En La noche de la tríbadas corre el año 1889. Acosado por las deudas y la pobreza, August Strindberg decide abrir un teatro en Copenhague para llevar a escena sus obras y seguir experimentando sobre el hecho teatral. Ha nombrado directora de este Teatro Experimental a su mujer, Siri, madre de sus tres hijos, actriz que abandonó las tablas para seguir a su marido al exilio que él mismo se impuso y con la que el escritor está inmerso en un salvaje proceso de divorcio.

PROGRAMA FEMENINO PLURAL

Strindberg siempre había procurado, sin mucho éxito, que Siri encontrara su lugar en el teatro, pero la postrera generosidad del maestro al nombrarla directora tiene también una contrapartida interesada: forzar a Siri a que vuelva a su lado con los niños y poder así recomponer la familia que tanto añora. El choque entre estas dos fortísimas personalidades no se hace esperar, y más cuando Strindberg descubre que la actriz a la que su mujer ha confiado el otro personaje femenino de la función que ella misma protagoniza no es otra que su amante, Marie. La tríbada, la lesbiana. Tanto Siri como Strindberg son conscientes de que poner en escena “La más fuerte”, el drama que el autor ha escrito para la ocasión, es su última oportunidad en muchos sentidos: viven en la miseria y es la única ocasión para ella de volver a los escenarios y recuperar una carrera profesional que la convierta en una mujer emancipada y libre. La última oportunidad para él de recuperarla proveyéndola del que sabe que siempre ha sido su más ferviente deseo. La oportunidad de poner en escena lo que escribe y ser como el mismo anhelaba “un dramaturgo cuyos dramas siempre son representados”.

Pero ninguno de los dos puede escapar a su propia naturaleza ni a su historia común. La presencia de Marie, que ahora vive con Siri y sus hijos, y el recuerdo de lo que sucedió aquella noche en la que “todo ese barniz culto, esa exquisita educación se evaporó y todos fueron terriblemente sinceros” convierten este peculiar ensayo de teatro –tal y como el propio Strindberg describió en uno de sus libros– en algo “cruel, feo, bello, poético, prosaico, sentimental, crudo, horrible, delicado”, es decir, ¡como la vida misma!

Comentario:

La obra del dramaturgo sueco Per Olov Enquist, ‘LA NOCHE DE LAS TRÍBADAS’ llega al Teatro Pavón Kamikaze dirigida por Miguel del Arco, una obra que analiza la relación tormentosa del dramaturgo August Strindberg con Siri von Essen.

Miguel del Arco aprovecha la fuerza de la obra y la dota de una frescura muy personal, empleando al máximo las posibilidades de tres personajes de gran fuerza (el cuarto personaje, el director de la obra, es el más conciliador y sirve para apaciguar el tono general de la obra) sirviéndose además, de una fuerte escenografía compuesta por cajas apiladas de todos los tamaños y formas, creada por Alessio Meloni.

Una obra que además de analizar las convulsas relaciones de sus protagonistas, muestra un excelente retrato del teatro dentro del teatro, no solo por la propia temática de la obra, también por el acertado uso del espacio escénico que, se utiliza de forma efectiva e integradora, aprovechado además del escenario, el propio patio de butacas e incluso a algún que otro espectador.

La reapertura de un teatro en Copenhague que además sirve de almacén de bebidas cuando no hay representación es el espacio adecuado para esta obra, un espacio decadente a medio construir, a medio derrumbar, que existe pero no es, al igual que las relaciones entre los protagonistas.

En este teatro se va a intentar estrenar (de momento se ensaya) la obra, ‘La más fuerte’ una obra escrita por Strindberg (Jesús Noguero) sobre dos mujeres vinculadas con el mismo hombre; una de ellas, la que habla, dialoga y mantiene en pie el monólogo es Siri (Manuela Paso), y la otra mujer cuyo papel es solo escuchar y gesticular es interpretado por Marie Caroline David (Miriam Montilla), lesbiana alcohólica con la que Siri mantiene una relación. El cuadro actoral se completa con la figura de director de la obra interpretado por Daniel Pérez Prada.

Strindberg es un tsunami de odio y misoginia, aunque en su fuero interno pueda llegar a respetar a las mujeres libres y valientes.  Sus ataques verbales son claros e intentan producir el mayor daño posible, sin perdón, sin respeto, sin descanso… Sus deseos, sus pasiones y sus necesidades son internos pero sus insultos y sus menosprecios son a viva voz.

Strindberg desde el comienzo de la obra despliega sin pudor sus complejos y realiza un ácido ataque hacia Siri, hacia la amante de esta, y en general, hacia todas las mujeres, haciendo prevalecer su supuesta superioridad masculina. Pero su misoginia encontrara en su ex mujer y en la amante de esta el reverso de su moneda.

Pronto descubrimos que Strindberg se encuentra inmerso en este odio desde ‘la noche de las Tríbadas’ (referencia a las amantes lésbicas en la antigüedad clásica). Ahora se pone ante nosotros una cruel batalla dialéctica que se entabla entre nuestros protagonistas, una batalla donde salen a relucir todo tipo de temas como la manera de entender las relaciones entre hombres y mujeres, la comunicación, el miedo a la soledad, etc.

'Y esta mierda de mujeres emancipadas hace la tira de años que hablan de libertad femenina. Pero no hacen nada. Pero estas pobres desgraciadas no han conseguido liberarse de nada. La historia está llena de hombres oprimidos que se han levantado contra sus tiranos y han conseguido la libertad. Las mujeres únicamente parlotean...'.

El trabajo actoral es bueno, la obra es compleja por la cantidad y calidad de los diálogos, la fuerza dialéctica, los movimientos por todo el espacio (donde queda claro que los tiempos están perfectamente medidos), etc., Manuela Paso, Jesús Noguero, Daniel Pérez Prada y Miriam Montilla dotan a sus personajes de la fuerza e intensidad que necesitan, aunque resaltan especialmente Manuela Paso y Jesús Noguero, tanto por el propio protagonismo de sus papeles como de la elegancia que infieren a sus personajes.

A pesar de la evidente carga dramática de la obra, existen momentos para el humor, algo que se agradece y que sirve para rebajar la carga de violencia verbal existente, cada personaje tiene su papel, pone su punto justo estando los cuatro personajes perfectamente definidos, en esta obra de larga duración y enfocada a público acostumbrado a la inmersión teatral más que el genérico.

Una obra intensa que muestra los complejos y debilidades de Strindberglas, así como algunos de los peores sentimientos del ser humano pero que sabe poner en valor otros.

FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA: