"ABBA MANÍA". Directamente desde el West End de Londres y tras visitar Francia, Alemania, Luxemburgo, Dinamarca, Holanda, Bélgica, Rusia, Sudáfrica, EEUU o Nueva Zelanda, entre otros países, llega a España este magnífico espectáculo con música en directo que propone un intenso viaje por los años 70 junto al mítico grupo sueco ABBA y sus temas más conocidos que dominaron las listas de éxitos durante cerca de diez años. Las voces del espectáculo están formadas por Toby Boyle, Danny Gluckstein, Carly Broome y Katrina Wallis. La banda está compuesta por Mark Thomas en la batería, Pablo Roberts a la guitarra acústica y Chris Wright a la guitarra.

Agnetha Fältskog,Benny Andersson y Björn Ulvaeus, Anni-Frid Lyngstad, y Björn Ulvaeus fueron los componentes de ABBA y nunca volverán a juntarse. Partiendo de esta base cualquier grupo que cante las canciones de AbbA con su estilo no pasan de ser eso, gente que imitan a AbbA.

AbbAmanía no deja de ser un intento digno de un recital de Abba, pero eso es una tarea demasiado ardua y difícil para los componentes de AbbAmanía. Nadie puede discutir la calidad de sus voces (que no llegan a la de Agnetha) pero sí que se les puede echar en cara la precariedad de medios que tenían.

La música en directo ofrecía un punto a su favor ya que estaba bien interpretada y los arreglos eran correctos aunque les hubiera faltado un coro para reforzar las voces y tener ese estilo más AbbA; es por ello que siempre había la sensación de que faltaba algo y no acababa de generar la magia de Abba.

Tuvimos la suerte de que AbbA cantó también en Español y los componentes de AbbAmanía no cantaron ninguna de las canciones de tan mítico grupo en español, eso también se echó en falta así como la claridad de algunas palabras en francés.

El público disfrutó de las canciones de AbbA puesto que eran del todo conocidas a excepción de la pequeña rareza (y por rareza me refiero a una canción que no es del AbbA Gold). El estilismo correcto aunque no muy espectacular y la puesta en escena completamente sobria (a excepción de los juegos de luces) daban más la impresión de “justo de medios” más que de un concierto de AbbA.

Resumiendo: Un intento correcto de acercarse a AbbA que podía haberse adaptado al público de España pero que se desaprovecha en aras de hacer lo justo y programado. Voces correctas aunque faltaba un poco más de acompañamiento.