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Habemus Papam. | |
TÍTULO
ORIGINAL Habemus Papam (We Have a Pope) PAÍS Italia DIRECTOR Nanni Moretti GUIÓN Nanni Moretti, Francesco Piccolo, Federica Pontremoli FOTOGRAFÍA Alessandro Pesci REPARTO Michel Piccoli, Nanni Moretti, Margherita Buy, Jerzy Stuhr, Renato Scarpa, Roberto Nobile, Franco Graziosi, Massimo Dobrovic, Leonardo Della Bianca PRODUCTORA Coproducción Italia-Francia; Sacher Film / Le Pacte / Fandango DISTRIBUIDORA: Vértigo Films PREMIOS 2011: Festival de Cannes: Sección oficial a concurso ESTRENO EN ESPAÑA: 4 noviembre 2011 |
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Tras la muerte de un Papa, el Cónclave de obispos, arzobispos y cardenales de todo el mundo se reúne para elegir a su sucesor. Después de varias votaciones infructuosas, que se anuncian con la salida de una humareda negra, se ve, por fin, la "fumata bianca" que indica que "habemus papam". Los fieles que se han congregado en la Plaza de San Pedro esperan con entusiasmo y fervor que el nuevo pontífice, siguiendo la tradición, se asome a una de las ventanas que dan a la plaza. Sin embargo, esperan en vano. Por alguna razón, el nuevo Papa no parece estar en condiciones de soportar el peso de tal responsabilidad. Mientras la inquietud se apodera del mundo católico, en el Vaticano, se busca desesperadamente una solución para superar la crisis. ¡Detengan a ese Papa! Los entresijos del Vaticano siempre han estado rodeados de morbo y misterio. Esta deliciosa comedia italiana nos desvela algunos de ellos. Por ejemplo: cómo se elige un nuevo Papa. Se supone que es el Espíritu Santo quien lo designa pero, para ser más exactos, son los cardenales quienes lo votan. Entre ellos hacen campañas, pactos, favores sexuales y todo lo que sea necesario para conseguir la codiciada mitra. Los que parten como favoritos procuran votar a los que consideran sus rivales más inofensivos para así tener más posibilidades. Esto puede provocar que finalmente salga elegido un candidato inesperado, como pasó con Karol Wojtyla. Y ese es también el caso del protagonista. Un pobre hombre tímido y sencillo que se reconoce incapaz de asumir la gran responsabilidad que ha recaído sobre él. Tanto es así que sufre un ataque de pánico justo antes de salir al balcón para ser presentado ante los miles de fieles que se congregan en la Plaza de San Pedro. Le traen al mejor psicólogo del país para que le ayude pero éste (que irónicamente resulta ser ateo) propone que su santidad sea llevado de incógnito (vestido de paisano) a otro psicoterapeuta que ignore su identidad y así poder realizar una sesión sin condicionamientos. Es entonces cuando el nuevo Papa aprovecha la ocasión para dar esquinazo a sus guardaespaldas y escapar por las calles de Roma, donde descubrirá las ventajas de la vida fuera de los muros del Vaticano. Aunque el largometraje tiene una duración de ciento dos minutos, la verdad es que se te hace corto. El guión está cuajado de frases ocurrentes y de un fino humor que se disfruta muchísimo. Son muy divertidas las ácidas críticas a toda la jerarquía de la iglesia católica, sus privilegios, sus grandes esfuerzos por mantener las apariencias, su hipocresía y, en definitiva, todo el entramado político que la sostiene. Una película que hace reír y pensar.
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Por: Javier León. Fecha de pase: Octubre 11. | ||