Carlos Cañas y Roberta Pasquinucci dan vida de forma efectiva y creíble a estos surrealistas personajes llenos de contradicciones, falsas verdades y mucho humor aunque bastante negro. La ecología, la ciencia ficción y la política se pasean por este bosque para mostrar al espectador que, en este caso, la locura no tiene cura, pero te hace pasar momentos muy divertidos.

Todas las situaciones son bastante surrealistas aunque el desarrollo de los diálogos y la obra en general se mueven dentro de cierta coherencia de los personajes, es como tener la habitación desordenada pero sabiendo donde esta cada cosa, el orden dentro del desorden. En este caso, la coherencia dentro de la locura colectiva de estos tres personajes que son para darles de comer aparte…

La escenografía es simple, hojas por el suelo y unas ramas, la oscuridad y pocos elementos más conforman este frondoso bosque donde se desarrolla toda la acción. Situaciones aparentemente casuales que se muestran con muchas facetas y matices y que van tomando forma para descubrir un final sorprendente y nada convencional.

Lógica, diversión y absurdo se mezclan en esta obra para hacer pasar un buen rato al espectador con una propuesta original y diferente. Una alternativa a tener en cuenta por aquellos que quieran ver una obra original, bien interpretada y además pasar un rato divertido.