valoración: 7

Sinopsis: "Hoy emprendemos el regreso a la Argentina". Así empieza la nueva vida de Juan, un niño de 12 años que, después de vivir en el exilio, regresa con su familia a un país que sigue bajo el régimen militar que les hizo huir. Las instrucciones para él son claras: a partir de ahora ya no eres Juan, eres Ernesto.

Infancia Clandestina es una conmovedora historia de pasaportes falsos, de escondites en el garaje, de traslados inesperados, de cumpleaños inventados, de ver a tu abuela a escondidas... Contada siempre desde el punto de vista de Juan quien, mientras es testigo del mundo combativo de sus padres, intenta que la suya sea una vida normal donde la cotidianidad del colegio, las fiestas, las acampadas, las bromas y las risas con mamá... también tienen su lugar. Y para eso, Juan cuenta con su adorado tío Beto (Ernesto Alterio) quien, en contrapunto con papá, entiende que sus ideales y su lucha no están reñidos con las ganas de disfrutar.

¿Pero es eso posible? El mundo de Juan empieza a mostrar grietas cuando conoce a María, una niña de su colegio con quien descubre, por primera vez en su vida, lo fuerte que es la sensación de amar... ¿Qué pasa cuando las decisiones de tus padres te impiden vivir tus propios sueños?. INFANCIA CLANDESTINA es la candidata por Argentina a los Oscar y los Goya.

Al igual que para los españoles la guerra civil es un tema recurrente, para los argentinos ese tema mil veces contado es el de la dictadura. Son temas duros, que duelen y que un pueblo tarda en olvidar y superar. El narrarlo, ya sea en forma de libro, película, obra de teatro, etc, es una acción catártica que ayuda a entender y a poner de alguna forma justicia a hechos que en su momento fueron injustamente tratados.

“Infancia clandestina” es la opera prima, en el género ficción, del argentino Benjamín Avila, quien ya había dirigido un par de cortometrajes y un documental. Una obra en parte autobiográfica, cuyo guión Avila escribió con la ayuda de Marcelo Müller para tomar cierta distancia y contar con una mirada externa a la hora de narrar esta historia.

En Argentina, “Infancia clandestina” ha tenido un gran éxito y es la película seleccionada en este país para representar a los Oscars. Además ha sido la ganadora en el Festival Iberoamericano de cine de Huelva. Al frente de esta coproducción Argentina-España-Brasil, se encuentra Luis Puenzo, uno de los grandes productores con los que cuenta Argentina a la hora de hacer un cine de peso que logra llegar a las pantallas comerciales.

La historia está narrada a través de los ojos de un niño, Juan (Teo Gutiérrez Moreno), quien sufre tratando de conjugar, por un lado, el ser parte de una familia que lucha desde la militancia clandestina contra la dictadura y, por el otro, su deseo de llevar como adolescente una vida normal al igual que el resto de sus amigos y compañeros. Esta es la disyuntiva que se cuestiona el espectador, ¿es justo que un niño viva su infancia de esta manera?. A destacar el papel de Ernesto Alterio, el tío Beto, quien se muestra como personaje clave y apoyo para Juan, ya que pese a ser un militante comprometido con la causa, nunca traiciona su espíritu hedonista y su forma de entender la vida como un regalo que se nos da y del que hay que disfrutar. En “Infancia clandestina” Benjamín Avila opta por no mostrar la violencia, y ésta, o bien nos es contada por algún personaje sin que tengamos imagen (la muerte del tío Beto) o bien se suaviza a través de imágenes mostradas como tiras de cómic. Es el propio Avila quien ha estado detrás de la cámara para decidir unos encuadres mayoritariamente en primer plano y con un uso muy justo del plano general, para contarnos una historia íntima que le es muy cercana.