valoración: 6.5

Cheyenne es un judío cincuentón, antigua estrella del rock, que sigue la estética gótica y lleva una vida aburrida de prejubilado en Dublín. La muerte de su padre, con el que hacía tiempo que no se trataba, lo lleva de vuelta a Nueva York, donde, a través de la lectura de algunos diarios, reconstruye la vida de su padre en los últimos treinta años, en los que se dedicó a buscar obsesivamente a un criminal nazi que se había refugiado en Estados Unidos.

Con una inexorable lentitud y sin capacitación alguna como investigador, Cheyenne, contra toda lógica, decide continuar la tarea de su padre y emprende la búsqueda del nonagenario alemán a través de Estados Unidos.

Será difícil conseguir una opinión unánime de esta película, absurda en algunos momentos, surrealista en otros y profunda al final del camino.

Historia lenta e irregular, con una magnífica interpretación de Sean Peen, aunque su manera de hablar……….., un niño grande lleno de culpa y sentimientos contradictorios.

La película se mueve entre la comedia y la tragedia, descolocando por momentos al personal, pero si hay algo que engancha de verdad, a parte de la propia historia, es la fotografía, magnífica durante toda la película. Algo más a resaltar es la actuación de Talking Heads, que fuerza un corte que pone cierto ritmo.

Una película interesante, una historia de redención ante el alejamiento familiar, algo surrealista que se transforma en una road movie en su segunda mitad, que aunque no gustará a todo el mundo es bastante interesante.