Bruna y Oscar, dos exiliados por motivos políticos, se conocen en un parque y comienzan a hablar con nostalgia del pueblo al que ambos pertenecieron llamado Nuestra Señora de las Nubes. Como en un recuerdo, van desfilando en sucesivas escenas los habitantes de este mítico pueblo, metáfora del mundo: la abuela que relata Memé, el tonto del pueblo, la fundación del lugar a raíz de un incesto, el gobernador y su esposa que ven socavados los cimientos de su falsa seguridad cuando Memé les revela que en realidad son hermanos, un director de orquesta abochornado por los requerimientos sexuales de su esposa en pleno ensayo con los músicos, un padre que quiere enseñar a su hija a pescar con pelícanos para convencerla de que se puede soñar con cosas imposibles...

Una serie de diálogos se suceden, unos cómicos otros más serios pero todos ellos con el trasfondo del sentimiento de exilio que todos sentimos alguna vez en nuestra vida. Este exilio no es solamente físico sino también sentimental y emocional, donde el olvido de los sucesos de nuestra vida y más, de aquellos que fueron felices, es también una parte de este exilio.

Una obra original y diferente en la que dos personajes Bruna (Inma Nieto) y Oscar (Julio Cortázar) harán pensar y reír con sus diálogos ocurrentes y llenos de dobles sentidos. Estos dos personajes irán poco a poco y a través de sus diálogos recuperando un pasado que habían perdido y que les devuelve su propia identidad. Inma Nieto y Julio Cortázar realizan una buena interpretación dando vida a unos personajes que aunque aparentemente simples requieren un importante trabajo actoral.

No es la primera vez que vemos esta obra en las carteleras de teatro, otras compañías y directores ya se han atrevido con este original texto, en esta ocasión la diferencia esta en la presencia de solamente dos actores sobre un escenario que con una alfombra y un banco (o dos sillas) conforman toda la obra.

Actores: Inma Nieto y Julio Cortázar
Autor: Arístides Vargas
Director: Lino Ferreira