Encrucijada o nihil novum sub sole es la segunda pieza de la Trilogía del Desencanto. Un proyecto teatral de Borja Roces. La primera pieza, 'Pequeño defecto de fábrica' se estrenó por primera vez en 2012, es una reivindicación de la imperfección frente a la supuesta belleza de lo perfecto. La trilogía queda completada con 'El club del Desencanto' que se estrenará previsiblemente, a finaes de este año 2014. Aunqe antes del estreno de 'El club del Desencanto', Borja Roces tiene pensado estrenar una pieza independiente más pequeña: “Bukake” (título provisional).

Encrucijada: Lugar en donde se cruzan dos o más calles o caminos. Ocasión que se aprovecha para hacer daño a alguien, emboscada, asechanza. Situación difícil en que no se sabe qué conducta seguir.

El teatro como la vida, puede ser algo inesperado, confuso, contradictorio, ilógico….una sucesión de maravillosos momentos inconexos. Un cruce extraño de caminos. “Encrucijada o Nihil novum sub sole” parte de esa premisa.

En este trabajo se cruzan, sin saber muy bien por qué, muchos caminos. De modo casi sobrenatural se han ido entrelazando los deseos, los momentos de oscuridad, los secretos de lo más íntimo (siempre los secretos de lo íntimo) las canciones que como agujas de tejer, desgarran el alma, y la voluntad (casi suicida) de volver al camino.

El espectáculo. Cruce extraño de caminos, que de manera casi sobrenatural da lugar a “Encrucijada o Nihil novum sub sole”. Hablamos sobre el dolor heredado, la incapacidad para avanzar o el artista qué no sabe qué camino tomar. Un poeta en contra del “buenismo” imperante, una mujer incrédula, alguien que intenta olvidar la angustia a golpe de tequila o rajándose literalmente el cuerpo, y una señora que hace del llanto eterno una forma de reivindicar su existencia. Seres que habitan esta Encrucijada y este lugar en el mundo, donde todos estamos quietos, congelados, sin avanzar ni retroceder, incapaces de continuar…. nada nuevo bajo el sol.

“Encrucijada o nihil novum sub sole” se estructura casi como un poema dramático. Las palabras de los “desencantados” – las propias y las que nos ha regalado Néstor Villazón, poeta- la carnalidad de lo físico y las canciones que como agujas de tejer apuñalan el alma componen este trabajo, que nos gusta llamar Teatro del Desencanto.

Comentario:

Después de ‘Pequeño defecto de fábrica’, Borja Roces nos ofrece ‘Encrucijada’, segunda parte de la trilogía del desencanto formada por tres piezas independientes y complementarias.

Borja Roces y Alicia Rodríguez son los protagonistas de esta obra formada por pequeñas y la vez grandes historias del desencanto, dos personas diametralmente opuestas tanto en lo físico como en sus propios orígenes que se unen para presentar un trabajo arriesgado pero muy honesto donde el poder de la palabra y la sutil mezcla con el absurdo crean un espectáculo único y poco convencional.

	Y es que nuestros protagonistas están desencantados de la vida, de lo que tienen o no tienen y de lo diferente que es la realidad de aquello que soñaron o les prometieron cuando eran niños. Pequeños fragmentos llenos de palabras de profundo significado, con las que los espectadores nos sentiremos identificados en más de un momento. Experiencias vitales se exponen directamente, sin tapujos. Como nos enfrentamos al amor, a la convivencia, a la dependencia, al ‘buenismo’ trascendiendo a la experiencia personal y convirtiéndose en pensamientos o experiencias universales, eso si, cuando el desencanto nos atenaza.
‘No despreciemos lo incómodo. Estamos hechos de dolor, incomodidad y placer a partes iguales. Seamos honestos. No buenos.’
	Así, 'Encrucijada' obra cuyo título tiene como referencia la copla del mismo nombre de Marifé de Triana se completa con una frase en latín NIHIL NOVUM SUB SOLE. (Nada nuevo bajo el sol) como explicación de ese momento donde el desencanto nos envuelve cuando aparentemente nada cambia, nada ha cambiado y nada cambiará, estamos sumidos en una dinámica anodina y triste sin darnos cuenta de que todo cambia, todo se mueve y nosotros tenemos finalmente la opción de elegir e intentar salir de la encrucijada. La escenografía es simple, casi ausente, tampoco son necesarios muchos elementos, en este caso, la palabra es la protagonista y lo demás es secundario. Aunque algunos elementos como el sillón, la máquina de escribir, las flores, etc., tienen un significado más simbólico que el propio de su naturaleza.

Borja Roces es autor y director de esta obra y junto con Alicia Rodríguez actúan interpretando a estos personajes sumidos en el desencanto que desnudan sus almas y casi sus cuerpos ante el espectador. Ambos realizan un buen trabajo, valiente y arriesgado transmitiendo al espectador su desencanto alternado con simbolismo y algunos momentos de absurdo. Un trabajo honesto que también ofrece humor e ironia. Borja y Alicia se complementan a la perfección y si, en la primera parte Alicia destaca sobre Borja por sus personajes más expresivos y con más matices, después las tornas se cambian y los personajes de Borja toman un mayor protagonismo, para terminar ambos, en un deseado abrazo.

Es cierto, que esta obra no es para todo tipo de público, es una obra que requiere la escucha permanente, la atención constante y la mente abierta, si es así, descubrirás una delicia de texto, complejo y desesperado pero al mismo tiempo con cierto grado de humor e ironía. Un texto que te invita al jugar, a un juego de reflexión, que igual que deja un poso de tristeza en el espectador, le invita a la lucha contra el desencanto.

FICHA:

Texto y Dirección: Borja Roces
Intérpretes: Alicia Rodríguez y Borja Roces
Diseño de Iluminación: Juanan Morales
Iluminación y Sonido: Juanan Morales/ Alberto Morales
Música: Vivaldi
Espacio Escénico: Borja Roces
Poemas adicionales: Néstor Villazón (“Otra maldita tarde de domingo)
Producción: Cía. El Encuentro-Borja Roces con Alicia Rodríguez & BlueBirds
Colaboración: Tumbalobos Teatro
Comunicación y Prensa: Waldo Rosales. MoviendoTeatro.