valoración: 7.5

PARAÍSO: ESPERANZA.
Título original Paradies: Hoffnung (Paradise: Hope)
Año 2013
Duración 91 min.
País Austria
Director Ulrich Seidl
Guión Ulrich Seidl, Veronika Franz
Fotografía Ulrich Seidl, Veronika Franz
Reparto Melanie Lenz, Joseph Lorenz, Verena Lehbauer, Michael Thomas, Viviane Bartsch, Johanna Schmid, Maria Hofstatter, Rainer Luttenberger, Hannes A. Pendl
Productora Coproducción Austria-Francia-Alemania
Género Drama
ESTRENO EN ESPAÑA: 30 agosto 2013

Sinopsis: La tercera película de la trilogía Paraíso, cuenta la historia de Melanie, de 13 años, y de su primer amor. Mientras Teresa, su madre, está de vacaciones en Kenia (Paraíso: amor) y su tía (Paraíso: fe) dedica el tiempo libre a evangelizar, la chica asiste a un campamento para jóvenes con problemas de sobrepeso. Entre las clases de gimnasia y los consejos dietéticos, las peleas de almohadas y su primer cigarrillo, Melanie se enamora del médico, un hombre 40 años mayor que ella. Le ama con la entrega del primer amor e intenta seducirle con absoluta ingenuidad.

Comentario:

Tras ver los primeros minutos de “Paraíso: Esperanza” cualquier espectador que siga mínimamente el cine de Ulrich Seidl se siente como en casa. El cineasta austriaco vuelve otra vez a adentrarnos en esa atmósfera tan particular que filma repetidamente, donde reinan la opresión emocional y la decadencia, donde los días son de preferencia nublados y la alegría, si la hay, es únicamente aparente, superficial, porque el trasfondo se adivina más que tremebundo. Hay una cierta automatización y desgana en los movimientos de los personajes que pueblan estas historias, unos personajes que nunca se han acercado ni por asomo al llamado “éxito en la vida”. Son seres perdedores y poco agraciados que se empeñan en seguir viviendo dentro de esa existencia absurda de la que parecen no ser muy conscientes. Seres, y ahí creo que todos estamos de acuerdo, que cuando los observamos no sabemos si nuestra reacción debe ser la de ponernos a reír o llorar.

En “Paraíso: Esperanza” Seidl nos muestra con una mirada fría y objetiva la vida de la joven adolescente Melanie. Sus problemas de obesidad y falta de comunicación con su madre no serán resueltos durante el desarrollo de la película. Y la esperanza de que su vida de un cambio y el amor la llene y reconforte tampoco le será concedida. Más bien Seidl debería haber titulado la película “Paraíso: No Esperanza” (el juego de la ironía no le ha dejado). La labor de Seidl como director se limita, lo que no es poco, a adentrarnos en ese campamento absurdo para jóvenes obesos en el que todo parece irremediablemente inútil y superfluo, donde todos sabemos que esos chicos nunca lograrán el objetivo que los ha hecho llegar hasta allí. Podrían pasarse toda su vida siguiendo la ridícula rutina impuesta y nunca lograrían ni el más mínimo efecto sobre sus cuerpos. Pero esa evidencia que se nos revela de forma tan nítida a nosotros como espectadores no parece ser descubierta por los personajes que deambulan en la película.

La última parte de la trilogía Paraíso es, sin duda, tan demoledora y deshumanizada como las dos primeras. Seidl vuelve a sentirse cómodo en su retrato de la sociedad austríaca, o tal vez deberíamos decir europea, en el que un rayo de luz esperanzadora parece más que imposible.

Llamativo es que el mismo día se estrene en nuestro país otra película sobre la adolescencia totalmente opuesta en su filosofía vivencial, me refiero a “Mud” de Jeff Nichols. No tomaré partido por una u otra. Las dos son propuestas de indudable calidad pero con miradas tan distintas que merece la pena el ejercicio de ver ambas. Por algo debe de decirse aquello de que en la variedad está el gusto.

 

Por: Pilar Pont.    Fecha de pase: Agosto 13.
 

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