Un
obús en el corazón, de Wadji Mouawad y dirigido
por Santiago Sánchez (Imprebís), e interpretado
por Hovik Keuchkerian.
Un obús en el corazón
es un monólogo donde Wahab narra su historia, en
una noche de invierno, cuando recibe una llamada de teléfono:
“ven”. Supone también la primera oportunidad
de ver a Hovik Keuchkerian sobre el escenario interpretando
un papel dramático, tras su éxito como cómico,
y como actor de cine en Alacrán Enamorado,
película
que le valió el Premio a Mejor Actor Revelación
por la Unión de actores, y las nominaciones
a los Premios Goya y a los Premios del Círculo
de Escritores Cinematográficos.
Una llamada en medio de
la noche. Alguien, al
otro lado del teléfono, dice ‘Ven’.
Wahab sale. Una ciudad extraña.
El frío le hiela las pestañas.
Recuerda el calor de su país.
¿Quién le llama? ¿Qué
va a ocurrir?
Aunque quizás, para Wahab, todo comenzó
cuando tuvo que abandonar su país, su calor,
el día que olvidó la forma del rostro
de su madre
…el día que un obús perforó
su corazón.
Comentario:
Wajdi Mouawad es el autor de esta
drama, traducido, adaptado y dirigido por Santiago Sánchez
e interpretado por Hovik Keuchkerian.
Hovik Keuchkerian se pone en la piel
de Wahab, un joven herido por la vida, la guerra
y el miedo. Wahab aparece en el patio de butacas del teatro
y sube al escenario como quien entra en el salón
de su casa, tranquilo, sosegado, cordial y pregunta,
¿Quién sabe cuándo comienza una historia?.
Afortunadamente,
en el teatro sabemos cuando empiezan y cuando finalizan
las historias y esta comienza
cuando Wahab recibe una llamada de teléfono
en mitad de la noche que le reclama: ‘Ven’,
Wahab se aventura en la fría y oscura
noche hacia un destino que ya
presagiamos doloroso, se encamina hacia ese comienzo
de historia o tal vez, al final de un largo viaje.
Wahab recorre el camino que le llevará
hasta el lecho de muerte de su madre, en
ese trayecto y en ese mismo instante, recordará
los momentos de su vida que marcaron su destino,
el primero a los 7 años cuando presencio un
terrible atentado donde fue consciente de la presencia
de ‘la mujer con los
brazos de madera’, una imagen que
le perseguirá durante toda su vida; después
a los 14 y por último en el tiempo presente,
momento de máxima intensidad donde toma conciencia
del 'antes'.
Ahora podrá
descubrir aquello que estaba oculto para poder comprender
y reconciliarse con su madre, con el mismo y despedirse
de los horrores del pasado.
El escenario prácticamente
vacío resalta la presencia de Hovik Keuchkerian,
su aspecto físico ayuda a dar credibilidad
a un personaje que busca reconciliarse con la vida,
pero lo que más llama la atención es
su autenticidad y naturalidad sobre el escenario,
y eso que el personaje de Wahab no es el único
que aparece en este relato. Un
buen trabajo interpretativo que ha contado con la
ayuda de un amplio equipo de profesionales y de la
compañía L'Om-Imprebís.
Una narración
donde la palabra es la protagonista, un sillón
en medio del escenario y el estudiado y efectivo trabajo
de luces y proyecciones realizan el resto.
El texto es intenso
y complejo y requiere la atención constante
del espectador, no solo por la historia y los
temas solapados de los que se trata (guerra, abandono,
miedo, etc.), también por los continuos saltos
temporales.
Un drama con ciertos
toques de ironía, una lucha interna por vencer
al miedo que finalmente tendrá su recompensa.
Un viaje a través de la memoria,
de las emociones y de los miedos, y por encima de todo el
miedo, el miedo a la vida y el miedo a la muerte, para llegar
a entender como solo ‘un
miedo de infancia puede acabar con otro miedo de infancia’.
FICHA:
REPARTO: Hovik Keuchkerian
DIRECCIÓN Y ADAPTACIÓN:
Santiago Sánchez
TEXTO: Wajdi Mouawad
ESCENOGRAFÍA:
Dino Ibáñez
VESTUARIO: Elena Sánchez
Canales
DISEÑO DE ILUMINACIÓN:
Rafael Mojas
DISEÑO DE SONIDO:
José Luis Álvarez
PROYECCIÓN AUDIOVISUAL:
David Bernués
DISEÑO GRÁFICO:
Minin Comunicación
DISTRIBUCIÓN:
Emilia Yagüe
PRODUCCIÓN: Ana
Beltrán
POR:
ESTRELLA
SAVIRÓN (alias A golpe de efecto).
Hago crítica teatral, pero sobre todo amo el teatro,
e intento lograr la difusión de la cultura de una forma
veraz e independiente. He colaborado en varios medios en España
y fuera de nuestras fronteras y en programas de radio dedicados
a las artes escénicas. En 2007 creé Agolpedeefecto.com,
una revista digital que tenía como objetivo la difusión
de la cultura, con amplitud de miras y aún sigo en
el empeño.