La Abducción de Luis Guzmán es la primera obra teatral de Pablo Remón, guionista de las películas Casual Day y Cinco Metros Cuadrados. Se estrena en Madrid después de ser seleccionada por el prestigioso Festival Fringe 13, y mostrarse en las Naves del Matadero.

La obra, desarrollada a través de un proceso de trabajo conjunto con los actores, partiendo de improvisaciones grabadas, bebe del teatro anglosajón de Harold Pinter, Sam Shepard y Martin Crimp, y del nuevo teatro argentino de Tolcachir y Veronese. A estas influencias se suma una historia muy española, muy nuestra, con ecos de Berlanga y Buñuel.

Sinopsis: Luis Guzmán ha vivido toda la vida con su padre, en un pequeño pueblo de Castilla. Hay algo extraño e infantil en él, que le incapacita para vivir solo. Con su padre vive una rutina muy marcada, protegido. Pero ahora su padre ha muerto: el sillón en el que siempre se sentaba, en mitad del salón, ha quedado vacío.

Pero Luis no está solo: al otro lado de las ondas le escuchan sus fieles oyentes. Está convencido de que tiene un programa de radio sobre lo que le apasiona: el misterio, lo paranormal, el espacio exterior.

Su hermano Max, varios años mayor, llega desde Londres para hacerse cargo de Luis, que se niega a enterarse de que su padre ha muerto. Para él, hay un misterio. Está empezando a sospechar que algo extraño ha pasado. Aún más cuando llega a casa una intrusa: Clara, la mujer de Max. Entonces ya no le cabe duda: su padre ha sido abducido por extraterrestres.

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Comentario:

Una obra pequeña e íntima, escrita y dirigida por Pablo Remón, se centra en la vida de personajes anónimos en una España de provincias, una España que está mucho más viva y presente de lo que parece. Pablo Remón escribe esta obra a partir de sus propios sentimientos, recuerdos y experiencias con la colaboración activa de los actores.

Toda la acción se desarrolla en el salón de una casa humilde, sin muebles de diseño pero funcionales, un sillón, una mesa circular de comedor con sus sillas y poco más, conforman una estancia creíble y reconocible. En este espacio, Luis Guzmán, un joven de unos treinta años, algo especial cuyo padre acaba de morir, se enfrenta a la ruptura de su rutina y de su forma normal de vida, la llegada de su hermano y una hermosa desconocida precipitarán su ‘abducción’.

Los misterios serán desvelados, aunque más que misterios, lo que descubrimos es la  dificultad de las relaciones humanas, las palabras que se dicen y los silencios que esconden los sentimientos que no somos capaces de expresar.

El tema de partida es interesante, enfrentarse a la vida, a las situaciones que somos incapaces de controlar y por encima de todo al miedo, temas siempre dignos de debatir. En este caso, se generan momentos confusos no solo en los sentimientos, también en la manera de conectar con el espectador, en un guión con buenos diálogos que en ocasiones se presentan demasiado textuales.

Ana Alonso, Francisco Reyes y Emilio Tomé son los actores que dan vida a estos tres peculiares personajes castigados por su pasado y por su presente. Sus interpretaciones son buenas, nos muestran la cercana locura de Luis (Emilio Tomé) personaje con un cierto toque entrañable y natural frente a su aparentemente fuerte hermano Max (Francisco Reyes) herido por sus recuerdos familiares. Ambos son las dos caras de una moneda, dos caras diferentes pero que al girar en el aire se desdibujan y se confunden. Clara (Ana Alonso), la esposa de Max es el hilo que ayuda a la conexión de ambos hermanos aunque entre Clara y Max la incomunicación también ha hecho mella. Un trabajo complejo con muchos matices bien resueltos.

Pablo Remón, guionista de películas como ‘Casual Day’, (mejor guión en el Círculo de Escritores Cinematográficos), o ‘Cinco metros cuadrados’, sale airoso de su primera incursión teatral y demuestra que tiene mucho que decir, aunque puede parecer necesaria cierta exploración y adaptación al lenguaje teatral.

Equipo:

Autor y director: Pablo Remón
Reparto y texto adicional: Ana Alonso, Francisco Reyes y Emilio Tomé
Iluminación: Eduardo Vizuete
Escenografía y vestuario: Ikerne Giménez
Producción: Silvia Herreros de Tejada
Mobiliario: Restauradoras Creativas
Diseño Gráfico: Dani Sanchis.