Granos de uva en el paladar enlaza tres historias desarrolladas a partir de los cuentos de Susana Hornos:Chusa, Adelina y La uva en el paladar. La pieza teatral es interpretada por cinco actrices que dan vida a una multiplicidad de personajes que nunca aparecerán en los libros de historia.

La historia comienza poco antes de la Segunda República española y termina en la actualidad representando el sin sentido de la guerra, la dictadura y la injusticia del olvido.

Comentario:

Granos de uva en el paladar se estrenó en 2012 en Buenos Aires y ahora llega a Madrid como paso obligado en su trayectoria después de un proceso de gestión y maduración de la mano de Susana Hornos y Zaida Rico. Posteriormente seguirá su recorrido por las salas en Cataluña, Valencia y Alicante. Una historia que nace a partir de tres relatos de Susana Hornos sobre la vida en española entre 1932 y 1975, que Susana Hornos y Zaida Rico cargan de simbolismo, estética poética y dramatismo.

Con una escenografía ausente, un escenario forrado de tela roja con un único elemento en escena, un cuerpo tendido en el suelo, boca abajo que permanece ahí durante toda la obra hasta que le llega el momento de recuperar la palabra y la esencia para contarnos su historia. Una simplicidad que muestra mucho a quien este dispuesto a ver.

Pero vayamos paso a paso e historia a historia: Primero, tenemos la historia de Chusa y Paco, Chusa es una mujer sencilla, de pueblo, pulcra e inocente, que se enamora de un señorito que la considera una posible buena madre. Se casan al comienzo de la II República. Chusa con ansias de superación, consigue aprender a leer y tener cierta autonomía mientras la sociedad le exige ser mujer de casa y madre de familia, pero su matrimonio se rompe por deseo de su marido que se acoge al divorcio republicano, pero cuyo futuro dependerá de la voluntad de su exmarido. Una historia de amor, desamor y superación, llena de fuerza que habla sobre las condiciones de la vida en general y el de las mujeres sometidas a una sociedad con unas normas sociales y morales restrictivas.

La segunda historia nos habla de Adelina, reclusa cocinera de una prisión de mujeres, considerada una traidora por sus compañeras de presidio por alimentar copiosamente a los responsables de esta prisión de la dictadura, pero ella realiza una lucha muy especial, lucha a su manera de la única manera que sabe, cocinando y usando colores simbólicos en sus comidas. Un relato sobre la valentía, la rebeldía, la represión, el abuso de poder, con momentos llenos de la ironía que marca el saber que tu mañana no existirá.

La última historia es la historia de un despertar, el de Miguel un joven de diecisiete años, asesinado y enterrado junto a su amigo Luis en 1937. Miguel se pregunta donde esta su familia, porqué no esta con ellos, para explicarnos lo sucedido, Miguel revive ante nosotros su vida con su familia y el fatídico día en el que comenzó la lucha de unos ciudadanos contra otros, por odios, rencillas, abusos, etc. Miguel nos muestra su propio asesinato mientras charlaba con su amigo Luis, su enterramiento en una fosa oculta y su esperado reencuentro familiar. Un recuerdo para todos aquellos olvidados, un ejercicio para mantener la memoria, para dar voz a los desaparecidos.

Todos los personajes tanto masculinos como femeninos están interpretados por mujeres, cinco actrices que dan vida a una multiplicidad de personajes, Lorena Carrizo, Susana Hornos, Maday Mendez, Ana Noguera y Zaida Rico vestidas con ropa negra y unas capas grises cuya posición cambia para dar vida a los diferentes personajes. Esto unido a expresividad corporal de las actrices, da como resultado un poético baile de movimientos sincronizados llenos de simbolismo. Espacio y movimiento, baile y narración poética, simbolismo y realidad. Cinco actrices que son una sola, un equipo sincronizado y complementario, piezas de un todo que muestran y demuestran la complicidad de un buen equipo. Un excelente trabajo.

Una canción popular justifica el título de la obra GRANOS DE UVA EN EL PALADAR, ‘Cuando yo me muera tengo ya dispuesto en el testamento que me han de enterrar… Sí, en una bodega, al pie de una cuba y con un grano de uva en el paladar…… ‘ para presentarnos una intensa historia que nos habla de la sin razón de la guerra, de la muerte, de un país dividido, de familias rotas, de corazones rotos, en definitiva de sentimientos, pero con un cuidado equilibrio, sin revanchismo y sin odio, que reivindica la memoria de las personas comunes, llena de emoción con lugar para el drama y para momentos más jocosos y amables.

Muy recomendable.

FICHA ARTÍSTICA

Dirección y Dramaturgia: Susana Hornos y Zaida Rico
Intérpretes: Lorena Carrizo, Susana Hornos, Maday Mendez, Ana Noguera y Zaida Rico.