valoración: 7.5

Tras crecer en un miserable campo gitano, Edmon Vidal, alias Momon, conserva un sentimiento de familia, lealtad inquebrantable y orgullo de su origen. Sobre todo, ha mantenido su amistad con Serge Suttel, con el que descubrió la vida en prisión por algo tan ridículo como robar cerezas. Los dos acaban inevitablemente metiéndose en el crimen organizado. El equipo que formaron La Banda de los Lioneses (LES LYONNAIS), llevó a cabo más célebre robo armado de principios de los 70. Su auge imparable acabó en 1974 con un arresto espectacular.

Cercano a los 60, a Momon le gustaría olvidar esa parte de su vida. Ha encontrado la paz junto a su mujer Janou, quien tanto sufrió en el pasado, y a sus hijos y nietos, quienes respetan enormemente a este hombre sencillo de principios universales, de cabeza clara y lleno de bondad. Pero entonces Serge Suttel, que no ha abandonado nada del pasado, entra de nuevo en escena.

Una buena película, intensa, emocional, con una magnífica interpretación por parte de todos los actores y en especial de GÉRARD LANVIN que se come la pantalla, una de esas películas que merece la pena no dejar pasar.

Olivier Marchal, que antes de dirigir fue policía, adapta las memorias de Edmon Vidal y nos demuestra que conoce y domina el género a la perfección. Thriller de gangsters que aunque en principio no parezca del todo apetecible, no tiene desperdicio.

La lealtad y la traición, la familia, el respecto al clan, un paseo por los valores fundamentales de los protagonistas a través de flashbacks que van explicando y poniendo en antecedentes los sucesos actuales.

Técnicamente muy bien resuelta, buen guión bien resuelto, con buenos diálogos, fluida aunque con algunos momentos (sobre todo las escenas finales con la policía) donde Olivier Marchal se toma más de una licencia, aunque esto no perjudica al desarrollo de la cinta que te atrapa tanto por su tratamiento de los personajes como por su ambigüedad moral.

Una buena opción para ir al cine.