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información:
(EN ROJO INFORMACIÓN FACILITADA POR LA COMPAÑÍA / TEATRO):
La Ternura es una comedia romántica de aventuras en la que intento contar que no nos podemos proteger del daño que produce el amor. Que si queremos amar nos tenemos que arriesgar a sufrir. Y que tampoco los padres pueden proteger a los hijos del sufrimiento de la vida porque eso pone en peligro la vivencia de una vida plena.
El espectáculo se llama La Ternura porque habla de la fuerza y de la valentía para expresar amor. La ternura es la manera en la que el amor se expresa. Sin ternura el amor no se ve. La ternura son las caricias, la escucha, los pequeños gestos, las sonrisas, los besos, la espera, el respeto, la delicadeza. Una sociedad sin ternura es una sociedad en guerra. Por eso si no eres tierno por mucho que le digas a alguien que le amas te arriesgas a que te diga: ¡Pues no se nota!
Después de hacer tragedia, Andrés Lima y yo pensamos que estaba muy bien hacer comedia. Se nos veía venir. El proyecto de Teatro de la Ciudad se define porque dos directores o más trabajamos juntos a lo largo de un proceso de talleres que desemboca en varios espectáculos. En este caso desde primavera de 2016 comenzamos a trabajar sobre la comedia en general y sobre la de Shakespeare en particular. Elegimos Shakespeare porque él reúne toda la tradición de la comedia clásica greco-romana, suma la tradición medieval popular, y crea la comedia moderna (junto a Lope de Vega). La comedia es el género del teatro occidental que más éxito ha tenido y su dimensión es gigante, así que nos centramos sobre Shakespeare.
Tanto Andrés como yo hemos creado dos textos nuevos. En mi caso he leído y releído las comedias de Shakespeare con el objetivo de dejarme impregnar por su estilo, su forma, su atmósfera, sus personajes, sus argumentos, sus trucos y juegos. Al mismo tiempo que hacía esta lectura intensa iba haciendo otras dos cosas: armar el argumento de La Ternura y hacer talleres de improvisaciones con los actores. Con Paco Déniz, Elena González, Natalia Hernández, Javier Lara, Juan Antonio Lumbreras y Eva Trancón. Estas han sido las tres patas de la creación del texto y del espectáculo.
La Ternura cuenta la historia de una reina algo maga y sus dos hijas princesas que viajan en la Armada Invencible obligadas por Felipe II a casarse en matrimonios de conveniencia con nobles ingleses una vez que se lograse con éxito la invasión de Inglaterra. La Reina Esmeralda odia a los hombres porque siempre han condicionado su vida y le han quitado la libertad, así que no está dispuesta a que sus hijas tenga el mismo destino que ella. Cuando la Armada pasa cerca de una isla que La Reina considera desierta crea una tempestad que hunde el barco en el que viajan. Su plan es quedarse a vivir en esa isla con sus hijas para no volver a ver un hombre en su vida. El problema es que eligen una isla en la que desde hace veinte años viven un leñador con sus dos hijos que huyeron allí para no volver a ver una mujer en su vida. En cuanto la reina y las dos princesas descubren que no están solas se visten de hombres para protegerse. Y aquí comienzan las aventuras, los líos, los enamoramientos, y las confusiones.
Creo que en La Ternura se ve la influencia sobre todo de La Tempestad, y de Noche de Reyes. También de Como gustéis, de Mucho ruido y pocas nueces y del Sueño de una noche de verano. Seguro que os acordaréis de otras, al menos eso espero, para mí ha sido un placer trabajar con un lenguaje lleno de metáforas y comparaciones. Los personajes de La Ternura expresan sus emociones de manera descarnada y son extremos en sus pasiones. Para ellos la vida no es algo que se pueda desaprovechar. He hecho un pequeño juego que espero que os divierta. En los diálogos de La Ternura podréis encontrar los títulos de las catorce comedias de Shakespeare. Alfredo Sanzol.
comentario:
LA TERNURA con texto y dirección de Alfredo Sanzol, con Beatriz Jaén como ayudante de dirección, es una propuesta fresca y entretenida que nos habla sobre la imposibilidad de protegernos del dolor que causan las relaciones fallidas. Hombres que no quieren mujeres en su vida, mujeres que no quieren hombres, tod@s cierran las puertas a las relaciones y al amor, en pos de una existencia tranquila, sin vértigo, sin riesgo, etc., simplemente viviendo en su particular isla desierta.
Por supuesto, en LA TERNURA el enredo está asegurado, engaños, encuentros, desencuentros, tentaciones, situaciones ambiguas, atracción, magia, etc., todo ello construyendo una comedia impregnada por el estilo, la construcción de personajes y los juegos más puramente Shakespearianos (aunque sin serlo), situaciones que nos recuerdan a obras como ‘Mucho ruido y pocas nueces’, ‘Sueño de una noche de verano’, etc. aunque también con reminiscencias de autores de nuestro siglo de oro.
Alfredo Sanzol ha construido una propuesta de texto fluido, inteligente, donde las chispeantes replicas, las comparaciones, las metáforas, etc. otorgan a los seis personajes la frescura y la naturalidad necesarias para que el espectador/a pueda comprender y asumir, que las pasiones y los miedos de estos personajes son tan cercanos y normales como los nuestros. Los personajes juegan al despiste, a la exaltación de las pasiones, al disfraz, a la ironía, al enredo, al humor directo y fresco, etc., y lo hacen tanto con el movimiento como con diálogos rápidos y agudos, manteniendo la estructura de una comedia isabelina, pero que sorprende, especialmente en algunos momentos, por su ritmo acelerado y el aire de comedieta ligera rebosante de comicidad, a modo de vodevil cómico que llega a su mayor expresión cerca del final de la propuesta.
En un espacio escénico prácticamente vacío se van construyendo las escenas con muy pocos elementos auxiliares, su soporte vital se encuentra en el trabajo interpretativo de un elenco que da vida a personajes siempre activos y cambiantes definidos, en muchas ocasiones, por el vestuario que portan, compuesto en unos casos de vistosos ropajes, en otros de uniformes militares y en otros, de prendas más parecidas a harapos, todos ellos ideados por Alejandro Andújar (escenografía y vestuario) con Almudena Bautista como ayudante de escenografía y vestuario, y Remedios Gómez como sastra y regidora. Otro elemento importante en esta propuesta es la iluminación que crea los ambientes adecuados en cada momento y ayuda al sano ejercicio de la imaginación que ineludiblemente debe realizar el espectador en algunos momentos de la propuesta. La iluminación es de Pedro Yagüe con Juan Luis Moreno como director técnico / iluminación, ayudados por la música de Fernando Velázquez y los sonidos manejados por Enrique Mingo (Técnico de sonido) y Fernando Díaz como maquinista.
El elenco formado por Paco Déniz, Elena González, Natalia Hernández, Javier Lara, Juan Antonio Lumbreras y Eva Trancón realiza un trabajo encomiable, forman un equipo equilibrado y compacto, sus diferencias físicas y expresivas, en lugar de separarles les acercan, convirtiendo el juego de los enredos y pasiones en jocosos momentos de apariencia fresca, honesta y sincera, además saben sacar partido de forma muy acertada a las situaciones generadas por el contraste entre los personajes más resabiados y los más ingenuos. El trabajo interpretativo es intenso, el movimiento en escena esta medido al milímetro y la sincronización y la coreografía escénica resultan de lo más atractiva. Está claro que estamos ante un grupo de seis cómicos que saben sacar partido a su vis cómica y al continuo contraste entre dureza-inocencia, inmovilismo-experimentación, desamor-amor, etc. algo que no surge de forma espontánea sino después de un largo periodo de ensayos.
Y aunque, algunos personajes son capaces de engancharnos más que otros y se podrían reajustar algunos tiempos, lo cierto es que estamos ante una propuesta alegre y chispeante, con un argumento simple pero tejido con un texto ingenioso y elocuente, con personajes simpáticos y cercanos, interpretaciones expresivas y profesionales, buen ritmo y una frescura y ternura, que consiguen que salgas del teatro con una sonrisa en los labios.
ficha:
INTÉRPRETES: PACO DÉNIZ
ELENA GONZÁLEZ
NATALIA HERNÁNDEZ
JAVIER LARA
JUAN ANTONIO LUMBRERAS
EVA TRANCÓN
DIRECCIÓN: ALFREDO SANZOL
ESCENOGRAFÍA Y VESTUARIO: ALEJANDRO ANDÚJAR
ILUMINACIÓN: PEDRO YAGÜE
MÚSICA: FERNANDO VELÁZQUEZ
AYUDANTE DE DIRECCIÓN: BEATRIZ JAÉN
AYUDANTE DE ESCENOGRAFÍA Y VESTUARIO: ALMUDENA BAUTISTA
PRODUCCIÓN EJECUTIVA: JAIR SOUZA-FERREIRA
AYUDANTES DE PRODUCCIÓN: ELISA FERNÁNDEZ Y SARA BROGUERAS
DIRECTOR TÉCNICO / ILUMINACIÓN: JUAN LUIS MORENO
TÉCNICO DE SONIDO: ENRIQUE MINGO
MAQUINISTA: FERNANDO DÍAZ
REGIDORA /SASTRA: REMEDIOS GÓMEZ
MÁNAGER DE GIRA: JAVIER ZAPARDIEL
DIRECCIÓN DE PRODUCCIÓN: MIGUEL CUERDO
COMUNICACIÓN: ELNORTE COMUNICACIÓN