información:

(EN ROSA INFORMACIÓN FACILITADA POR LA COMPAÑÍA / TEATRO):

Un laberinto de intrigas y carcajadas servido por cinco actores-músicos. Un thriller con música en directo, a contrarreloj y a tiempo real que convierte a los espectadores en testigos y sospechosos del mayor magnicidio de la historia de las tablas: ¿quién mató al teatro?.

Un homenaje al teatro universal con forma de thriller de género negro, ambientado en un cercano futuro en que las artes están prohibidas y nuestro planeta, convertido en Ciudad Tierra, es liderado por una inteligencia artificial con un ejército de drones. Una investigación contrarreloj en que el asesino podría ser cualquiera. Incluso ustedes, señores espectadores.

Sinopsis: Señores espectadores: quedan detenidos como sospechosos, cómplices o testigos de un articidio en primer grado. Tienen derecho a reír, llorar, emocionarse, seguir el ritmo de las canciones y no desvelar a nadie el final de Crimen y telón. El Teatro ha muerto y el detective Noir tiene que descubrir al asesino antes que la Agencia Anti Arte desvele el secreto de su oscuro pasado. Para ello recorrerá la historia del Teatro en busca de verdades ocultas mientras una red de misteriosos personajes conspiran en la sombra..

comentario:

CRIMEN Y TELÓN es la nueva propuesta de la compañía Ron Lalá con Yayo Cáceres a la cabeza, un homenaje al teatro y sus gentes que mezcla el presente, el pasado, el futuro, la intriga, la didáctica, la música, el humor, un asesinato, etc. Si bien este espectáculo es muy diferente en su concepción a todos los presentados por esta compañía, lo cierto es que mantiene ese espíritu ‘ronlalero’ tan característico y su inteligente visión y concepción del acto teatral.

La propuesta comienza con el hallazgo de un cadáver, es el teatro y parece que ha sido asesinado. El teatro es (o era) un personaje clandestino porque en este futuro ‘imaginario’, las artes y la cultura están prohibidas. El cuerpo sin vida del teatro ha sido encontrado en un espacio clausurado, uno de esos recintos antes llamados teatros donde los trovadores entretenían a los espectadores, esos ‘mirantes’ que en esta ocasión serán testigos y sospechosos de la acción.

Con una trama futurista al más puro estilo del cine negro se realiza un ejercicio teatral audaz y fresco, aprovechando para parodiar muchas situaciones actuales del contexto cultural (la precariedad del sector cultural y las gentes que trabajan en él, las políticas culturales, creativas y educativas, etc.) y poner así, el foco en la importancia de la cultura y del ejercicio del pensamiento crítico. Además de ofrecer tramas con múltiples giros, acciones enriquecidas por aportaciones literarias, metateatro y mucha ironía en una propuesta que es un juego en sí misma, en la que todos juegan y convierten lo complejo en fácil y divertido, y donde nosotr@s como espectadores también estamos invitados a jugar.

Como es habitual en esta compañía, la música en vivo tiene gran importancia, aunque su papel en algunos momentos no sea tan evidente como en otras propuestas. La música se presenta variada en toda la propuesta, mezclando ritmos desde los más barrocos a los más modernos sirviendo de soporte a una trama compuesta de muchas piezas que se van uniendo en un entretenido puzle de crimen, pasión, divertimento y un simpático toque didáctico que nos ayuda a conocer la estructura física de los teatros, los trucos de los montajes, sus elementos, protagonistas, textos, autores, directores, regidores, técnicos, etc.

'Entre sueño y realidad
todo es falso y es verdad'...

Cada elemento de esta propuesta tiene su peso específico, desde las diferentes tramas, el inteligente y completo texto, la composición musical y los arreglos creados por la compañía Ron Lalá, la medida dirección de Yayo Cáceres, la diversidad y viveza de los diálogos con la dirección literaria de Álvaro Tato y la dirección musical de Miguel Magdalena, pasando por la iluminación de Miguel A. Camacho, el sonido de Eduardo Gandulfo, así como el futurista y simbólico vestuario de Tatiana de Sarabia. Una sólida base que sirve de punto de apoyo a la maestría interpretativa de Juan Cañas, Íñigo Echevarría, Miguel Magdalena, Daniel Rovalher y Álvaro Tato, que no defraudan con su dominio de este nuevo y atrevido reto, en un juego lleno de suspense, analepsis, endecasílabos, sonetos, etc. Lo complejo es, que lo difícil parezca fácil, y así nos muestran como la aparente facilidad interpretativa esconde una gran complejidad, no solo debido a la dificultad del texto, la interpretación musical, los contantes cambios de personaje, etc., también a las diferentes tramas, la perfecta sincronización de tiempos y ritmo, el metateatro, etc. Y aunque suceden tantas cosas en escena que pueden incluso abrumar a algunos espectadores, no cabe duda que esta propuesta destila inteligencia y calidad.

El teatro es magia, es un espejo de la vida en el que nos vemos reflejado, nos pone ante situaciones, emociones y sentimientos diferentes, nos anima, nos divierte y a veces nos aburre, nos conmueve, nos revuelve las entrañas, nos enseña, nos invita a pensar, nos ofrece una visión de la vida desde diferentes puntos de vista, nos libera de prejuicios, nos emociona, nos enfrenta a nuestros fantasmas, juega con nosotros al igual que la propia vida, pero en este caso, con esta propuesta se busca un claro objetivo, que el público se entretenga y disfrute con este homenaje al teatro, esta canción de amor que además es, una reivindicación no solo del propio acto teatral y de su valor social, también es una llamada al espectador para que comprenda, valore y defienda el arte como una parte fundamental de nuestros mismos.

ficha:

Ron Lalá:
Yayo Cáceres, Juan Cañas, Íñigo Echevarría, Miguel Magdalena, Daniel Rovalher, Álvaro Tato
Dirección literaria: Álvaro Tato
Dirección musical: Miguel Magdalena
Iluminación: Miguel A. Camacho
Sonido: Eduardo Gandulfo
Vestuario: Tatiana de Sarabia
Texto original, composición musical y arreglos: Ron Lalá

Dirección: Yayo Cáceres.