información:

(EN ROJO INFORMACIÓN FACILITADA POR LA COMPAÑÍA / TEATRO):

Una obra de Germán Bernardo, Quique Fernández, Irene Gómez, Marina Herranz, Natalia López, Fernando Nigro y Toni Ruiz.

Corren los años noventa, en un pueblo de la provincia de Buenos Aires del cual algunos no pueden salir y al cual otros deciden no frecuentar. Una fiesta familiar, de ese tipo de familias numerosas e intrincadas, pero con una característica: los une la sangre y un negocio que se expande a ambos lados de la frontera de la legalidad. El relato va y viene, de esa fiesta a la casa del padre, un anciano postrado en una silla desde donde despliega dos caras tan opuestas y poderosas come extremas en sus intenciones. De la fiesta, a un apartamento donde la única hermana mujer, junto a su novia, engañan a hombres débiles, sacando rédito y malviviendo así de chapuzas miserables. De la fiesta, al encuentro entre los dos hermanos mayores que no se hallan y se cuestionan, y se alejan cada vez más. Y el menor de la familia, observando todo, tejiendo en silencio, sabiendo por dónde tirar para proteger el honor, la herencia, la memoria de un pasado heroico.

comentario:

MALASANGRE es una propuesta creada por Germán Bernardo, Quique Fernández, Marina Herranz, Natalia López, Fernando Nigro, Irene Gómez y Toni Ruiz. Un trabajo colectivo que podemos disfrutar en ‘La Travesía de Galván’, un local situado en el barrio de Carabanchel, concretamente en la calle José María Galván, 3, Bajo derecha. Un portal sin distintivos por el que accedemos al piso inferior, donde podremos observar la vida de una peculiar familia disfuncional cuyos miembros deben cerrar las heridas abiertas y transitar hacia la reconciliación familiar.

MALASANGRE es la séptima propuesta de la compañía ‘La pera del Olmo’, formada por actores argentino y españoles con experiencia actoral en argentina que se han unido para dar forma a esta historia familiar (y otras), mezcla de drama y comedia negra que ahonda en las raíces, la familiar y el extraño poder que ejerce sobre cada persona la herencia y el ‘honor’ familiar.

El comienzo de la propuesta no podría ser más alegre, una fiesta familiar, invitados variados y el reencuentro de herman@s separados por el tiempo y la distancia, pero nada más comenzar la fiesta vamos descubriendo que además de malasangre, hay mucho de malababa entre estos familiares, hermanos y primos, que se mienten, se engañan y se critican sin pudor.

Existen varios aspectos que llaman la atención en esta propuesta que se sustenta en el texto y en el trabajo actoral. La dramaturgia nos propone el reencuentro de cuatro hermanos, la interacción de estos con la figura del padre, el patriarca,  junto a una serie de historias complementarias que sirven para construir y mostrar la naturaleza de los personajes, una naturaleza que se va transformando a medida que se desvelan los enigmas, las mentiras, las medias verdades, etc., que rodean a los personajes. Todo ello se realiza mediante acciones y diálogos realistas, que no obvian una buena parte de dureza, cinismo y cierto grado de crueldad verbal y emociona, que muchas veces se trasladan hacia el teatro del absurdo.

En la puesta en escena, descubrimos la escenificación de las consecuencias de la vuelta al hogar familiar de uno de los hijos de esta familia, que tomo la decisión marcharse lejos como una forma de ‘huir hacia delante’, mientras su padre y herman@s se quedaron al pie del cañón. De esta forma, se nos propone la acción de marcar la distancia, de movimiento en el espacio y en el tiempo como interesante forma de construir la propuesta, que se compone de una sucesión de piezas que saltan en el tiempo mezclando espacios, personajes y tiempos, sin que cambie en ningún momento la escenografía, apareciendo y despareciendo multitud de personajes interpretados por un número limitado de actores y actrices mediante cambios rápidos y dinámicos de personajes y a través de juegos visuales (mediante desapariciones y apariciones que aprovechan todos los elementos escénicos para crear efectos originales y sorprendentes basados en la simplicidad, la coordinación y la rapidez).

Las acciones fluyen mientras todos los elementos iniciales van cambiando y las escenas que parecían en un principio inconexas (por sus constantes cambios) van tomando forma hasta resituarse construyendo un puzle que, finalmente, nos ofrece el dibujo total de esta familia que tiene poco de convencional, aunque tiene muchos de los dramas, rencores, envidias y reproches que existen dentro de los núcleos familiares más habituales.

La dirección de Toni Ruiz con Irene Gómez como ayudante de dirección destaca por su destreza, marcando certeramente los tiempos, cuidando especialmente la sincronización actoral y escénica, la dirección actoral, etc., De esta forma, a medidas que se desarrolla la propuesta somos cada vez más conscientes de la complejidad de las escenas, las originales y estudiadas transiciones, la sencillez y efectividad de las soluciones escénicas, la pulcritud en la dirección actoral que se completa con el honesto trabajo actoral de Germán Bernardo, Quique Fernández, Marina Herranz, Natalia López y Fernando Nigro, que poco a poco, y gracias a su naturalidad, la forma en la que interaccionan con los espectadores, su flexibilidad interpretativa (sus repentinos cambios de personajes, salidas y entradas en escena sin salir del espacio, etc.), se van ganando el favor de los espectadores. Es espacio escénico posee una escenografía realista diseñada por Raúl López, que se mantiene contante durante toda la propuesta, pero que es capaz de cambiar visualmente el espacio y el tiempo de la acción con unos pocos y determinados cambios de posición de algunos elementos escénicos, el resto lo construye la imaginación de los espectadores que también se ayudan de la iluminación de Daniel Bosio y Toni Ruiz.

La forma de construcción de la propuesta, la definición de los personajes y en la forma en la que confluyen los personajes tanto individualmente como en el concepto de la colectividad, incidiendo en la presión que ejerce el núcleo familia sobre cada uno de sus miembros, etc., recuerdan a propuestas como La omisión de la familia Coleman de Claudio Tolcachir , aunque en este caso, el tratamiento y el desarrollo sean diferentes, pero eso sí, se deja vislumbrar ese sello tan marcado del teatro argentino.

MALASANGRE, por su concepción, desarrollo y puesta en escena, resulta una propuesta de lo más apetecible, ofreciéndonos una comedia dramática negra de ‘final feliz’, de esas que, se cuecen a fuego lento y cuyo sentido de la comedia nace del lanzamiento de cuchillos bien afilados entre los miembros de esta peculiar familia de negocios poco claros. Una familia argentina fundada por emigrantes italianos, cuyo relato familiar se mueve entre la sinceridad más descarnada, la naturalidad y el surrealismo. No hay nada mejor que ‘La familia’ unida, y ya se sabe que, en la vida diaria y en los negocios, hay que hacer lo que hay que hacer, y en nuestro caso, como espectadores, lo que hay que hacer es ir al teatro y disfrutar de la naturalidad y honestidad de la puesta en escena de MALASANGRE.

ficha:

Actuación: Germán Bernardo, Quique Fernández, Marina Herranz, Natalia López, Fernando Nigro
Iluminación: Daniel Bosio y Toni Ruiz
Escenografía: Raúl López
Fotografía: Irene Gómez
Diseño Gráfico: Carlos Borondo y Carolina Dufour
Producción: La Pera del Olmo y La Travesía de Galván. En colaboración con Juanlu Ruiz y Rosalía Martínez
Asistencia de dirección y producción: Irene Gómez
Dirección: Toni Ruiz