valoración: 8

BUNRAKU.
TÍTULO ORIGINAL Bunraku
PAÍS EEUU
DIRECTOR Guy Moshe
GUIÓN Guy Moshe
MÚSICA David Tom
FOTOGRAFÍA Juan Ruiz Anchía
REPARTO Josh Hartnett, Gackt Camui, Woody Harrelson, Kevin McKidd, Ron Perlman, Demi Moore, Jordi Mollà, Mark Ivanir, Larnell Stovall
PRODUCTORA Picturesque Films / Shoot Entertainment
GÉNERO Acción.
ESTRENO EN ESPAÑA: 20 de enero 2012

Que empiece el espectáculo

BUNRAKU combina el cómic con el spaghetti western, películas de samurais, vídeo juegos y mucho más, en un impresionante futuro alternativo. En un mundo sin armas de fuego, un misterioso vagabundo (Josh Hartnett) llega a una extraña ciudad en la que sus habitantes viven aterrorizados por el despiadado Nicola (Ron Perlman) y su ejército de matones, encabezados por nueve asesinos mortales entre los que destaca el cruel Asesino nº 2 (Kevin McKidd). El vagabundo se ve forzado a confiar en un joven samurai (la súper estrella japonesa Gackt), que busca restablecer el honor de su familia, y en el dueño del bar de la ciudad (Woody Harrelson) que ha estado esperando reunir a un equipo para acabar con el tiránico régimen de Nicola.

Decir que Bunraku es una película de lo más original es quedarse muy corto. Decir que tiene de todo es quedarse corto también. Podríamos decir que es una desbordante sucesión de fantasías estéticas de tantos estilos diferentes y aparentemente incompatibles que va más allá de lo meramente kitch. Y si no ¿cómo definiríamos un concepto visual que abarca desde el teatro de marionetas hasta el circo pasando por el western, artes marciales, gansters, superhéroes, claquet, gótico, bélico, dibujos animados, videoclip, comics, psicodelia, recortables, cuento infantil y de terror? No sé si me habré dejado algo por el camino, probablemente sí, porque son incontables las referencias y guiños que se entrelazan en este cóctel de virtuosismo y excesos.

La historia comienza con una premisa de ciencia ficción: se nos presenta un futuro postapocalíptico en el que, tras una debacle mundial, se opta por abolir todo tipo de armas de fuego. Así nos encontramos con una sociedad futura en la que las balas son cosa del pasado, un mundo poblado por gansters sin metralletas y cowboys sin pistolas. Pero esto debe ser lo único que no ha cambiado, porque por lo demás todo sigue más o menos igual. La ciudad vive bajo el yugo de “El leñador”, el número uno de la casta de los asesinos (hay una élite de diez, que van siendo sustituidos a medida que alguno de ellos muere) que tiene a toda la población aterrorizada y extorsionada.

Y es entonces cuando aparecen los héroes protagonistas, cada uno por su lado, pero luego unidos por una causa común, aunque por diferentes motivaciones. El primero es un trasunto de Billy el niño, joven, atractivo y letal, que ha venido a la ciudad a llevar a cabo una venganza largo tiempo pendiente. El segundo es un samurai que viene con la intención de restablecer el honor de su familia. Ambos deberán enfrentarse sistemáticamente a los diez asesinos, que abarcan todas las estéticas posibles: desde un motorista hasta un payaso.

Cada lucha es un espectáculo aparte, con diferente escenario, iluminación, técnica y estilo. Una sucesión de postales violentas que zarandean al espectador continuamente. Los únicos momentos algo más endebles del film los protagoniza una insípida Demi Moore que hace que el listón baje bastante, pero por suerte por poco tiempo ya que su papel es breve (y absolutamente prescindible).

 

Por: Javier León. Fecha de pase: Enero 12.
 

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