valoración: 7

Sinópsis: Christina, una joven de treinta años, trabaja como camarera y tiene una vida aburrida junto a su novio Marco. Cuando la abuela de Christina muere le deja su casa en Córcega. Nadie parece saber cómo o cuando la anciana compró la casa. Su familia, y su novio tratan de convencer a Christina para que la venda, sin embargo ella se niega. Christina quiere entender por qué su abuela quería que tuviera esa casa. La herencia le da la oportunidad de poner en tela de juicio la monotonía de su vida, y ella decide abandonar su antigua vida para descubrir la casa y lo que ello conlleva. Este viaje va a cambiar su vida, y la de las personas que están a su alrededor…

Comentario:

¿Nunca has tenido la sensación de que la vida que estabas llevando no era la que te correspondía? ¿La sensación de que no estabas en el sitio correcto ni haciendo lo que debías? Esa convicción es la que lleva a la protagonista de esta película a dejarlo todo (familia, pareja, trabajo, etc) para irse con lo puesto a una vieja casa en Córcega que su abuela le había dejado en herencia.

Pero lo que ella no sabía era que aquel viaje impulsivo cambiaría su vida para siempre. Allí, lejos del mundanal ruido y rodeada de unos impresionantes paisajes montañosos encontraría un nuevo destino. La casa que había heredado se encuentra en un estado más bien lamentable pero eso no la frena en su decisión y, aun sin dinero ni medios, decide que la va a reformar y a habitar.

Procedente de un entorno de ciudad, al principio le cuesta adaptarse a las costumbres lugareñas pero enseguida se va haciendo su hueco y hace buenas migas con los corsos, de los cuales se ofrece una imagen muy amable en esta película. Así paulatinamente se van haciendo ciertos arreglos en la casa y en su propia vida de forma paralela.

La belleza de las imágenes, y la sencillez de la realización y la historia, hacen de “Una casa en Córcega” una película verdaderamente encantadora, en el más amplio sentido de la palabra. Es imposible verla sin que te venga una sonrisa casi constante a los labios. El espectador, al igual que la protagonista, se enamora de aquellos parajes y de sus gentes. Si el verano que viene me pilla bien de tiempo y de dinero creo que un viajecito a Córcega sería una gran idea.