GALILEO: Durante dos mil años la Humanidad creyó que el Sol y todos los astros del cielo daban vueltas a su alrededor. El Papa, los cardenales, los príncipes, los sabios, capitanes, mercaderes, pescaderas y escolares creían estar inmóviles en esa esfera de cristal.

Pero ahora nosotros salimos para hacer un gran viaje. Porque los viejos tiempos han pasado y ahora es una nueva época. Desde hace cien años es como si la Humanidad esperase algo. Las ciudades son pequeñas, y también lo son las cabezas. Superstición y peste. Pero ahora se dice: que sean así las cosas no quiere decir que tengan que seguir siéndolo. Porque todo se mueve, amigo.

Comentario:

Esta obra, adaptada por Ernesto Caballero (versión y dirección) sobre la última versión de la obra ‘VIDA DE GALILEO’ escrita por Bertolt Brecht en 1955, nos presenta fragmentos de la vida cotidiana de Galileo, sus investigaciones, sus inventos, sus teorías, sus problemas con la jerarquía eclesiástica, la rectificación pública de sus teorías y sus últimos días. Con traducción de Miguel Sáenz; y Víctor Velasco y Juan Ollero como Ayudantes de dirección.

Galileo comprueba empíricamente con la ayuda de un telescopio construido por el mismo, que Copérnico tenía razón al afirmar que los planetas no giraban alrededor de la tierra. Sin embargo, la evidencia no es suficiente para luchar contra el miedo y el inmovilismo de una sociedad controlada por los preceptos de una poderosa y omnipotente iglesia. De esta forma, Galileo será obligado a retractarse de sus ideas y a abandonar sus investigaciones.

Pero no solo conocemos al científico, también tendremos frente a nosotros al hombre, al ser humano, con lo bueno y lo malo que ello conlleva, al hombre que antepone sus investigaciones al bienestar de su familia, al que da clases a su aprendices por mero interés económico y no por el de transmisión de conocimientos, etc.

El texto inicial de Bertolt Brecht es intenso, tanto en acciones como en personajes, siendo reducido considerablemente el número de personajes en la obra. El resultado final es un montaje que destaca por su original puesta en escena y su impecable producción técnica. La obra comienza con la personalización del propio autor sobre el escenario hablando con los actores para llevar a cabo la función, de esta forma autor y personaje de Galileo se funden en un solo ser.

La escenografía de Paco Azorín es la primera y llamativa innovación de la obra, un escenario circular que gira en el centro del patio de butacas, los actores y actrices entran y salen de escena continuamente por los diferentes pasillos de acceso, siendo alguno de ellos parte activa de la acción y lugar donde se sitúan Javier Coble, Pau Martínez, Kepa Osés que interpretan música en directo. Hanns Eisler (Composición musical), y Javier Coble (Música y espacio sonoro).

Especial mención tiene la iluminación de Ion Anibal, el juego de luces y las proyecciones que se realizan en el suelo del escenario que consiguen un evidente impacto visual y una excelente construcción de un espacio escénico que no necesita de mayores elementos.

El vestuario de Felype de Lima, en tonos negros con elementos cambiantes y toques de modernización, hace el resto para crear todo tipo de escenas y el cambio constante de personajes, desde el introductor que narra, con la ayuda del canto lírico, al ama de llaves que pasa por diferentes personajes femeninos y masculinos, pasando por estatuas de fuerte y efectivo impacto visual.

Chema Adeva, Marta Betriu, Paco Déniz, Ramon Fontserè, Alberto Frías, Pedro G. de las Heras, Ione Irazabal, Borja Luna, Roberto Mori, Tamar Novas, Paco Ochoa, Macarena Sanz, Alfonso Torregrosa y Pepa Zaragoza dan vida a todos los personajes de esta obra, donde hay que reconocer, que algunas escenas son realmente excelentes.

Tal como dice Galileo - Bertolt Brecht (Ramón Fontserè) en esta obra ‘Por la fuerza no se puede hacer invisible algo que se ha visto’, y se ha visto el buen trabajo de Ramón Fontserè dando a vida un personaje (o dos), en los que sabe medir perfectamente los tiempos y el temperamento de un hombre normal, que se cuestiona todo lo que está a su alrededor, y todo lo que se enseña como cierto, y por tanto no es tan fácil llegar a cuestionar. Ramón Fontserè realiza un buen trabajo que luce especialmente al estar arropado por un amplio elenco que trabaja por y para el personaje principal y a favor de un texto intenso que profundiza en una sociedad sometida a la castración intelectual.

Esta obra, que en principio puede parecer una oferta más de la cartelera teatral, esconde una cuidada producción que nos anima a la búsqueda de la verdad, una excelente e inteligente dirección y una puesta en escena que sin grandes florituras consigue sorprender y convencer de que nada es evidente, de que hay que hacerse preguntas sobre todo lo que nos rodea y sobre todo, cuestionarse aquellas cosas que desde pequeños hemos dado por ciertas sin preguntarnos, si realmente lo son.

FICHA:

REPARTO  (por orden alfabético)
Chema Adeva, Marta Betriu, Paco Déniz, Ramon Fontserè, Alberto Frías, Pedro G. de las Heras, Ione Irazabal, Borja Luna, Roberto Mori, Tamar Novas, Paco Ochoa, Macarena Sanz, Alfonso Torregrosa, Pepa Zaragoza.
Músicos: Javier Coble, Pau Martínez, Kepa Osés

EQUIPO ARTÍSTICO:
Ernesto Caballero (Versión y dirección),
Miguel Sáenz (Traducción),
Paco Azorín (Escenografía),
Ion Anibal (Iluminación),
Felype de Lima (Vestuario),
Hanns Eisler (Composición musical),
Javier Coble (Música y espacio sonoro),
Víctor Velasco y Juan Ollero (Ayudantes de dirección),
David Ruano (Fotos),
Isidro Ferrer (Cartel),
Paz Producciones (Video)
Producción Centro Dramático Nacional