(EN ROSA INFORMACIÓN FACILITADA POR LA COMPAÑÍA / TEATRO):

Aunque ‘Malas Hierbas’ es una obra original escrita por el dramaturgo Carlos Be, está inspirada en ‘La Muralla’ de Joaquín Calvo Sotelo y con ella queremos rendir homenaje a la que fuera una obra fundamental para la supervivencia del Teatro Lara hace ya más de medio siglo.

Con este nuevo espectáculo, Carlos Be quiere honrar lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros a través de una obra divertida, llena de intriga y misterio, con giros inesperados, tortazos, mucho prozac y unos cuantos coñacs bien cargados.

SINOPSIS: ¿Hasta dónde estaríamos dispuestos a llegar para no perder lo que más queremos? MALAS HIERBAS nos habla del amor, la ambición y el poder, y también de lo difícil que es renunciar. Una comedia que honra lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros. Una obra divertida, llena de intriga y misterio, con giros inesperados, tortazos, mucho prozac y unos cuantos coñacs bien cargados.

COMENTARIO:

MALAS HIERBAS de Carlos Be (autor y director), es una adaptación libre de la obra ‘La Muralla’ de Joaquín Calvo Sotelo. Un encargo realizado por el teatro Lara que ha querido así, rendir un homenaje a esta obra que fue fundamental para lograr la supervivencia de este teatro en 1954. Ahora, se presenta en versión renovada y con nuevos personajes pero manteniendo el fondo de un mensaje que ahonda en el comportamiento y el cambio, en la moral de un personaje que, en este caso, ha trapicheado con la apropiación indebida de bienes ajenos durante veinte años.

Carlos Be aprovecha esta trama principal para poner el foco, el protagonismo y el dedo sobre la sátira en dos personajes femeninos y en su comportamiento alrededor del ‘presunto’ corrupto.  Así como, para tratar temas como la ambición, el abuso de poder, los comportamientos deshonestos y/o poco éticos, la corrupción, la superficialidad, los intereses, la familia, las relaciones y el comportamiento de aquell@s que rodean a los corruptos.

Si la obra original realizaba una sátira de la conducta moral de la sociedad de la postguerra española, Carlos Be adapta esta trama a una sociedad más actual, pero con reminiscencias estéticas de los años 60 y 70, adaptando los comportamientos de sus protagonistas a las historias de corrupción mediáticamente más actuales, explorando la apropiación de bienes ajenos de forma ilícita, pero sobre todo, dando protagonismo al guiño hacia ciertos personajes ‘secundarios’ supuestamente involucrados en procesos e investigaciones judiciales, es decir, sobre el papel de cónyuges, etc., y su supuesto desconocimiento de las actividades delictivas de sus parejas y/o el desconocimiento del origen de su patrimonio y de su recurrente aumento, así como la normalización de la aparición casi por arte de magia de cuentas corrientes, coches, joyas, etc., cuyo origen nunca se cuestiona ni pregunta…

En un tono de comedia fresca y negra, descubrimos un triángulo erótico – festivo - marital empresarial, en el que, el enredo y la tragicomedia están preparados para la acción. Juan (Joan Bentallé) es un abogado corrupto inmerso en un repentino dilema moral al descubrirse la trama de especulación inmobiliaria que ha llevado a cabo durante más de veinte años, y con ella el entramado que involucra a su acomodada y ambiciosa mujer Carmen, (Carmen Mayordomo), y su amante Jesusa, (Lidia Navarro), que, por si fuera poco, también tendrán que conocerse y tratarse, así que, viva la madre que pario a Juan o tal vez no….

Toda la propuesta se desarrolla con un único decorado que recrea de forma muy sencilla la casa del matrimonio protagonista, esta escenografía ideada por Asier Sancho recuerda a esos decorados de cine negro de los años 60, (guardando las distancias), llenos de momentos emblemáticos, en esta ocasión, utilizando pocos elementos, pero muy representativos, como el gran ventanal del fondo del espacio escénico o la Chaise longue Canapé Méridienne Chesterfield, (sofá chaise longue otomano de madera y piel marrón), que preside la parte central del espacio, la estatua, etc., aunque en la propuesta, se utiliza también parte del espacio adyacente para recrear otros espacios y momentos.

El elenco formado por Carmen Mayordomo, Joan Bentallé y Lidia Navarro, recrea personajes bien definidos y construidos, fuertemente estereotipados, pero que no son tal como parecen a primera vista. Los tres conforman un triángulo amoroso y especulador que desentrañará un enredo que va cogiendo ritmo poco a poco hasta entrar en una dinámica desbordante de locura, corrupción y muerte. Personajes construidos para sacar el mayor partido posible a sus perfectas imperfecciones, desde las peculiares poses y la mirada penetrante y castigadora de Carmen Mayordomo, (la esposa), que con su incesante y veloz labia nos sorprende y recuerda que estamos ante una excelente actriz.

Lidia Navarro, da vida a la amante sexy y simple que aprovecha sus ‘encantos’ para conseguir sus objetivos, a veces, haciéndose la tonta y otras demostrando que de tonta no tiene un pelo, su interpretación llena de desparpajo, pone el contrapunto a una esposa, que está en el extremo opuesto en su forma de ser y comportarse. Joan Bentallé da vida al marido corrupto de forma correcta y simpática, hace un buen trabajo, pero se enfrenta al poderío de dos personajes femeninos de peculiar esencia que dan mucho juego por su propia construcción y por la naturaleza de sus personalidades. Interpretar este tipo de personajes es complejo, debido a la personalidad e idiosincrasia tan marcada, además mantener el tono de comedia, pasando por momentos tragicómicos, etc., requiere mucho control de las escenas, tanto en tiempo, como en dirección e interpretación, algo que se nota y se agradece.

Las malas hierbas nunca mueren, o eso dicen…, las malas hierbas son invasoras y llegan a alterar los ecosistemas naturales de un territorio, muchas veces desplazando a las especies autóctonas, o eso dicen…, son difíciles de arrancar, se debe hacer con las manos protegidas ya que pueden inocular sustancias venenosas que producen urticaria e incluso inocular sustancias impregnadas de ambición e impunidad, que pueden convertirte en una mala hierba más, al manipularlas debes usar protección a base de honorabilidad, honestidad y nobleza, aunque parece que en algunos lugares esta protección se encuentra agotada, o eso dicen…, pero en este caso, MALAS HIERBAS resulta ser un divertimento, una comedia entretenida, dinámica y fresca de tres personajes extremos, que arranca despacio, pero que pronto coge ritmo, y entra en una dinámica de desenfadada sátira social llena de comicidad, con una invitación a reírnos de lo que nos rodea y de nosotros mismos, con un pellizco de crítica social y ese punto ‘Be’ tan reconocible.

FICHA:

Autor y dirección: Carlos Be
Escenografía y diseño gráfico: Asier Sancho
Iluminación: Jesús Antón
Vestuario: Guadalupe Valero
Ayte de dirección y producción: Antonio Rincón
Asistente de dirección: Romeo Urbano
Producción ejecutiva: Antonio Fuentes y Violeta Ferrer
Reparto: Carmen Mayordomo, Joan Bentallé y Lidia Navarro

Producción: La Escena y la Candela