El próximo 11 de marzo se estrena en cines EN EL CENTRO DE LA TORMENTA, dirigida por Bertrand Tavernier.

A continuación puedes leer una interesante entrevista realizada al cineasta a propósito del filme. La puedes leer aquí,gracias a Filmax:


¿Cómo le surgió la idea de adaptar la novela de James Lee Burke?
Hace años que soy fan de sus libros y que me rondaba por la cabeza adaptar una de sus historias de la serie de Dave Robicheaux. Philippe Noiret y yo compartíamos la misma pasión por las novelas de Burke. En cierto momento dudé entre Dixie City Jam e In the electric mist with confederate dead, y finalmente opté por la segunda. Aún me parece oír a Noiret diciéndome “¿Estás hablando del libro del general? Es una gran novela”. Así pues, me puse en contacto con Burke para adquirir los derechos del libro y me dijo que precisamente era la historia de la que se sentía más orgulloso. Entonces me puse a buscar un productor norteamericano, y pensé en Michael Fitzgerald por la filmografía que le avalaba, que incluye Sangre sabia, de John Huston, El juramento, de Sean Penn, y Los tres entierros de Melquíades Estrada, de Tommy Lee Jones.

¿Había pensado en actualizar la historia y transportarla al presente?
Por supuesto. La novela está escrita a principios de los 90 y yo estaba convencido de que, al rodar en Luisiana –ni me planteé hacerlo en otro sitio–, tuvimos que incluir el desastre del Katrina y sus secuelas. Resultó más apasionante, le dio más significado y fuerza a la historia y reflejaba perfectamente el negocio criminal de Balboni. El mafioso había robado cientos de miles de dólares tras el paso del huracán.

Ha trabajado en estrecha colaboración con Burke, ¿verdad?
Fue nuestro guía en Nueva Iberia. Nos ayudó a localizar la tienda de cebos de Dave y Batist, que juega un importante papel en el libro. Allí es donde Dave y Batist venden el cebo, salchichas y tartas. También me presentó a los jefes de policía que entrevisté para asegurarme que, si actualizaba la narrativa, la línea argumental seguía cohesionada. Quise asegurarme de que el mundo en que vivía Balboni era en el presente tan violento como se había descrito en el libro. Y no cabe duda de que lo era. El sheriff de Nueva Iberia –el área de operaciones de Dave Robicheaux– me dijo que la situación actual era más violenta que la que narra la novela. La cuestión es que muchos mafiosos se han enriquecido gracias al Katrina desfalcando y malversando dinero procedente de ayudas federales.

¿Hay algún personaje inspirado en personas reales del pueblo?
Sí, como el sheriff, que no tenía nada que ver con los personajes arquetípicos de la televisión. El sheriff Sid Herbert de Nueva Iberia era un personaje educado que ni siquiera llevaba arma e insistía en que todos sus ciudadanos respetaban la ley. ¡También preparaba el mejor estofado de cangrejo y el mejor gumbo (un guiso típico de Luisiana)! Además, decidí eliminar algunos personajes, como el subjefe de policía racista. Nuestro sheriff no tenía lugar en su equipo para alguien así, ése era un personaje de los años 80.

¿Puede hablarme del guión?
Para empezar, Michael Fitzgerald me presentó a Jerzy Kromolowski y a Mary Olson-Kromolowski. Me encantó el guión que habían escrito para El juramento. Jerzy también había firmado una bella adaptación de As I lay dying. Cuando terminaron el primer borrador estuve en desacuerdo con algunos puntos, incluyendo el final, que quedaba demasiado explícito y no era lo suficientemente romántico.
Entonces nos reunimos con Burke para seguir trabajando en el guión. Le pedí que escribiera la voz en off inicial y buena parte de los diálogos. Y finalmente, Tommy Lee Jones le puso su ingrediente personal. Analizó cada palabra casi compulsivamente, hasta la última coma, y eliminó todas las frases demasiado explícitas, así como todas las escenas redundantes que pueden verse en las series de televisión. Realizó un gran trabajo al condensar algunas escenas con diálogos concisos y directos. También reescribió algunas partes durante el rodaje, co mo la preciosa escena de la salamandra y la conversación entre Alafair y Elrod sobre lo que significa ser una estrella.

¿Podría describir el personaje de Dave Robicheaux?
Robicheaux sobresale como uno de los personajes más interesantes de la novela negra junto con Philip Marlowe. Es un tipo apasionantemente complejo y atractivo a la vez, que arrastra rémoras del pasado. Busca proteger el mundo en el que ha crecido, un mundo amenazado hoy por hombres codiciosos y malos. Es un hombre con unos grandes valores morales, pero se deja llevar por la furia ante la injusticia y la maldad del ser humano. Es la viva imagen de la “decencia común” definida por George Orwell como los cimientos de la democracia: la decencia común engloba varios atributos como la generosidad, la lealtad, el altruismo, el acto de dar sin recibir nada a cambio y la solidaridad colectiva.


Es un poli conocido por sus métodos poco ortodoxos…
De hecho, él confía en su instinto. Conoce a la gente y sus costumbres tanto como la historia de aquella tierra. Su conducta se acerca más a la del inspector Maigret que a la del típico poli de serie norteamericana. Estaría dispuesto a quebrantar la ley si fuera necesario. Está cargado de rabia contra aquellos que destruyen los pilares en los que él cree, y eso es exactamente lo que le hace ser un hombre apreciado. También experimenta las punzadas de culpabilidad que le propina su fe católica.

Tommy Lee Jones retrata magníficamente a este personaje tan polifacético.
Realizó un excepcional trabajo interpretando los ramalazos de ira e ironía, su compasión y educación, sus rarezas y su miedo a la desilusión. También capturó de forma soberbia el sentido del humor de Robicheaux: las ristras de insultos que le lanza a Balboni, que chocan con su lenguaje sofisticado, son de lo más divertidas. Tommy bordó también esa violencia inducida por la culpabilidad de Dave. Y, por encima de todo, está esa interpretación natural, desprovista de cualquier artificio, que le ha permitido conseguir el personaje que ahora todos elogian.

Un actor como Tommy Lee Jones, ¿necesita que le dirijan?
Prácticamente no. Cuando está en el plató no se puede hacer nada más que admirarle. Debo decir que antes del rodaje habíamos trabajado juntos unas 30 veces en el guión. Estudiamos cada frase, cada palabra y cada signo de puntuación, con lo que al llegar al rodaje estaba tan bien preparado que casi ni tuve que decirle nada. Yo sólo escuchaba sus consejos sobre algunos diálogos, pues el inglés no es mi lengua madre y además está más familiarizado que yo con las escenas de lucha. A veces respondía con gran rapidez a lo que yo le pedía y al cabo de dos días me sorprendía con una nueva y extraordinaria escena.

Robicheaux está rodeado de muchos y monstruosos personajes.
En los libros de Burke abundan personajes secundarios llenos de matices: criminales, mafiosos, camareros sórdidos, etc. Son personajes pintorescos con un lenguaje propio que hemos tratado de incluir en el guión. Muchos de los diálogos proceden directamente de la novela. Otros están añadidos por el propio Burke, como los insultos de Balboni al periodista local o la línea de Cholo cuando dice que, por culpa del Katrina, Luisiana tiene tan poco dinero que no puede permitirse lobotomizar a gente como él.