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teatro
TRES HERMANAS de la compañía Guindalera.

Una compañía de teatro decide cumplir el sueño de montar Tres hermanas. La obra nos dice que es necesario el cambio, pero sus personajes son incapaces de leer lo que sucede. La falta de habilidad para aceptar esos cambios es lo que les impide alcanzar sus metas.

En Tres hermanas. La esperanza de un futuro mejor hay una reflexión sobre el presente. La crisis provocada por esa necesidad no solo es económica y política, afecta al sistema de valores, y con ello existe el riesgo de perder lo válido…

Tres hermanas de Chéjov tiene como núcleo la vida desdichada de las hermanas huérfanas en una pequeña ciudad rusa de provincia, en la que está de guarnición una brigada de artillería, que es el único estímulo vital de esa ciudad amodorrada. Sin ellos todo sería languidez, desgana y tedio sin más diversión que el chismorreo, la embriaguez o la intriga amorosa. En ese ambiente inerte y apático, que elimina el anhelo de cualquier vida más plena y humana se ven atrapadas las tres hermanas. Su única esperanza, que acabará también por perderse, es huir de allí e instalarse en Moscú, su antigua ciudad y que se ha convertido en un imperante objetivo que a su vez recuerdan con una diaria nostalgia. La retraída y pusilánime cuñada, Natacha, se irá adueñando poco a poco de la casa y sus ocupantes y acabará por imponerse despóticamente a ellos. Las hermanas no se percatan, o no quieren enterarse de que el causante real de la ruina de sus esperanzas es su hermano Andrei, marido de esa mujer.

El Teatro Guindalera es un pequeño teatro independiente madrileño, que dirige Juan Pastor. Lleva más de 10 años apostando por obras que van más allá del puro entretenimiento, con textos sólidos que hablan de la condición humana.

Comentario:

El teatro Guindalera vuelve a los teatros del canal después de su paso en 2012 con un programa doble, La larga cena de Navidad y Odio a Hamlet. Ahora vuelven con un clásico de Chéjov, 'Tres Hermanas', una obra sobre un momento en la vida de tres hermanas huérfanas en una ciudad de provincias de la Rusia de finales del zarismo. Una obra que resalta los deseos y anhelos de los personajes pero sobre todo su incapacidad para afrontar los cambios de la vida. En la vida nada acaba como esperamos y en esta obra se deja claro.

Es fácil darse cuenta de cómo estos personajes no son capaces de enfrentase o darse cuenta de que están ante una época que termina y otra que empieza, tal vez por estar inmensos en un día a día o por la todavía reciente pérdida de un ser querido, en cualquier caso las circunstancias les distraen de la necesidad de afrontar el cambio, ya sea por ignorancia o por miedo, pero lo cierto es que esta situación de cambio e incertidumbre no nos es desconocida en la actualidad y por ello la obra tiene especial vigencia.

Guindalera acomete este montaje con coraje y con la esperanza de obtener el éxito, el público y la visibilidad necesarios para mantener el emblemático teatro Guindalera activo. Toda una declaración de intenciones y una apuesta en la que están dispuestos a ‘echar el resto’.

Como es habitual el espacio escénico, la dramaturgia y la dirección corren a cargo de Juan Pastor que en esta ocasión también forma parte del amplio reparto formado nada menos que por once actores y actrices casi todos con la marca Guindalera. El resto del elenco se completa con Victoria Dal Vera, María Pastor, Ariana Martínez, Raúl Fernández, Susana Hernaiz, Juan Pastor, José Bustos, José Troncoso, José Maya, Carles Moreu y Aurora Herrero.

Llama la atención en primer lugar la escenografía formada por muebles apilados en diferentes puntos, que se colocan y descolocan constantemente durante toda la obra, en un juego escénico bien logrado para formar todos los espacios requeridos. Es curioso darse cuenta de la contradicción con el tema de la obra, unos personajes que no son capaces de cambiar, de enfrentarse a su mundo cambiante, en una escenografía que está constantemente cambiando.

El vestuario también en digno de mención, uniformes de época y vestidos ricos en detalles y elegantes, de cuidado diseño y acertadamente elegidos. Todo ello sitúa al espectador en un momento de la historia y en tipo de teatro que siempre es un placer disfrutar. Por alguna extraña razón al contemplar esta obra venían a mi mente recuerdos de aquel teatro de Estudio 1 (aunque llegó a mí en su reposición), pero con toques contemporáneos.

La obra, que dura aproximamiento dos horas y cuarto, no se hace larga, aunque su ritmo es lento (a pesar de los cambios de escenografía). Juan Pastor se mantiene fiel al texto original (incorporando pequeños toques más contemporáneos), esto produce un cierto choque con respecto a los diálogos y los movimientos algo exagerados de los protagonistas, que requieren que el espectador entre en el código, pero una vez conseguido todo va sobre ruedas.

Estamos ante una familia en decadencia pero que pertenecer a una sociedad igualmente decadente incapaz de afrontar los cambios necesarios para mantener los valores que hasta esos momentos estaban vigentes y eran válidos para esa la sociedad. Los sueños, las esperanzas y el predecible destino se derrumban, mientras todos se dejan llevar por la corriente sin reaccionar, parece que todas las vidas están abocadas al fracaso, pero no todo está perdido y mientras hay vida hay esperanza, por eso la obra deja un espacio para la esperanza en una felicidad futura.

Sobre el escenario once actores y actrices, todos realizan un buen trabajo y aunque, como es lógico, los papeles femeninos son más ricos y agradecidos que los masculinos. Es en general, un trabajo de equipo, unos tienen más protagonismo y otros dan sentido al trasfondo de las escenas, es posible que se hubieran podido obviar algunas escenas para aligerar pero la realidad es que el tiempo pasa sin darnos cuenta y no pesa, quedando en la retina la sensación de estar ante un montaje de un tipo de teatro con solera. Un trabajo comprometido con la esencia Guindalera.

FICHA:

ESPACIO ESCÉNICO, DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN: Juan Pastor
REPARTO:
Olga: Victoria Dal Vera
Masha: María Pastor
Irina: Ariana Martínez
Andrei: Raúl Fernández
Natacha: Susana Hernaiz
Chebutikin: Juan Pastor
Tusenbach: José Bustos
Soliony: José Troncoso
Kuliguin: José Maya
Vershinin: Carles Moreu
Anfisa: Aurora Herrero
EQUIPO TÉCNICO:
Iluminación: Sergio Balsera
Espacio sonoro: José Bustos,  Escuela de Nuevas Músicas
Vestuario y Ambientación: Teresa Valentín-Gamazo
Sastra: Noemi Loiti
Asesora de coro: Sonia Herrero
Ayudante de dirección: Aurora Herrero
Adjuntos a la dirección: Maria Pastor,  José Bustos  y José Troncoso
Producción: Teresa Valentin-Gamazo
Ayudante de producción: José Troncoso
Coordiación técnica: Sergio Balsera y David Benito
Comunicación, Prensa, Redes: Manuel Benito Raquel Berini, Alba Quintas
Fotografia: David Benito

 

POR:
ESTRELLA SAVIRÓN (alias A golpe de efecto).
Hago crítica teatral, pero sobre todo amo el teatro, e intento lograr la difusión de la cultura de una forma veraz e independiente. He colaborado en varios medios en España y fuera de nuestras fronteras y en programas de radio dedicados a las artes escénicas. En 2007 creé Agolpedeefecto.com, una revista digital que tenía como objetivo la difusión de la cultura, con amplitud de miras y aún sigo en el empeño.
FOTOS: No
FECHA: Febrero 16

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TRES HERMANAS.

DONDE: Teatros del Canal
Calle de Cea Bermúdez, 1, 28003 Madrid.

CUANDO: 20/01/2016 - 07/02/2016.

 

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