Es un espectáculo visual caracterizado por su simplicidad y expresividad. Se trata de una puesta en escena poco usual y novedosa que usa un lenguaje universal de gestos y sonidos, capaz de cautivar a espectadores de cualquier edad.

¿Quién es Faboo? Es un ser con alma de niño. Nace y a partir de ese momento no para de investigar y descubrir. Siente curiosidad por todo lo que le rodea y ésta le impulsa a relacionarse con su entorno con un espíritu creativo y lúdico. Aprende a través del juego y va descubriendo un mundo lleno de posibilidades.

Faboo posee la peculiaridad de tener un bidón como cabeza. Por lo que la expresión facial es totalmente neutra. Ésto hace que el espectador inconscientemente haga un ejercicio de empatía con el personaje y complemente la ausencia de expresión con emociones propias, creándose un vínculo muy motivador.

A través del cuerpo y la voz, dos actrices interpretan al personaje y dan vida a los objetos con los que él se relaciona. La temática de la obra plantea el descubrimiento vital de distintos objetos en las diferentes etapas de crecimiento del personaje. Conociéndole, observamos las múltiples posibilidades que tiene un cuerpo a la hora de expresar y comunicarse. Se rompe con lo establecido dando foco a otras partes del cuerpo no habituales en la expresión cotidiana.

El espectáculo está dirigido a todo tipo de espectadores, pero en especial a los niños y niñas de Educación Primaria. Para la puesta en escena dirigida a Centros Educativos, se ha elaborado una guía didáctica enfocada a los alumnos de Educación Primaria, siendo un posible instrumento de apoyo previo y posterior a la asistencia del espectáculo, aportando un mayor disfrute y comprensión del mismo.

Comentario:

Que la creatividad y la imaginación siguen vigentes es una evidencia cuando nos sentamos en nuestra butaca y Faboo se presenta en escena. Lo primero que me llamó la atención es la propia creación del personaje, simple, sencillo pero dotado de un alto grado de sensibilidad y cercanía a las emociones infantiles que produce en efecto casi instantáneo de conexión con el personaje.

Una interpreta tumbada en el suelo con pantalones y brazos blancos y un bidón en los pies es capaz de dar vida a un ser sencillo, tierno y con insaciables deseos de descubrir y aprender. Inevitablemente un pensamiento paso por mi mente, lo cansado de la postura, con las piernas en alto durante 50 minutos, un pensamiento bastante básico, lo reconozco, pero es justo mencionar el esfuerzo físico que el personaje requiere.

Después de las primeras expresiones de asombro por parte del público infantil el espectáculo comienza con Faboo en solitario en el escenario, algunos sonidos musicales, escasas y extrañas palabras que salen de la boca de Faboo que usa ese lenguaje similar al de los más pequeños y la imaginación como único instrumento de comunicación.

El espectáculo contiene elementos didácticos, tiernos, divertidos, etc., visualmente muy trabajados. Existen momentos para todos los públicos, algunos seguro gustarán más a los padres que a los peques. Y aunque es difícil mantener la atención de los peques con estos pocos elementos, se consigue, eso sí, NO ES UN ESPECTACULO PARA CUALQUIER EDAD, los niños muy pequeños no me parecieron preparados para comprender el lenguaje simbólico de Faboo y les cuesta mantener el nivel de atención que ese espectáculo requiere. Yo diría que la edad ideal sería a partir de 6 años.

No estamos ante una historia única con principio y final, sino ante pequeños trozos, pequeñas capsulas de imaginación donde los niños descubrirán, el vuelo de una mariposa, un regalo, un amigo, un nacimiento, etc., esos pequeños fragmentos tienen diferente intensidad, por lo que el ritmo y la atención varían notablemente.

Un espectáculo original e imaginativo, visualmente exquisito pero con un ritmo variable puntualmente demasiado lento para mantener la atención de los pequeños. En su conjunto, una pequeña delicia.

Equipo artístico:

OSCAR VIDAL. Guión y dirección
LAURA DE ARCOS GARCÍA. Intérprete de Faboo
ANE MIREN LAFUENTE. Intérprete de Faboo
MARTA VILLALVA ROSSIGNOLI. Animadora de objetos