NI CON TRES VIDAS QUE TUVIERA. |
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Ni con tres vidas que tuviera es la historia real de una persona que ha hecho algo, que ha pagado por ello y que ahora se enfrenta a la prueba más difícil: mirarse cara a cara con la realidad. Una historia que habla de entender y de entenderse, de perdón y de perdonarse; una historia que ocurre en algún lugar sin identificar de la Tierra, porque no hay nada más universal que esas dos emociones: el amor y el dolor. |
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Inspirada en la entrevista que el periodista Jordi Évole realizó al ex etarra Iñaki Rekarte en su programa Salvados (La Sexta), la obra sitúa la acción en el momento en el que un hombre, que acaba de cumplir condena, vuelve a la vida (la que un día sembró de horror) y se enfrenta a las preguntas de una redactora gráfica, en lo que será la antesala del encuentro más complicado: el del asesino con la familia de sus víctimas. Comentario: José Pascual Abellán, ha escrito esta obra inspirado en la entrevista que el periodista Jordi Évole realizó al ex etarra Iñaki Rekarte en su programa de televisión en 2015. José Pascual Abellán nos presenta una propuesta donde intenta generalizar en la persona de un ex terrorista sin mencionar ni cuidad, ni país, ni grupo armado, etc., aunque todo el proyecto está fuertemente identificado con un atentado de ETA, por los audios utilizados que corresponden con el atentado ocurrido el 19 de febrero de 1992 en Santander (donde tres personas murieron y otras 17 resultaron heridas, al hacer explosión un coche bomba al paso de una furgoneta de la policía en el barrio de la Albericia), y por las palabras de la víctima en la obra, prácticamente equivalentes (aunque no en su totalidad) con la Carta a Iñaki Rekarte, publicada en prensa en mayo de 2015 como respuesta a la emisión del programa de Évole, carta de la hija de un matrimonio asesinado por Rekarte. Sergio Arróspide, dirige con pulcritud esta dura obra que mueve infinidad de emociones y sentimientos en sus protagonistas, y que sitúa al espectador en el interior de un triángulo donde se colocan en cada extremo, los elementos clave en esta historia, el ex terrorista, la víctima y la periodista, los tres protagonistas de esta historia. El escenario se divide en tres zonas, la zona de la derecha donde se sitúa y por donde se mueve la hija de las victimas del atentado (Esther Vega), la izquierda donde se sitúan el ex terrorista (Borja Maestre) y la periodista (Lucia Esteso) durante su entrevista y una zona central a modo de bosque o campo donde tienen lugar las acciones intermedias y la escena final, aparentemente la más personal de la obra, más basada en las propias emociones y sentimientos del autor y no de los hechos conocidos de la entrevista televisiva, ni de la carta posterior. La fuerza del montaje se sustenta en la sencillez, no necesita de grandes decorados (ni pequeños), ni complementos, ni elementos que puedan distraer, se basa en la palabra, en la destrucción y reconstrucción personal, el sentimiento y el trabajo interpretativo. La obra, cuyo título forma parte de una de las frases que la víctima incluye en su carta 'Ni con tres vidas que vivieras cumplirías tu condena', tiene la cualidad de enfrentar puntos de vista, de ofrecer diferentes perspectivas de un mismo suceso tanto desde el pensamiento como desde las emocionales, dejando sobre el tapete la desprotección del ser humano ante la barbarie y las consecuencias de nuestros actos, sean del tipo que sean. Bajo una cuidada dirección, se desarrollan las interpretaciones totalmente creíbles de Lucía Esteso, Borja Maestre, Esther Vega, donde el dolor, la emoción, el arrepentimiento o la falta de él, se ponen sobre la mesa. Está claro que no es un tema fácil, ya que está rodeado de dolor e incomprensión, pero se deja sitio en la obra para explorar el perdón y finalmente la esperanza. La experiencia que relata el ex terrorista (Borja Maestre) se ajusta a las vivencias de un joven atraído por la violencia con escasa formación ideológica, que todavía no pertenece a la estructura más profunda de la rama política o armada del grupo al que pertenece, sino que forma parte de esos miembros más jóvenes que comienza sus escarceos dentro de la banda. Y desde esta perspectiva nos relata sus vivencias, sus experiencias, su paso por la cárcel y su momento actual, frente a la figura de la víctima (Esther Vega) cuya vida ha estado condicionada por la pérdida de sus padres en el atentado. Todo el elenco realiza un buen trabajo teniendo en cuenta la complejidad de los personajes y la dificultad del tema tratado. Lucía Esteso y Borja Maestre se muestran naturales aportando a sus personajes el toque necesario para que resulten creíbles y cercanos, pero es Esther Vega, por la propia naturaleza de su personaje que desnuda ante el espectador, sus pensamientos y sentimiento muy íntimos, quien consigue mayor impacto sobre los espectadores. Todos ellos realizan un trabajo honesto que el público sabe agradecer. Una propuesta interesante donde nos moveremos a través del dolor, el arrepentimiento, la reconciliación, el perdón pero que sobre todo, es una invitación a entender. FICHA: DRAMATURGIA
José Pascual Abellán
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ESTRELLA
SAVIRÓN (alias A golpe de efecto). Hago crítica teatral, pero sobre todo amo el teatro, e intento lograr la difusión de la cultura de una forma veraz e independiente. He colaborado en varios medios en España y fuera de nuestras fronteras y en programas de radio dedicados a las artes escénicas. En 2007 creé Agolpedeefecto.com, una revista digital que tenía como objetivo la difusión de la cultura, con amplitud de miras y aún sigo en el empeño. |
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FOTOS: | Compañia |
FECHA: | Abril 17 |
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