valoración: 6

Claudio trabaja en los suburbios de Roma. Está locamente enamorado de su mujer embarazada de su tercer hijo. Sin embargo un acontecimiento dramático perturbará su vida, feliz y sencilla. En un gesto de rabia, Claudio lucha contra la injusticia que se cierne sobre él. El amor y el apoyo de sus amigos y su familia, además de la risa de sus niños le ayudarán a vencer contra la adversidad.

Hace unos meses pudimos disfrutar en las pantallas de cine de “Reality”, película de Matteo Garrone que nos adentraba en la clase trabajadora italiana de nuestros días y el afán de su protagonista por poder salir de esa realidad impuesta. Con “La nostra vita”, de Daniele Luchetti, nos encontramos con un planteamiento inicial muy similar. Claudio, un obrero de la construcción, que acaba de perder a su joven esposa de forma inesperada, quiere prosperar a toda costa para poder ofrecerles a sus hijos los lujos que la vida material y el consumismo de nuestros días nos exigen y con los que sueñan como vehículo para lograr la felicidad. Pero las dificultades irán creciendo y la realidad pondrá a Claudio en su sitio. Un drama con gotas de comedia en el que no faltan los habituales trapicheos y chapuzas a los que nos tienen acostumbrados muchas de las películas italianas.

“La nostra vita”, que estuvo en la Selección Oficial de Cannes 2010 y cuyo protagonista, Elio Germano, compartió con Javier Bardem (Biutiful) el premio al Mejor Actor, es también una historia sobre el tema de la muerte y de cómo procesar la pérdida de los seres queridos. En este sentido, “La nostra vita” es una película optimista, vital, que no se recrea en el dolor, sino que elige la determinación y el ánimo a seguir adelante como opciones porque, pese a todo, nuestra vida debe y merece continuar.

Daniele Luchetti, quien también escribió el guión, dirige la película en un tono natural, casi documental, sin apenas estilizaciones, ni actorales ni de ambientación, que nos acerca de una forma muy real a esta historia de personajes sencillos con sueños sencillos.