valoración: 5

John McClane (Bruce Willis) viaja a Moscú para echarle una mano a su hijo Jack (Jai Courtney), un agente de la CIA que intenta prevenir el robo de un arsenal de armas nucleares. Los McClane deberán superar sus diferencias y unir fuerzas en un entorno hostil.

Un comienzo prometedor, con mucha energía que se va desinflando poco a poco, pero que mantiene el nivel que se espera de la saga,

Poco tengo que decir respecto a esta quinta parte, esta claro que la saga tiene un público fiel al que le gusta la acción y la espectacularidad más allá de una trama elaborada y creíble. Pasar el rato sin más, también es en ocasiones una buena alternativa. Así que para los amantes del género es una buena opción.

Eso sí, todos reconocerán que las persecuciones son más que interminables, pero que es una buena alternativa para cambiar el parque automovilístico de todo un país. Los típicos líos en los que McLane suela meterse, en este caso con la colaboración y protagonismo de los miembros de la familia, mucha leña a todo lo que se mueve, asombrosa capacidad de recuperación de golpes, caídas, heridas, etc., escenas de acción espectaculares con pocos efectos digitales y menos humor de los habitual es lo que nos ofrece esta quinta parte.