Revista cultural   -   Critica teatral   -   ISSN 2255-3894



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De la dramaturgia al cine, y de la gran pantalla al teatro. Carlos Be estrena en un escenario su “Llueven vacas”. Fernando y Margarita viven juntos una relación donde decir “Llueven vacas” se ha convertido en el más falso de los “Te quiero”. Llueven vacas nos introduce en un hogar donde la violencia de género es el pan de cada día. Este hogar no debería resultarnos desconocido, ni tan siquiera lejano, o ajeno, vista la proporción de mujeres víctimas de violencia de género que existen en España.

Que a ese oscuro sentimiento que habita en ese hogar se le llame amor es una de las mayores atrocidades, y eso es lo que nos encontramos en ese hogar no tan lejano, no tan ajeno, de Fernando y Margarita: un hombre que le dice a su mujer el peor de los tequieros. Llueven vacas querría no existir, pero esta obra grita por cada mujer que ya no está.

(EN ROSA INFORMACIÓN FACILITADA POR LA COMPAÑÍA / TEATRO).

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comentario:

Carlos Be, dramaturgo y director, siempre nos sorprende por su facilidad y versatilidad a la hora de afrontar diferentes temas, tanto en colaboraciones como en sus propios proyectos o dentro de sus compañías teatrales, primero en The Zombie Company y en la actual La Casa Be, asume propuestas que van desde la comedia al drama, pero siempre desde un enfoque muy personal. Clara muestra de ello son propuestas como: ‘DORIAN’, ‘MALAS HIERBAS’, 'PECERAS', 'ELEPÉ', ‘EXHUMACIÓN’ etc.

La obra que nos ocupa ‘LLUEVEN VACAS’, fue escrita en 2006 y publicada en 2008 por Arola Editors, después de lo cual se produjo su adaptación cinematográfica, siendo estrenada el 20 de marzo de 2017 en el Festival de Málaga Cine en Español y el 5 de noviembre de 2017 ya oficialmente (Director: Fran Arráez, Guionistas: Carlos Be y Fran Arráez, Reparto: María Barranco, Gemma Charines, Víctor Clavijo, Secun de la Rosa, Asier Etxeandia, Pedro Miguel Martínez, Laia Marull, Carmen Mayordomo, Gloria Muñoz, Eduardo Noriega, Sergio Peris-Mencheta, Mónica Regueiro y Maribel Verdú). Ahora, ha llegado a la cartelera teatral madrileña dentro del festival SURGE 2018 durante los días 17, 18 y 19 de mayo en la sala Cuarta Pared de Madrid.

Aunque, película y obra teatral disponen del mismo título, en esta ocasión Carlos Be se encarga de presentar su propio texto y dirigirlo por lo que existen cambios sustanciales en la concepción de la propuesta y en su desarrollo. En la propuesta teatral, Fernando y Margarita son pareja, él manda y ella obedece. De estos roles establecidos nace un juego perverso en el que Fernando es libre de proponer y modificar la realidad a sabiendas de que su esposa acatará sus decisiones incondicionalmente. Así, Margarita y Fernando llevarán este juego hasta sus últimas consecuencias.

La propuesta nos habla del maltrato emocional, para ello, nos presentan una relación víctima – maltratador existiendo entre ambos una dependencia basada en el 'amor', aunque es un amor mal entendido, enfermo y tóxico, mostrándonos una relación en la que ambos miembros se relacionan de la única manera que saben y pueden, teniendo cada uno de ellos roles claramente diferenciados. El maltratador ejerce su poder sobre una víctima que intenta capear el temporal como puede, sufriendo el menor daño posible, en espera de momentos que puedan ‘compensar’ lo pasado y que sustentan ese vínculo enfermizo que les une.

En esta propuesta existe violencia, pero a diferencia de otras propuestas de Carlos Be, donde es explicita y física, ahora se ejerce a través de la manipulación y la dominación emocional tanto directa como indirectamente, de forma que el maltratador consigue que sus víctimas realicen aquellas acciones (incluso de violencia física) que él no realizaría para no mancharse las manos. Para recrear esta relación enfermiza se utilizan referencias poéticas y surrealistas que mantienen a esta pareja en su particular universo ‘paralelo’ donde llueven vacas, las piernas desaparecen o se cocina en el suelo, etc., y sin embargo, el entorno donde se desarrolla la vida de nuestros protagonistas, una casa familiar en el campo, no deja de ser un entorno conocido y cotidiano, un juego de contrastes tan real como la vida misma, donde una cosa es lo que parece y otra lo que realmente ocurre de puertas adentro del hogar. La propuesta comienza con una conversación entre el matrimonio aparentemente ‘normal’ en una escena cotidiana igualmente normal…

FERNANDO.- ¡Nena!
MARGARITA.- ¿Qué pasa?
FERNANDO.- ¡Llueven vacas! Mira.
MARGARITA.- Es verdad.
FERNANDO.- Mira esa qué grande. Es enorme. Ya no la ves. Qué rápido caen.

Esta conversación inicial es muy definitoria y engloba todo el trasfondo de la propuesta, en ella todo queda claro, Fernando inventa una realidad y Margarita sin dudas, sin extrañezas, sin aspavientos, la acepta como cierta y la incorpora sin problemas a su vida, no existe el imperativo de ‘llueven vacas porque yo lo digo…’, simplemente lo dice y ella acepta que es así, entrando en una dinámica cuya finalidad es encontrar ese estado (tan volatil) de 'no detonación' que permita evitar males mayores, con situaciones en principio absurdas que se convierten en verdad por obra y gracia del dominante de la casa, aunque al principio, se nos plantee la incertidumbre de si existe una debilidad física en la víctima o nos hagan dudar de su estabilidad mental, ya que dentro del juego de la manipulación, tampoco el espectador esta libre…

FERNANDO.- No te olvides de coger la escopeta.
MARGARITA.- ¿Para?
FERNANDO.- Para apoyarte. Úsala de muleta. Recuerda que te falta una pierna.
MARGARITA.- Ah. ¿Sí?
FERNANDO.- ¿Ves? ¡Ya te has vuelto a olvidar!
MARGARITA.- Es verdad. Me falta una pierna. ¿Y cuándo la perdí?
FERNANDO.- Si es que eres más despistada...
MARGARITA.- ¡Ya me acuerdo! ¡En el accidente!

La relación entre ambos protagonistas se presenta siempre desarrollando este juego cruel, no hay tregua, son piezas enfrentadas en un mismo tablero, dominador y dominada. Pero, la propuesta aparentemente no pretende ser una visualización del modo en que produce el maltrato psicológico sino más bien, una representación de los mecanismos psicológicos del ser humano desde una determinada visión poética a la par que cruel de una realidad.

Y para ello, se utilizan constantes referencias a momentos surrealistas (fotografias, viajes, etc.), que se ayudan de una escenografía compuesta de elementos cotidianos, apoyada en elementos simbólicos (como la acción de colgar los elementos escenográficos a cierta distancia del suelo por el propio protagonista, la escopeta, etc.), al mismo tiempo que se hace una llamada al imaginario del espectador, que es capaz de crear en su mente las imágenes necesarias sin ningún problema (vacas, cocina en el suelo, etc.). La escenografía se completa con el diseño de iluminación de Jesús Antón y Joaquín Navamuel y el diseño de sonido de Alejandro Remeseiro.

Esta relación de dominación y manipulación emocional se mantiene estable durante un tiempo hasta que alcanza su punto álgido con la incorporación de un nuevo personaje discordante, Coral, creándose de esta forma un triángulo emocional capaz de generar una situación que, aunque no es del todo creíble en su forma, tiene la capacidad de proponernos la visualización de la transformación psicológica de los personajes cuando entran en una dinámica forzada por las circunstancias, enfatizando la forma en que cambian sus roles de controladores a victimas al encontrarse atrapados en el círculo de la manipulación (más visible en el personaje de Coral).

Parece claro que el trasfondo de la propuesta tiene buenos puntos de análisis, aunque lo que realmente atrapa al espectador es el trabajo del elenco formado por Joan Bentallé, Lidia Navarro y Carmen Mayordomo, es decir, Fernando, Margarita y Coral respectivamente, dominador, víctima y amante. Joan Bentallé en su papel de esposo dominante y manipulador convence desde el primer momento, Lidia Navarro es la esposa sumisa, delicada, frágil, que se debate entre el amor, el miedo, la dependencia, etc., y asume su pérdida de autoestima y de su propia identidad y libertad personal, como algo normal y necesario para sobrevivir, un trabajo excelente que se completa con la interpretación de Carmen Mayordomo que, aun siendo el personaje de menos recorrido, este es muy intenso, ya que es capaz de, en muy poco espacio de tiempo, cambiar totalmente de rol y darle credibilidad, toda una hazaña. Una evidencia de la medida dirección de Carlos Be con Romeo Urbano como ayudante de dirección.

La obra durante su desarrollo tiene momentos más o menos cuestionables o confusos en su construcción, aunque llegarán más o menos, dependiendo de la sensibilidad y las maletas emocionales de cada espectador/a, pero más que la propia dramatización de la propuesta, su marcada poética y su surrealismo, donde deja la marca de su huella es en la forma en que pone el foco sobre el maltrato psicológico y las relaciones de poder y dependencia entre los personajes, y la contundencia con la que se cierra el círculo de la obra, mostrando el proceso (aunque muy rápido y precipitado sobre en la parte final) de transformación que se produce en personas que en principio poseen características y personalidades muy diferentes (aparentemente), bajo la acción manipuladora del maltratador, dando fuerza a la idea de que tod@s estamos expuestos a encontrarnos en un momento determinado de nuestras vidas, ante personas que utiliza la manipulación emocional y el control para conseguir sus propósitos, pero sobre todo, la propuesta trata de dar visibilidad a una realidad que no debería existir.

 

ficha:

Autoría: Carlos Be
Dirección: 
Carlos Be
Asistente a la dirección artística: 
Romeo Urbano
Intérpretes: 
Joan Bentallé, Carmen Mayordomo y Lidia Navarro
Diseño de iluminación: 
Jesús Antón
Espacio sonoro: 
Alejandro Remeseiro
Diseño gráfico: 
Jan Pisarik
Producción: 
Crismar López
Foto: Nohelia Velo

 

autor/a

img

ESTRELLA SAVIRÓN (alias Agolpedeefecto).

 

Hago crítica teatral, pero sobre todo amo el teatro, e intento lograr la difusión veraz de la cultura. He colaborado en varios medios en España y fuera de nuestras fronteras y en programas de radio dedicados a las artes escénicas. En 2007 creé Agolpedeefecto.com, una revista digital que tenía como objetivo la difusión de la cultura, con amplitud de miras y aún sigo en el empeño.

 


 

fecha:

Mayo 18

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