Boris Vian, un auténtico personaje. Músico, compositor, ingeniero, escritor, dramaturgo. Figura imprescindible de la bohemia parisina de los años cuarenta. Autor siempre polémico y crítico con su época... todo en apenas cuarenta años de vida. El Cabaré de caricia y puntapié se crea a partir de la parte más trepidante de su legado artístico: Sus canciones. El amor, la violencia, el materialismo, el antimilitarismo, el amor, la violencia, el desamor, el amor, el amor, el amor... El espectáculo transcurre a lo largo de diez canciones que han sido elegidas por su fuerza, su comicidad y su mensaje, a veces crítico y siempre contradictorio.

CABARÉ DE CARICIA Y PUNTAPIÉ hace honor a su título, canciones al puro estilo Cabaré con letras más o menos picantes y en ocasiones algo irreverentes pero inteligentes y divertidas que hacen de este un espectáculo una opción muy recomendable.

Con una escenografía propia del cabaré más rancio, Doris (Carmen Barrantes) y Boris (Jorge Usón) asumen la personalidad de múltiples personajes que desarrollan una historia basada en una tesis doctoral que ha caído al suelo y descolocado sus capítulos, parece lioso pero resulta de lo más natural. Todos estos personajes van mostrándonos un trocito de su propia vida con las canciones de Boris Vian como excusa.

La obra comienza de una forma algo extraña y confusa pero va tomando forma y ritmo a medida que se desarrolla, terminando como debe terminar todo espectáculo que se precie, arriba, muy arriba.

Un cabaré con textos que te acarician y de pronto te dan una patada en el trasero, de forma inteligente, divertida y muy fresca. Un género que últimamente no goza de buena salud pero que con CABARÉ DE CARICIA Y PUNTAPIÉ aplica una buena medicina.

Los dos personajes, Doris (Carmen Barrantes) y Boris (Jorge Usón), se complementan a la perfección, como el yin y yang, sus tonos vocales y su estética se encuentran uno frente al otro, encajando y funcionando a la perfección, lo que delata un estupendo trabajo cantante-actoral de los dos protagonistas que se desenvuelven en el escenario como peces en el agua. Claro que esto deja entrever un estupendo trabajo de dirección de Alberto Castrillo-Ferrer.

Una propuesta interesante, divertida, llena de canciones y emociones que te harán pasar un rato muy entretenido.

Compañía: Gato Negro
Composición musical y arreglos: Miguel Angel Remiro
Escenografía: Manolo Pellicer
Vestuario: Marie-Laure Bernard
Diseño de luces: Carlos Samaniego "Sama"
Maquillaje: Ana Bruned
Caricaturas: José Luis Cano
Diseño gráfico: Manuel Vicente
Fotógrafa: Marta Marco
Arreglos vocales: Raquel Agudo
Producción: David Ardid y Silvia Barona

Intérpretes:
Doris: Carmen Barrantes
Boris: Jorge Usón
Dirección: Alberto Castrillo-Ferrer