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YVES SAINT LAURENT, |
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Sinopsis: Película documental que nos acerca a la relación de amor, amistad y trabajo que vivieron Yves Saint Laurent y Pierre Bergé, fundadores de la famosa firma de alta costura parisina. A raíz de la muerte de Yves Saint Laurent, Bergé decidió subastar la magnífica colección de arte que fueron atesorando a lo largo de su vida como pareja. La subasta será el hilo conductor que nos llevará a rastrear la personalidad y vida de un ser tan particular, complejo y lleno de inquietudes como fue Yves Saint Laurent. A la vez descubriremos que no fue por casualidad que Pierre Bergé fuera la persona que lo acompañó durante 50 años. Comentario: Dentro del ciclo ‘Una doble mirada’ que exhibe Documentamadrid 2015 en la Filmoteca Nacional, está presente la figura del diseñador Yves Saint Laurent con dos películas, el documental ‘Yves Saint Laurent, l’amour fou’ (2010) de Pierre Thoretton y la película de ficción ‘Yves Saint Laurent’ (2015) dirigida por Jalil Lespert. Inmediatamente nos percatamos, al ver las dos películas, que los guionistas de ‘Yves Saint Laurent’ se nutrieron del documental de Pierre Thoretton como material principal para escribir el texto de su film. El resultado al que llegan ambas propuestas es muy diferente y decididamente hay más calidad en la cinta de Thoretton. Mientras la película de Thoretton posee elegancia y glamour, a la vez que nos da unas acertadas pinceladas sobre lo que fue la vida del gran diseñador, que consiguen levantar la imaginación del espectador, quien se ve empujado a terminar en su mente esta historia de amor y pasión que indudablemente seduce y nos transporta, la película de Jalil Lespert aterriza y reduce las expectativas de la historia a una sucesión de imágenes bastante comunes sobre el éxito y el lujo que no son capaces de estimularnos en lo más mínimo. El personaje de Yves Saint Laurent pierde complejidad y se vuelve banal. La fuerza con la que arranca Thoretton, mostrándonos al diseñador en la entrañable rueda de prensa que dio para despedirse del mundo de la moda es difícil de superar y Jalil Lespert se queda muy lejos. La cultura, el refinamiento y las preocupaciones estéticas de un ser que amaba el arte y la belleza y que era fiel seguidor de Proust, tal y como nos muestra el documental, quedan desdibujados, apagados en la biografía ficticia. En cuanto a Pierre Bergé, se nos presenta como un caballero impecable, magnífico y lleno de clase cuando se dirige a la cámara, siendo él mismo y no un actor, para dar testimonio a través de las mansiones, los objetos y las obras de arte, de la gran historia de amor que vivió junto a su compañero. En cambio el Pierre Bergé interpretado por Guilaume Gallienne nos parece insustancial, no despierta ningún tipo de interés. Y tampoco alcanzamos a ver en la película de Jalil Lespert la complicidad de dos persona que vivieron cincuenta años juntas pese a todo y que sí nos narra Thoretton, quien en su cinta destila nostalgia, pese a que Bergé se declare varias veces totalmente opuesto a ella. La música, los objetos, los espacios, las imágenes de archivo, nos recuerdan que a veces sí hubieron tiempos mejores que no volverán y que determinadas formas de ver y entender la vida están ligadas a unas coordenadas espacio-temporales concretas irrepetibles. Tanto Saint Laurent como Bergé son producto de su tiempo, de un tiempo que ya pasó.
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Por: PILAR PONT. Fecha de pase: Mayo 15.. | ||
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