Mediante este nuevo espectáculo en vivo de la serie televisiva La Abeja Maya, los niños y niñas aprenderán a valorar la importancia de respetar el medio ambiente, interactuando mediante canciones, bailes y actividades con las que pasaremos una velada inolvidable. Una alegre niña, amante de la naturaleza, se ha propuesto la valerosa misión de salvar la desaparición total de la flor más bella de la comarca. Maya y Willy le ayudarán a llevar a cabo sus planes, descubriendo, junto a los niños del público, las claves del misterio que ayudará a evitar la desaparición de la famosa flor.

Maya zumba de nuevo.

Para los que la conocimos en televisión es un puro acto de nostalgia y para los que no la conocen es una estupenda oportunidad para acercarse a la abeja más famosa del mundo. Maya zumba de nuevo en un espectáculo musical para todos los públicos lleno de ritmo y colorido.

Cristina Zambrano (directora y guionista) nos explica que su intención desde un principio ha sido la de actualizar la serie de los años setenta y adaptarla más al público de hoy imprimiéndole más energía, retomando a los personajes de Maya y Willy pero con una problemática más actual.

Por primera vez interactúan con los humanos y, por supuesto, con el público: algo que Cristina considera vital en el teatro.

En el aspecto didáctico se ha introducido el tema de la biodiversidad y el ciclo natural en un intento de inculcar a los niños valores sobre la sostenibilidad y la ecología. El musical cuenta la historia del profesor Gambinni quien, acompañado de su alumna aventajada Lucía que le hace de asistente, se interna en el bosque en busca de una hermosa flor en peligro de extinción. Para salvar dicha flor deberán enfrentarse a un gran enigma que sólo lograrán resolver gracias a la ayuda de las abejas Maya y Willy y, cómo no, de los niños que acudan al teatro.

Hay nada menos que ocho canciones integradas en el espectáculo, incluyendo por supuesto la sintonía original de la serie de televisión que sirve como colofón y clímax final, el resto son todos temas originales compuestos para la ocasión. Las letras hablan en ocasiones sobre la naturaleza y otras son mero divertimento acompañado siempre de vistosas coreografías, apoyadas por el saltamontes y la mariquita que asoman a menudo desde cualquier rincón del escenario.

Laura García interpreta a Lucía, la inteligente alumna del profesor Gambinni que mantiene la cabeza serena cuando éste se despista o sufre un ataque de desánimo. Nos explica que los actores que interpretan humanos hablan y cantan en directo mientras que los que van embutidos en sus disfraces de insecto gesticulan sobre las voces ya pregrabadas, lo cual añade la dificultad de sincronizar todo ello sobre el escenario. También ella vio la serie de pequeña y le hace mucha ilusión “encontrarse” hoy con Maya y poder darla a conocer a las nuevas generaciones.

Laura Ramírez y Mario Martínez interpretan a las dos abejas, teniendo que moverse e incluso que bailar con unos trajes un tanto aparatosos y que les restan visión y movilidad. Por suerte, según nos cuentan, no pasan calor ya que llevan incorporado un sistema de ventilación en la cabeza que les permite respirar y regular la temperatura interior.

Cristina nos revela los ingredientes principales que han permitido trasladar la magia de Maya de la televisión al teatro: canciones, bailes, juegos, adivinanzas y, en definitiva, hacerlo todo lo más participativo posible. Es importante conseguir que los niños sean otro personaje más de la obra, por ello no existe la llamada cuarta pared y los actores hablan dirigiéndose al público continuamente. La abeja Maya es un musical apto para niños desde la edad de un año (al ser un espectáculo muy visual) hasta ocho.

Carlos Fernández, también guionista, nos explica que en su trabajo ellos se definen al mismo tiempo como artistas y educadores. Con este musical buscan ante todo provocar la risa y el buen rollo a través de las canciones y el humor.