valoración: 8

Un niño de armas tomar

Quizá muchos padres se inquieten cuando vean esta película. En España un niño ve una media de tres horas diarias de televisión. El caudal de información que puede llegar a recibir es enorme y, en muchos casos, inapropiado.

Es lo que le sucede a Álex, un chico de diez años que quiere ser astronauta. Su madre da a luz una pareja de gemelos que le tiene ocupada todo el día y su padre se ve obligado a trabajar más horas para mantener a la familia. Sintiéndose desatendido, el chico consigue que le compren un televisor para su habitación y a partir de ahí es cuando empieza todo.

Álex queda fascinado al ver por primera vez escenas bélicas, tan frecuentes en los programas informativos, y decide cambiar su traje espacial por el uniforme militar de su padre y raparse el pelo. Todo ocurre muy deprisa, se vuelve cada vez más violento, sobre todo en la escuela donde se dedica a insultar, fumar, hacer gamberradas y pegar a los más débiles. ¿Hasta dónde le conducirá su nueva actitud?

Fergus Riordan borda un papel realmente difícil llevando prácticamente todo el peso de la película, ya que son muy escasas las escenas en las que él no aparece. Y nos encontramos también con otro personaje fascinante: el amigo imaginario. Ese amigo que muchos niños se inventan para compensar la falta de atención de sus padres. En principio se trata del Capitán Harry, un astronauta de la NASA que le apoya en su sueño de pilotar un cohete hacia la luna. Pero luego se transforma en el terrible general John Cluster que intenta convertir al chico en una auténtica máquina de matar. Soberbiamente interpretado por Ben Temple, este curioso personaje refleja a la perfección las ideas que bullen en el subconsciente de Alex y actúa como un modelo de lo que le gustaría llegar a ser.

Danny Glover (el director del colegio) y Robert Englund (el psicólogo) son los primeros en darse cuenta del grave problema del chico pero les cuesta hacérselo ver a los padres y quizá cuando por fin deciden tomar medidas es ya demasiado tarde... o no.