valoración: 5

Sinopsis: Playa de Ostia, el paseo marítimo de Roma, invierno. Dos muchachos de dieciséis años, a las ocho de la mañana roban una motocicleta, cometen otro robo, y a las nueve entran a la escuela. Nader y Stefano: uno es egipcio pero nacido en Roma, el otro es italiano y su mejor amigo. También Brigitte, la novia de Nader, es italiana, y por eso los padres del chico se oponen a la relación. Entonces Nader escapa de casa. Alì ojos azules narra una semana en la vida de un adolescente que intenta desobedecer los valores de su propia familia. En la balanza entre ser árabe o italiano, valiente y enamorado, como el protagonista de un cuento de hadas contemporáneo, Nader habrá de soportar el frío, la soledad, la calle, el hambre y el miedo, huir de los enemigos y la pérdida de la amistad, para intentar conocer la propia identidad.

Comentario:

A los dieciséis años se tiene una perspectiva un tanto extraña de la realidad. La delgada línea que separa lo que está bien de lo que está mal se traspasa a menudo con demasiada facilidad y los valores que tus padres y profesores pretenden inculcarte no significan nada para ti. Y la cosa se agrava todavía más si hay de por medio problemas raciales y religiosos.

Estamos ante una película algo difícil de digerir por una sencilla razón: resulta imposible identificarse con ninguno de los personajes ya que, cada uno a su manera, son todos bastante repulsivos. El propio Alí no es más que un delincuente juvenil algo estúpido, desconfiado, celoso, violento, envidioso, agresivo… en definitiva un elemento que uno no desea encontrarse nunca en la vida. Su mejor y único amigo no le va a la zaga, la chica de la que se enamora es más tonta que hecha por encargo, los padres de Alí son unos retrógrados y, para redondear el cuadro, tenemos también a la mafia rumana que amenaza con darle una paliza (más que merecida por haber propinado un navajazo a uno de los suyos).

En fin, en medio de semejante panorama el espectador se encoge en su asiento y espera que todo termine lo antes posible. Pero es que la película no da un respiro, cada nuevo giro es para empeorar todavía más la situación y cuando finalmente llega el desenlace éste es tan abrupto y tan abierto que uno se queda igual que cuando empezó.