valoración: 8

MADRE E HIJO.
Título original Pozitia copilului (Child's Pose)
Año 2013
Duración 112 min.
País Rumanía
Director Calin Peter Netzer
Guión Razvan Radulescu, Calin Peter Netzer
Música Varios
Fotografía Andrei Butica
Reparto Luminita Gheorghiu, Bogdan Dumitrache, Florin Zamfirescu, Natasa Raab, Ilinca Goia
Productora Parada Film / Hai-Hui Entertainment
Género Drama
ESTRENO EN ESPAÑA: 23 de mayo de 2014

Sinopsis: Cornelia tiene 60 años y se siente infeliz desde que su hijo Barbu, 34 años, ha decidido ser independiente a toda costa. Se ha mudado a un apartamento, tiene coche propio, una novia que no le merece, según Cornelia, y peor que todo lo anterior, evita a su cariñosa madre siempre que es posible. Cuando esta se entera de que su adorado Barbu está involucrado en un trágico accidente, usará todas sus habilidades, contactos y dinero para impedir que su hijo vaya a la cárcel. A cambio, está convencida de que volverá al redil y será el niño dependiente de antes. No parece una tarea imposible, dada lo conmoción por la que Barbu aparenta pasar. Pero ¿dónde está la delgada frontera que separa el amor materno de la manipulación egocéntrica? ¿Podrá Cornelia cortar el cordón umbilical y liberarle?

Comentario:

Avalada por el Oso de Oro a la mejor película y el Premio de la Crítica Internacional FIPRESCI en la Berlinale 2013, ´Madre e hijo’ nos narra con rigor y cierta obsesión la difícil relación entre una madre posesiva y egocéntrica y un hijo inseguro que no ha terminado de crecer pese a sus ya 34 años y que odia el contacto físico. Cornelia, interpretada por la excelente Luminita Gheorghiu, es una mujer que ha triunfado en la vida y que tiene todo lo que desea menos aquello que más le gustaría, el amor de su hijo. Cuando el bienestar de Barbu (Bogdan Dumitrache, también actor de reconocido prestigio en su país) se ve amenazado y puede acabar en la cárcel, luchará por salvarlo sin reparar en nada, convirtiéndose incluso en un ser desagradable, sin ningún tipo de empatía y escasa sensibilidad, que parece además ser inmune al dolor que siente la familia de la víctima del accidente acontecido porque es incapaz de ponerse en sus zapatos, como en un momento dado le recuerda la policía que lleva el caso.

El guión, de factura notable, es una colaboración entre el director, Calin Peter Netzer, quien filma su tercer largometraje, y Razvan Radulescu, reconocido guionista rumano de quien podemos mencionar la cinta ‘La muerte del señor Lazarescu’ (2005), dirigida por Cristi Puiu, una de las mejores películas que ha dado el cine en Rumanía y precursora de lo que se ha dado en llamar la nueva ola de cine rumano, que ha sido multipremiado en los mejores festivales de cine de todo el mundo y que incluye a directores como Corneliu Porumboiu y Cristian Mungiu, entre otros.

La película es también un retrato de la Rumanía actual, con el florecimiento de una nueva clase social, la de los nuevos ricos que disfrutan del lujo, de la comodidad y parece no tener reparos en un país donde la gran mayoría de la gente se sitúa en los escalafones bajos y donde la corrupción es la moneda de cambio cotidiana.

La historia, pese a ser un drama, transcurre y se resuelve de forma comedida y sin excesos histriónicos. Calin Peter Netzer no cae en el error de detenerse en exceso en el dolor de la familia de la víctima. Penetra lo justo en esa parte de la historia y además lo hace al final, cuando necesita que los dos protagonistas, madre e hijo, de una forma catártica afronten por fin las verdaderas consecuencias de sus actos y vean lo que tienen frente así. Es el momento en que van a dar sus condolencias, momento donde pese a que las emociones se desbordan nunca se pierde la contención. Excelente forma de contarlo. Antes, madre e hijo tienen una conversación que enfrenta sus miedos, los de él por su necesidad de sentirse dueño de sus actos y los de ella por temor a quedarse sola.

Calin Peter Netzer utiliza una cámara cercana a los personajes, los sigue y ajusta de forma natural el encuadre para no perder detalle del momento y aportar realismo a la historia. El plano fijo le hubiera dado una rigidez poco eficaz. Desde la primera imagen de la película en la que podemos ver a Cornelia y su hermana conversando sobre Barbu, el espectador se adentra eficazmente en este relato.

La imagen que cierra la película nos muestra a Barbu a través de un espejo retrovisor, siendo observado por su madre, quien está sentada en su coche. El espectador observa a ambos y la pregunta que surge es si serán capaces de resolver su destructiva relación o si es tan solo un espejismo. ¿Es posible el cambio o nos vemos abocados a repetir el mismo patrón de conducta una y otra vez?

Más información aquí.

 

Por: Pilar Pont.      Fecha de pase: Mayo 14
 

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