valoración: 6

El asesinato en diez fáciles lecciones,

Tengo un amigo que solía decir: “Después de tanto estrés en el trabajo durante toda la semana, cuando llega el domingo lo único que quiero ver es una película que no me haga pensar”. Y esto quería decir, en la mayoría de los casos, una película protagonizada por Steven Seagal o Jean Claude Van Damme. Así que estoy seguro de que Asesinos de élite le encantará.

Basada en el best-seller The Feather Men, se trata esencialmente de una película rebosante de acción que no da un momento de respiro al espectador. Cuenta la historia de un grupo de todopoderosos negociantes que no dudan en utilizar el asesinato para conseguir sus objetivos económicos. Se trata de los “feather men” del título (los hombres pluma) aunque en la película lo han traducido como “Los invisibles” (éllos sabrán por qué) y para sus sucias tareas contratan a la élite de los asesinos.

Ahí es donde entra Danny (Jason Statham), un mercenario retirado que es obligado a participar en una auténtica misión suicida para salvar a su viejo amigo Hunter (Robert de Niro). La galería de personajes va creciendo a medida que avanza la trama, y algunas lealtades sufren vaivenes inesperados, como es característico en toda películas de espías que se precie.

Sin meternos en mayores profundidades, ni falta que hace, Asesinos de élite nos ofrece un suculento surtido de persecuciones (en coche y a pie), disparos, puñetazos, luchas, secuestros, trampas, caídas, huídas, y proezas varias, todo ello aderezado con unas gotas de sangre que salpicarán convenientemente las butacas de las primeras filas. ¡Y todo esto sin tener que pensar!