valoración: 6

Al cabo Juan Castro (Mario Casas) le importa más la suerte de su mula que ganar la guerra. Por eso sale a buscarla y, tras atravesar la línea del frente, se ve implicado en un episodio tan peligroso como hilarante que, muy contra su voluntad, lo va a convertir en héroe de guerra. A través de la figura de Juan Castro, más preocupado por sus avances en el terreno amoroso que por la progresión del enemigo, se nos ofrece una visión insólita de la guerra civil: antiheróica, pícara y tierna a la vez.

Pese a las muchas dificultades y casi cuatro años después de su rodaje, por fin se estrena en las pantallas de cine “La Mula”. Por circunstancias que no vamos a detallar en este espacio, la película se presenta “sin director”, tras una batalla relacionada con acuerdos de coproducción no cumplidos que ha llegado incluso a los tribunales. Presente en la Selección Oficial del Festival de Cine de Málaga 2013, Mario Casas, su protagonista, obtuvo la Biznaga de Plata al Mejor Actor, en su papel de joven campesino andaluz con espíritu republicano que lucha en el bando nacional.

Basada en una novela de Juan Eslava Galán, lo que más nos atrapa de esta película ambientada en los últimos meses de la Guerra Civil Española es su forma de abordar este momento mil veces narrado de nuestra historia. Dejando a un lado el “dramatismo exagerado”, opta por mostrarnos como aquella guerra también tuvo sus instantes lúdicos, llenos de pillería y humor, pese a la miseria y los abusos, porque la vida, con sus pasiones, continuaba en aquellos años y sus protagonistas eran seres de carne y hueso que trataban de vivir con la mayor normalidad posible.

La ambientación de la época está bien lograda, tanto a nivel de espacios como de vestuario. Pero, tal vez lo que echamos en falta es una caracterización de los actores secundarios un poco menos estereotipada y una música menos narrativa que no guíe tanto las emociones del espectador.