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VAGOS Y MALEANTES.

VAGOS Y MALEANTES es el nuevo proyecto teatral de la compañía SUDHUM TEATRO, después de SILENCIADOS (2008), TOCAR MADERA (2010) Y LUMINOSA NOSTALGIA (2012).

Sudhum es una productora de artes escénicas que representa piezas de  teatro social y educativo dónde los derechos de adultos y niños va más allá de lo puramente artístico.

La Ley de vagos y maleantes fue una ley del código penal español del 4 de Agosto de 1933, referente al tratamiento de vagabundos, nómadas, proxenetas y cualquier otro elemento considerado antisocial y que posteriormente fue modificada para reprimir también a los homosexuales. La ley fue aprobada por consenso de todos los grupos políticos de la Segunda República para el control de mendigos, rufianes sin oficio conocido y proxenetas.

Por ser una ley que no sancionaba delitos sino que intentaba evitar la comisión futura de los mismos no incluía penas, sino medidas de alejamiento, control y retención de los individuos supuestamente peligrosos hasta que se determinara que se había acabado su peligrosidad. Quedando así establecida podía ser utilizada arbitrariamente para la represión de las personas sin recursos.

En 1970 fue sustituida y derogada por la ley sobre peligrosidad y rehabilitación social, de términos muy parecidos, pero que incluía penas de hasta cinco años de internamiento en cárceles o manicomios para los homosexuales y demás individuos considerados peligrosos sociales para que se «rehabilitaran». La Ley fue derogada definitivamente en 1995.

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Comentario:

Esta obra de Sudhum teatro toma como hilo conductor la Ley de Vagos y Maleantes (La Gandula) de 1933, cuyo objetivo inicial era recluir a vagabundos, prostitutas, proxenetas y cualquier otro 'elemento' considerado antisocial y que posteriormente fue modificada para reprimir también a los homosexuales, con el fin de que se ‘rehabilitaran socialmente’. Aunque finalmente, también fue aplicada contra todo tipo de personas sin recursos.

La obra muestra diferentes momentos cotidianos, no comunes pero si existentes, que parten de 1934 y continúan a través de los años 50 y 70 hasta la actualidad.

Comenzamos con un matrimonio ‘tipo’ donde la esposa justifica a ‘las personas de provecho’ frente a los vagos, maleantes, prostitutas, etc., dejando entre ver, al igual que en el resto de las historias, el tan consabido ‘algo habrán hecho’ como retahíla justificativa de sus males. Su marido, también esgrime sus razones, pero por vueltas del destino, las tornas cambian y nos enseñan lo fácil y aleatorio que es, en esta vida, pasar de un lado al otro. Lecciones de vida y de humildad que a todos toca tarde o temprano, en mayor o menor medida.

En la segunda escena estamos ante un centro eclesiástico donde se ‘reeduca’ a las ‘descarriadas’ aunque no parecen cumplir, todas ellas, los requisitos expuestos en la ley, existiendo un vacio donde entran todo tipo de mujeres sin recursos, sometidas a un poder que prefiere encerrarlas antes de asumir una realidad de pobreza y desesperación ciudadana.

Pasamos a un local de los años 70, (durante este año la ley de vagos y maleantes fue sustituida y derogada por la ley sobre peligrosidad y rehabilitación social, de términos muy parecidos) donde se realizan actuaciones de cabaret. Un homosexual realiza su número cómico disfrazado de monja, algo prohibido en la época y castigado con la reclusión, mostrando además la hipocresía de algunas personas aparentemente ‘normales’, que escondian su homosexualidad frente a la sociedad.

Finalmente, estamos en la época actual, ante una familia de clase media que no entiende el comportamiento violento de su hijo detenido en una manifestación. Un salto generacional, unos derechos perdidos, un futuro incierto, y un alegato final de un joven que muestra la distancia que siente, entre lo que ocurre en los despachos y la situación que vive en la calle.

Una obra con una escenografía muy simple que se adapta sin problemas a cualquiera de las cuatro escenas y un efectivo trabajo actoral realizado por Rebecca Vecino, Dénis Gómez, Pedro Martín y José Muñoz, pasando por personajes y épocas distintas. Teniendo en cuenta que interpretativamente unos personajes son más agradecidos que otros, todos realizan un buen trabajo que sabe reflejar el dramatismo y la idiosincrasia de cada personaje.

Teatro social en una obra que globalmente no mantiene la fuerza inicialmente esperada, aunque muestra situaciones que invitan a la reflexión y a no dejarse vencer por el inmovilismo, más allá de creencias, tiempos pasados y presentes, sesgos, etc., y a no perder o aprender a realizar ese sano y necesario ejercicio de cuestionar.

FICHA:

Dramaturgia: Luis Andrés
Idea y dirección: Gustavo del Río
Escenografía: Juanma Zapata / Nave del Cambaleo
Intérpretes: Rebecca Vecino, Dénis Gómez, Pedro Martín y José Muñoz.

 

POR:
ESTRELLA SAVIRÓN (alias A golpe de efecto).
Hago crítica teatral, pero sobre todo amo el teatro, e intento lograr la difusión de la cultura de una forma veraz e independiente. He colaborado en varios medios en España y fuera de nuestras fronteras y en programas de radio dedicados a las artes escénicas. En 2007 creé Agolpedeefecto.com, una revista digital que tenía como objetivo la difusión de la cultura, con amplitud de miras y aún sigo en el empeño.
FOTOS: Cartel
FECHA: Enero 15

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VAGOS Y MALEANTES.

DONDE: MADFERIA 2015 - Madrid.

CUANDO:20 ENERO 2015.

 

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