valoración: 4.5

Heidi (Sheri Moon Zombie), es DJ en una emisora de radio en Salem, Masachussetts; un día recibe una misteriosa caja de madera que contiene un disco de vinilo, “un regalo de los Señores”. Heidi lo escucha y los extraños sonidos que surgen de sus surcos provocan inmediatamente flashbacks del violento pasado de Salem. ¿Se está volviendo loca Heidi, o es que los señores de Salem pretenden regresar para vengarse de la Salem actual?

Pues me ha dejado un sabor agridulce esta extraña película de terror/humor/nosesabe qué. En principio todo es muy tópico. La misma historia de siempre, bueno, basta saber que se desarrolla en Salem para hacernos una idea ¿no? Hubo un aquelarre en el que un nutrido grupo de brujas fueron quemadas y la jefa de todas ellas lanzó una maldición sobre los descendientes del hombre responsable de su ejecución.

A partir de aquí la película se empeña en acaparar todos y cada uno de los tópicos del cine de terror, léase: conjuro satánico, manuscrito revelador, libro con información al respecto, investigador de turno que se cruza casualmente con él, presencias desconocidas en una casa supuestamente vacía, crucifijos, monstruos, disco con melodía demoníaca que hipnotiza a sus oyentes, Satán en forma de macho cabrío, sangre y vísceras, bueno, no sé si me he dejado algo, pero es que la lista es larga.

El caso es que tal batiburrillo es difícil de mezclar y el argumento se va diluyendo en un sinfín de escenas incongruentes entre sí. Además las continuas pesadillas de la protagonista (a cual más surrealista) nos devuelven una y otra vez al punto de partida cada vez que despierta. Con lo cual la historia no avanza, es un círculo vicioso que luego pretenden resolver en el último cuarto de hora, aunque de forma un poco traída por los pelos y bastante insatisfactoria.

Lo que sí que podríamos destacar es el trabajo actoral (impecable), los decorados y los disfraces, realmente inquietantes, y la presencia de las tres brujas, sin duda, las más carismáticas e interesantes de todo el film.