'Prefiero que seamos amigos'. ¿Quién no ha escuchado en algún momento o a lo largo de su vida esta terrible frase? Una sentencia que condena cualquier expectativa hacia la persona amada, que te destruye la ilusión de ser el objeto de deseo, de pasión, de formar una pareja, de ser la media naranja de tu amor. Con esta oración el ‘Happy Ending’ de tu historia de amor se desvanece y tu amante deseado se convierte en amigo... 

En esta comedia francesa vemos a dos amigos, tan cercanos y tan cómodos en la compañía del otro, que cuando uno de ellos quiere cambiar las reglas de la amistad, el otro está totalmente cegado y es incapaz de ver más allá. Aquí está servida la comedia. Uno busca algo más pasional que el sofá, la peli y una pizza en compañía de su amigo charlando e intercambiando historias de conquistas.  Reinan las frustraciones y las palabras están llenas de sentimientos no comprendidos, las insinuaciones y mensajes sutiles no están captados. 

La obra también plantea otro tema universal en el mundo femenino; el abrupto cambio de estatus cuando pasas de una cierta edad. La sensación de ser repentinamente invisible para el sexo contrario.  Como dice la antigua canción inglesa: “No one loves a Fairy When she’s forty” (Nadie quiere una hada cuando tenga cuarenta años).

La lucha interna de la mujer segura de sí misma, hecha y derecha, con toda una vida a sus espaldas, independiente y satisfecha consigo misma que se enfrenta a la terrible inseguridad y el miedo de no ser nunca más deseada y no volver a ser dichosa en el terreno del amor. Estás caducada. ¡Se te ha pasado el arroz! Hay que actuar ya o aceptar tu destino de ‘nunca más’. Tamzin Townsend.

Lolita Flores, Luis Mottola y Tamzin Townsend

Comentario:

‘Prefiero que seamos amigos’, de Laurent Ruquier, ha sido versionada, en esta ocasión, por Tamzin Townsend y Chema Rodríguez-Calderón para ofrecer al espectador una comedia ligera que nos muestra los sinsabores del amor no correspondido y de paso, una visión cercana y realista de cómo se sienten muchas mujeres (y hombres) cuando se ven excluid@s de las relaciones sociales y de pareja por tener una determinada edad.

Estamos ante una pareja mixta de amigos, una de esas parejas que se cuentan todo, pero cuya complicidad, buen rollo y entendimiento se pondrán a prueba por los deseos de ir un poco más lejos en la relación, por parte de uno de los miembros de la pareja, la parte femenina.  Esta nueva situación producirá sinsabores pero también el descubrimiento de que realmente no son tan sinceros el uno con el otro como parecía en un primer momento.

La escenografía de Ricardo Sánchez Cuerda es acertada y agradable, tanto el apartamento de nuestra protagonista como la floristería están llenos de detalles y cumplen con su propósito a la perfección complementando la secuencia temporal de esta propuesta bajo la dirección de Tamzin Townsend  (y Ricardo Cristóbal como ayudante de dirección) que opta por contar esta historia de forma amable y simpática, está claro, que el objetivo es hacer pasar un buen rato al espectador, y de paso, poner ante sus ojos una realidad social a tener en cuenta, para ello, se parte de un texto ligero poniendo la fuerza de la obra en la interpretación de Lolita Flores y Luis Mottola que aportan su energía y temperamento en dos personajes que adquieren, sin problemas, la personalidad especial de sus intérpretes. Y todo ello se ayudado por el diseño de iluminación de Felipe Ramos y el apropiado vestuario de Gabriela Salaberri.

Lolita Flores y Luis Mottola realizan un trabajo digno, está claro que ambos tienen muchas tablas y se desenvuelven a la perfección bajo cualquier situación (tanto prevista como accidental), y aunque los dos realizan un buen trabajo, Lolita ofrece a sus fans y seguidores todo lo que buscan, su desparpajo, su carácter, su fuerza, su personalidad e incluso, alguna que otra canción, haciendo de la protagonista de esta obra una versión muy personal e identificable con las propias reacciones de la actriz y cantante.

Una propuesta que va creciendo a medida que se desarrolla y aunque en su parte final tiende a bajar su nivel y energía, no deja de resultar entretenida y consigue hacernos pasar un rato agradable. Una obra a la medida de sus protagonistas que hará las delicias de sus seguidores y de los amantes de las comedias agradables y entretenidas, especialmente pensadas para un público generalista y familiar que disfruta sin complejos con obras orientadas al entretenimiento, que consiguen hacernos olvidar los problemas de cada día, algo que no es tan fácil como puede parecer a primera vista y que merece un reconocimiento por su evidente mérito.

FICHA:

REPARTO: Lolita Flores y Luis Mottola

FICHA ARTÍSTICA
Texto: Laurent Ruquier
Versión: Tamzin Townsend y Chema Rodríguez-Calderón
Diseño de escenografía: Ricardo Sánchez Cuerda
Diseño de iluminación: Felipe Ramos
Diseño de vestuario: Gabriela Salaberri
Fotografía: David Ruano
Diseño gráfico: David Sueiro
Ayudante de dirección: Ricardo Cristóbal
Dirección: Tamzin Townsend
Productor: Jesús Cimarro