Un thriller teatral compuesto de saltos temporales que mueven al público entre las bifurcaciones que se abren cuando se opta por una decisión o por otra.

La grieta entre animales salvajes supone un salto desde la webserie (origen de la propuesta), premiada internacionalmente, hasta las nuevas situaciones creadas para su puesta en escena: una reflexión al límite sobre la crueldad y el afán de supervivencia que la sociedad actual cultiva en nosotros.

Tres amigos urbanitas deciden pasar el fin de semana en una casa rural para desestresarse. Llegan entre risas, pero pronto esa actitud se va deteriorando, como si el lugar sacara a la superficie su egoísmo, su irresponsabilidad, su resignación.

Nuestra casa rural es una metáfora de la sociedad que nos rodea, donde se nos ha prometido una vida segura, cómoda, llena de posibilidades, con tan sólo una advertencia: mejor no asomarse al exterior; allí, afuera, está lo peligroso, lo inestable, los animales salvajes.

Con esta amenaza, la casa los va engullendo, va poniendo a prueba sus certezas morales, poco a poco. Cuando ese espacio idílico empieza a agrietarse, ¿hasta dónde llegarán con tal de no reconocer que les han engañado? ¿Qué estarán dispuestos a sacrificar con tal de no arriesgarse a salir?

La grieta, entre animales salvajes TRÁILER from Remiendo Teatro on Vimeo.

Comentario:

La compañía Remiendo Teatro nos presenta ‘LA GRIETA ENTRE ANIMALES SALVAJES’, la pequeña aventura de tres amigos que salen a disfrutar de un fin de semana rural. Con una estructura dramática original y poco habitual, somos testigos de cómo estos amigos, viven las posibles opciones (eso sí extremas), y recorren los diferentes caminos que marca la llegada a un cruce, a una encrucijada. Las posibles y extremas posibilidades transcurren de forma natural, como si cada una de ellas fuera la correcta, la que realmente tenía que suceder.

Gracia Morales y Juan Alberto Salvatierra han creado una obra de diálogos contundentes y directos, amena y frenética, cargada de cierta violencia, que se sumerge en lo más profundo y a la vez, lo más superficial de las relaciones humanas, desde la atracción más directa hasta los miedos más profundos.

La obra se desarrolla con un formato muy cinematográfico, me recordaba (tal vez por la sensación de angustia que se genera en algunos momentos), a la película de James Ward Byrkit, COHERENCE y en especial a lo que vive el personaje interpretado por Emily Baldoni, en sus existencias simultaneas (no es cuestión de contar la trama y desvelar su contenido, sobre todo en consideración a aquell@s que todavía no han visto la película…). Pero volvamos al teatro, y como, en esta obra, se exploran los límites de las relaciones y las reacciones humanas.

Cada una de las escenas que viven nuestros protagonistas, explora los instintos más básicos del comportamiento humano, el miedo, la culpa, el egoísmo, etc. Las escenas comienzan con comportamientos cotidianos, coherentes y amables y van desembocando a través de constantes giros dramáticos hacia esa grieta que todo lo engulle, porque todos tenemos nuestros miedos, y estos, abren su enorme boca cuando salimos de nuestra ficticia sensación de confort.

No todas las alternativas vitales que presenciamos tienen la misma intensidad y credibilidad, pero todas exploran la premisa de, que estaríamos dispuestos a hacer por el otro, que estaríamos dispuestos a sacrificar o a quien…  6 posibles finales en escena (seguro que en vuestra mente, podréis crear un abanico más amplio, ya que nos abren la puerta a la indagación de nuestros propios comportamientos) y 'un solo objetivo. ¿Qué estarán dispuestos a sacrificar con tal de no salir?'.

El excelente texto se completa con una puesta en escena, un desarrollo, una ambientación sonora e iluminación, con buena factura, y la cercanía, naturalidad y credibilidad de Piñaki Gómez, Antonio Leiva y Larisa Ramos hacen el resto para disfrutar de un espectáculo diferente y original que se mueve poniendo en tela de juicio los comportamientos ‘correctos’, porque cuando dejamos salir nuestros propios instintos, los más básicos, sin restricciones ni condicionamientos, sale lo mejor, pero también lo peor de la naturaleza humana.

FICHA:

Director: Julio Fraga
Dramaturgos: Gracia Morales y Juan Alberto Salvatierra
Ayudante de dirección: Noelia Rosa
Tomás (actor): Piñaki Gómez
Nico (actor): Antonio Leiva
Lucía (actriz): Larisa Ramos
Música y espacio sonoro: Paloma Peñarrubia
Escenografía: Miguel Ángel Butler y Félix Martín
Iluminación: Fernando M. Vidal
Vestuario: Araceli Morales
Comunicación: Sofía García Peula
Producción ejecutiva y comunicación: Carlos Gil Company

Premio Mejor Autoría Teatral los IV Premios Lorca del Teatro Andaluz 2016